Por Edith Domínguez y Verónica Espinosa

Cupuato es una comunidad de Uriangato con unos 350 habitantes. Un lugar tranquilo para vivir, pero donde un día la gente despertó con olor a muerte.

En rincones donde los niños jugaban y las familias hacían comidas de fines de semana, la tierra escondía restos de cuerpos humanos. Las piedras cubrían las cenizas de una funesta hoguera que delincuentes utilizaban para deshacerse de cadáveres de personas asesinadas, de sus ropas y pertenencias.

En la zona conocida como El Llano hay un camino de terracería complicado y poco visible. En ese punto inició -el martes 26- una revisión encabezada por la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, para verificar y explorar a profundidad lo que en la región ya es ampliamente sabido: la existencia de un sitio habilitado como “crematorio” para personas asesinadas por grupos de la delincuencia.

La Comisión Nacional de Búsqueda tuvo conocimiento de este lugar por un reporte que le fue hecho directamente y algunas notas periodísticas, y determinó enviar a su personal en un primer acercamiento al lugar para verificar las condiciones del sitio y lo que podría encontrarse, informó en entrevista telefónica la titular de la CNB, Karla Quintana Osuna.

Para ello, la Comisión pidió la colaboración al gobierno del estado y a la Fiscalía General del estado, a fin de que también se enviara a personal para el resguardo y el trabajo pericial, así como el apoyo de la Guardia Nacional, el Ejército y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, dadas las condiciones de violencia que asolan a Guanajuato y a esa región del sur del estado.

Tanto la Fiscalía General del estado como la Guardia Nacional conocen bien el lugar, donde se supone que la primera habría realizado una labor de investigación de la que no dio a conocer resultado alguno, como ha pasado en la mayoría de este tipo de hallazgos en el territorio estatal.

Fotos: POPLab.

Fue el pasado 5 de mayo cuando elementos de la Guardia y de la Policía Municipal de Uriangato se toparon en la colonia Emiliano Zapata con varios hombres en un automóvil y una camioneta, quienes huyeron en cuanto los vieron, por lo que se inició una persecución que terminó justo en el cerro de Cupuato, donde los sospechosos se ocultaron.

En la colonia, los federales encontraron 21 vehículos que contaban con reporte de robo.

Al día siguiente, volvieron al despoblado en Cupuato y allí encontraron tres camionetas con rastros de sangre y a un lado, un montón de cenizas rodeadas por piedras, restos de ropa y algunos huesos, por lo que notificaron a la Fiscalía General del estado.

Los peritos de la Fiscalía General de Guanajuato trasladaron los restos humanos, aunque hay la versión de que no indagaron más ni exploraron a fondo el lugar. Y es que, como ya es costumbre, la FGE no informó sobre los restos en este “horno a la intemperie”.

Tampoco hay información oficial, sólo sospechas, de que el lugar en la comunidad de Uriangato esté relacionado con otro punto de inhumaciones clandestinas cercano, éste en la colonia Hoyo de San Isidro, en Moroleón, donde a fines de febrero y principios de marzo también se encontraron vehículos robados y restos de cuerpos humanos dentro de una casa, como informó POPlab.

De ese hallazgo también tomó conocimiento la Fiscalía del estado, que habría iniciado una carpeta de investigación e indagaciones periciales de las que tampoco se saben los resultados al día de hoy.

Extraoficialmente, se habló de que unos 25 cadáveres habían sido inhumados ilícitamente en esa casa.

Una búsqueda limitada por la pandemia

Pasaron más de 20 días y, sin información de la Fiscalía estatal sino por un reporte directo del asunto, una camioneta con personal de la Comisión Nacional de Búsqueda resguardada por Guardia Nacional y Ejército fue vista en el mismo sitio, la zona cerril de esa comunidad uriangatense.

Cupuato es una comunidad de migrantes. La mayoría de las personas que la habitan son mujeres, quienes trabajan en los talleres de ropa, actividad económica principal del municipio. A no más de 4 minutos en auto se encuentra el rastro municipal y a 8 minutos se ubica el Hospital Regional de Uriangato.

Es en un despoblado de esta parte del territorio uriangatense; para llegar se pasa por tierras de sembradío. Después, los restos de las hogueras, de la ropa, de las personas a las que ahí se quiso desaparecer…

Al conocerse por algunos medios locales la presencia del personal de la Comisión Nacional de Búsqueda y de fuerzas de seguridad, integrantes del colectivo “A tu encuentro” de familias de personas desaparecidas, encabezados por José Gutiérrez, llegaron hasta el lugar el miércoles, con la intención de integrarse a la inspección del lugar, pero se toparon con los límites marcados por las corporaciones, no pudieron avanzar más y debieron regresar a sus lugares de origen.

Más tarde, el colectivo y la organización “Sembrando comunidad” difundieron un comunicado en el que se dijeron sorprendidos al saber de la existencia de las fosas y de que autoridades federales y estatales, así como personal de la CNB se encontrara en la zona, y pidieron que se incluya una representación suya en el lugar para conocer las diligencias que allí se realizan “y garantizar que la información respecto a los hallazgos sea transparentada con las familias”.

