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DÍAS DE GUARDAR, domingo 15 de septiembre de 2019

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DÍAS DE GUARDAR, domingo 15 de septiembre de 2019

*Sensibilidad y empatía quedan fueran del protocolo; *Poniéndose "chistines" para aligerar la tensión; *El experimento de comunicación no funcionó; *Los alumnos, última prioridad del rector

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    1. Guanajuato, estado “independiente”

    No pasaron ni 24 horas de que el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo declaró que sin los 8 mil millones de pesos de la federación para el sistema de salud “no tendría caso” mantener a Guanajuato en el pacto federal, cuando salió a medios a retractarse.

    Envalentonado, el gobernador manifestó que no tenía sentido seguir en el convenio federal que determina que el 80 por ciento de los impuestos se concentran en el Gobierno de la República, a fin de fomentar el desarrollo equitativo de las 32 entidades con el reparto que haga del recurso la administración federal.

    Una entrevista banquetera en Pénjamo dejó salir lo que siempre ha pensado, pero que se calla para evitar fricciones con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

    Ya en el 2018, cuando Guanajuato fue el único estado donde no ganó López Obrador comenzaron a llamarlo “la nueva Suiza”, aunque para asimilar al estado con el país europeo hace falta más que la intención de un gobernador por separarse de la federación, o de los votos que dejó de contabilizar un partido político.

    Para asimilar Guanajuato con Suiza tendríamos que comenzar por atender los problemas de fondo: la clase política que nos gobierna, la inseguridad, los escasos salarios de la industria de manufactura.

    Mientras tanto, tendremos que seguir viviendo en el estado mágico que solo reconoce Diego Sinhue, sus asesores y los trolls que lo defienden en redes sociales.

    2. El extraño comportamiento del gobernador

    Ilustraciones: Pinche Einnar.
    Ilustraciones: Pinche Einnar.

    Las dudas sobre las acciones y resultados de la administración estatal son cada día mayores, principalmente en temas de seguridad, con la violencia desatada en todo el estado, que son fomentadas por el silencio de un gobernador y las continuas declaraciones improvisadas de la vocera en el tema: Sophia Huett López.

    Para distraer la atención de la violencia que asola a Guanajuato, Diego Sinhue ya no solo dedica sus tuits y los tiempos que paga con recursos públicos en televisión abierta hablando de turismo, intenciones de traer eventos espectaculares como la próxima Feria de Hannover o los Juegos Centroamericanos y del Caribe, ahora también lo hace para publicar GIFs chespirianos para responder a los críticos.

    Apenas un par de días después del asesinato de Arturo Humberto Martínez, un joven de Santa Rosa de Lima, estudiante de la Universidad Politécnica de Guanajuato, quien murió víctima de una bala perdida durante un enfrentamiento, el humor del gobernador daba para responder un comentario crítico con una animación GIF del Chavo del Ocho, personaje de Chespirito, con una de sus famosas frases: “Qué bruto, póngale cero”.

    La simpleza del gobernador, o de quienes manejan sus redes sociales, siguió horas después cuando se burló, con otro GIF, de los señalamientos del periodista Álvaro Delgado por la frivolidad de su comportamiento.

    La sensibilidad por la tragedia de familias guanajuatenses víctimas de la violencia no ha llegado ni para Diego ni para su equipo cercano, a pesar de que Guanajuato mantiene el deshonroso primer lugar en homicidios dolosos.

    3. La seguridad, el tema que le pega en la línea de flotación al Estado

    Aunque el gobierno de Guanajuato en la gestión de Diego Sinhue Rodríguez se venía defendiendo en las encuestas de empresas emergentes que tratan de posicionarse en el mercado bajo la fuerte sospecha de que favorecen a los gobiernos que se aclientan con ellos, la encuesta más seria, del periódico El Financiero, situó las cosas en un nivel preocupante.

    El gobernador de Guanajuato enfrentaba el hándicap de la alta popularidad de su antecesor, Miguel Márquez, agravado además por el hecho de que el ex gobernador permanece activo, con amplia influencia en el nuevo gobierno y con su equipo prácticamente intacto en los gabinetes legal y ampliado y en la mayor parte de las alcaldías panistas.

    Para hacerse un lugar en ese escenario inhóspito, Sinhue requería agresividad, discurso sólido y estrategias eficientes de comunicación. No ha sido así. Sus desplantes no tienen consistencia, un día amaga y al otro va de regreso. Su discurso es superficial, quiere ser contundente, pero está minado por la falta de convicción. En las políticas de comunicación se experimenta, pero no se aprende de los errores.

