Texto y foto: José Manuel Carrillo*

“Cómo me habría gustado que estuviera el presidente municipal”, así comenzó su mensaje el periodista Alfonso Ochoa Tapia, como un adelanto de lo que a continuación expondría. En el lugar, la Alhóndiga de Granaditas, estaban algunos integrantes del Ayuntamiento de Guanajuato y periodistas locales, el motivo de la reunión: celebrar la toma del histórico edificio.

Como se recordará, el 28 de septiembre de 1810 fue la cruenta batalla entre realistas e insurgentes, por ello, cada día 28, en la capital del estado, se recuerda el hecho histórico con ceremonias en las que participan autoridades y la llamada “sociedad civil”, esta ocasión correspondió al gremio periodístico transmitir el mensaje central, para ello, los reporteros eligieron a Ochoa Tapia.

“El Negro”, como también se le llama en la ciudad a este periodista, aseguró: “me pidieron que fuera breve, que mi mensaje fuera de 5 minutos, que el texto debería limitarse solo a la reseña, al evento histórico, incluso, se ofrecieron a redactar el discurso para que yo únicamente lo leyera, por supuesto, me opuse”. Ochoa no dijo nombres de quienes pretendieron coartar su libertad de expresión, pero seguramente algunos de los funcionarios municipales presentes se incomodaron.

“Lo importante – continuó el orador – es la libertad de expresión, cuando en una sociedad se pierde dicha libertad, estamos jodidos, porque en la democracia una característica fundamental es la palabra; las palabras, las ideas no se pueden quemar, pueden hacer daño, así, aunque se quemen los libros y los discursos, cuando hay descontento, malestar de la ciudadanía, las palabras ahí quedan, flotando en el ambiente”.

Agregó que a los reporteros les toca señalar los aciertos y los errores, sobre todo los errores, fomentar la crítica y el debate, porque “bien lo sabe el presidente municipal, esta vieja ciudad minera padece graves problemas como la desigualdad y la pobreza, motivos principales del hecho que hoy recordamos”.

Alfonso Ochoa

Sin embargo, el vocero de los periodistas recordó: “es gran responsabilidad ser reportero, porque las palabras pueden hacer mucho daño, destruir honras, carreras, trayectorias cuando son expresadas sin el conocimiento real de las cosas, cuando carecen de objetividad; las palabras si no matan, queman, hasta un refrán dice que se puede matar a periodicazos”.

Por supuesto que Ochoa sí habló de la batalla ganada por los insurgentes, de la situación tan terrible que prevalecía entre los desposeídos, pero insistió en señalar en que las guerras son tristes, y aunque no lo dijo textualmente, nos hizo recordar que siempre es mejor empuñar las armas de las palabras, el diálogo, el deseo de llegar a un acuerdo consensuado, sin odios…

Este texto se publicó originalmente en este enlace.

* José Manuel Carrillo Martínez es reportero y fotógrafo residente en la ciudad de Guanajuato.

La ceremonia completa puede verse en este enlace.