“Reconocemos que se realicen acciones de búsqueda bajo esquemas de coordinación institucional para atender el llamado que las familias hemos realizado: la búsqueda inmediata de nuestros familiares. Precisamente por eso, nos sorprendió no estar informadas sobre dicha acción de búsqueda, resaltando que el llamado de las familias ha sido en todo momento a estar informadas de las diligencias que se realizan y de los resultados que arrojen en la búsqueda a identificación”, dice el comunicado.

Aunque los colectivos admitieron que se vive una situación compleja debido a la pandemia del coronavirus, hicieron un llamado a las autoridades a establecer “y respetar los canales de comunicación con las familias y colectivos, garantizando nuestro derecho de presenciar, observar, participar y conocer los resultados de toda acción que pueda estar relacionada con la búsqueda de nuestros familiares de manera inmediata”.

En una conversación telefónica, la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana Osuna, aclaró que el organismo no ha reiniciado de manera abierta las búsquedas junto con familiares en los distintos puntos del país que tiene en agenda, y que la presencia de personal del organismo en Uriangato obedeció a una primera revisión del lugar, con las limitaciones consideradas por la contingencia por COVID-19.

“Recibimos noticia de un posible hallazgo de restos humanos; lo que corresponde como autoridad es revisar si esto es así. Obviamente el gobierno del estado está enterado. Tenemos acompañamiento de la Guardia Nacional, de Sedena con Ejército y Policía estatal”, dijo.

Confirmó que se trata de la misma zona de Uriangato sobre la que se conoció entre el 5 y 6 de mayo.

“Ya hubo hallazgos positivos de restos humanos, no podemos decir cuántos en este momento; le toca corroborarlo a las autoridades periciales y todavía seguiremos trabajando. No solamente se hace la labor en la zona en este momento, se hacen labores de prospección antes. Tenemos desde el martes en la zona”, explicó Quintana Osuna.

-¿Por qué no se avisó a los familiares de personas desaparecidas o se les invitó?-

“En este momento no. Nosotros lo primero que hacemos cuando hay un hallazgo de este tipo, en este caso fue por una noticia que recibimos directamente en la Comisión, es verificar. Por las propias condiciones del país, del mundo, por la contingencia sanitaria, las búsquedas son muy limitadas, así que lo primero que quisimos hacer fue verificar”.

La comisionada detalló que el organismo debe esperar las indicaciones que emita la Secretaría de Salud para poder retomar las búsquedas con las familias. “Estamos atentos a cómo le podemos hacer para retomar cuando (la secretaría de salud) lo considere prudente en términos sanitarios, para poder salir con familias”.

Aunque sí señaló que no se informó antes de que harían acto de presencia en ese lugar, por razones de seguridad, pues Guanajuato atraviesa por una ola de violencia que los obliga a tomar varias medidas de protección.

“Sí estaremos en comunicación con ellas (las familias)”, aseguró Karla Quintana; “el hecho de que por cuestiones sanitarias no se puedan realizar con ellas, no significa que no haya la comunicación. Pero en este momento lo importante era confirmar que existía ese punto; confirmar, verificar o descartar antes de dar cualquier información”.

“Se trata -insistió- de la seguridad sanitaria y de la seguridad de las personas en la zona, dadas las condiciones (de violencia) en la región”.

-¿Cuándo se les podrá ya invitar a las familias?-

“Estamos atendiendo con mucha seriedad el llamado de la Secretaría de Salud en términos sanitarios. Tan pronto nos lo autorice, vamos a retomar todas las búsquedas en el país con el acompañamiento de las familias y las medidas que nos establezca la Secretaría de Salud”.

-¿La Fiscalía les dio información de este lugar?-

“De este lugar recibimos la información en la Comisión, directamente. Nosotros nos pusimos en contacto con las autoridades estatales y ahorita, en esto -las diligencias en la zona- hay una buena coordinación”, dijo Quintana.

-¿Sobre el registro de personas desaparecidas actualizado y toda la información que se ha solicitado a la Fiscalía, ya se entregó?-

“Lo seguimos trabajando junto con varias fiscalías del país. Pero en este caso específico (de Uriangato), lo que queremos es terminar de verificar”.

Fiscalía reconoce posible comisión de un delito, evade término "fosa"

La Fiscalía General del Estado confirmó que el día miércoles 27 de mayo, la Fiscalía Especializada en el rubro, llevó a cabo una diligencia en el municipio de Uriangato, donde comisionó a un equipo multidisciplinario de profesionales en la búsqueda de indicios que advertían la comisión de un delito, bajo protocolos de búsqueda de personas desaparecidas apegados a la Ley.

El comunicado de prensa indica que ello ocurrió en un predio ubicado por el camino que conduce a la comunidad Ejido Cupuato, donde personal de servicios periciales de la Agencia de Investigación Criminal fijó varios fragmentos óseos en estado de calcinación, siendo embalados y llevados a los laboratorios para su estudio. Asimismo, se encontraron otros indicios que serán sumados a la investigación.