    Aquí hemos hablado de la gran cantidad de manos metidas en el tema de la comunicación. Desde la simulación de colocar a Angélica Aguilar para que a trasmano ejerciera Juan Aguilera desde una posición sin responsabilidades en la televisora oficial; desde los muchos asesores oficiales y oficiosos en el entorno de Sinhue; o desde la fracasada idea de una vocería exclusiva para el tema de seguridad que ha terminado por no informar nada y meter mucho ruido, incluso conflictuando al gobierno con comunicadores nacionales.

    Tanto desorden ya tuvo consecuencias. La imagen de Guanajuato como entidad segura está por los suelos, pero además se aprecia que el gobierno local no aborda el tema y que solo está dependiendo de los esfuerzos federales. La idea de que el gobernador no hablara de seguridad naufragó también, pues el tema es ineludible, pero cuando Diego debe afrontarlo le llega demasiado manoseado y en los peores términos.

    No se siente a un gobernador preocupado por los agobios de los ciudadanos que le otorgaron su confianza, tampoco eficiente para dar respuestas y ni siquiera solidario con las víctimas de la ola de violencia. Y ello ni siquiera sería responsabilidad del funcionario, sino de quienes lo han encorsetado en protocolos rígidos e insensibles.

    Una primera muestra de que se quiere aprender de los errores es el regreso de Angélica Aguilar a sus tareas administrativas y la llegada de Alan Márquez a la Coordinación de Comunicación Social, quien, pese a carecer de experiencia tiene cercanía con Sinhue, algo de lo que no podía presumir Aguilar, quien estaba mediada en su relación con el mandatario por Aguilera y Juana de la Cruz Martínez.

    Sin embargo, tampoco esa será una solución si pervive el esquema de demasiadas manos en la agenda de comunicación. Si Alan Márquez no toma el control de todas las áreas, si no subordina el protagonismo de Juan Aguilera y no orienta a la errática vocera de seguridad Sophia Huett, el remedio no será mejor que la enfermedad.

    Y entones, aunque desde las oficinas de gobierno contraten tuiteros, paguen trolls en redes sociales y gasten millonadas en notas de primera plana en periódicos de escasa circulación, las cosas seguirán en declive, o que podría tornarse alarmante para la estabilidad del gobierno de Sinhue, de por sí amenazada desde varios frentes.

    4. Agripino, un rector de medio tiempo

    La Universidad de Guanajuato no pasa por uno de sus mejores tiempos, no sólo por su desempeño académico que se encuentra estancado desde hace varios años, sino por una serie de circunstancias que se han ido complicando por pura desidia de las autoridades.

    Por ejemplo, en el área administrativa: a los aspirantes a ingresar a la División de Ciencias e Ingenierías en León se les ha informado que deben comenzar el proceso de inscripción para el semestre enero-agosto 2020, sin embargo, no se les garantiza que dicho ciclo se llevará acabo, pues no se sabe aún si el edificio que se está construyendo estará listo, en dado caso, deberán empezar para cuando lo esté. ¿Cómo convocan a nuevos estudiantes si no tienen la capacidad para ello? ¿Pretenden que los jóvenes esperen pacientemente que llegue el recurso para que puedan ingresar a la universidad? ¿Dónde están los funcionarios encargados de planear? ¿O será que aplica la política de inscríbanse y luego averiguamos?

    Otro ejemplo de que lo menos importante para la UG son sus alumnos, es el desdén con que el rector Luis Felipe Guerrero Agripino ha tratado a las estudiantes que reclaman que se atienda con urgencia la violencia en contra de las mujeres en los espacios universitarios. Para ellas no hay tiempo ni recursos, también deberán esperar a que un milagro suceda y acabe con las agresiones en su contra.

    Para lo que sí tiene tiempo y total disposición el rector Guerrero, es para otorgar entrevistas que no lo cuestionan y en los que puede lucirse hablando de banalidades, como sus sueños no alcanzados o para presumir su pasión por correr maratones, actividad que según el texto de Milenio León, le dedica la mitad de su tiempo… y nosotros pensando que era rector de tiempo completo… ahora se entiende todo: lo suyo es correr, pero de los problemas.

    14 de septiembre de 2019, 15:25

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