POPLab Logo
12/14/2025
Negligencias y omisiones de la FGE extienden semanas de angustia para familias de desaparecidos

Autores:

POPLab
POPLab

Negligencias y omisiones de la FGE extienden semanas de angustia para familias de desaparecidos

Israel y Ulises desaparecieron el 19 de julio, un par de días después sus cuerpos estaban en Semefo, pero fue luego de tres semanas que familiares lograron localizarlos

Cargando interacciones...

    Fernando Israel y Ulises Alberto desaparecieron el mismo día, en el mismo municipio y por la misma zona. Hombres armados a bordo de un Jetta gris, sin placas y con vidrios polarizados se los llevaron; casi un mes después y con horas de diferencia, luego de semanas de angustia y una búsqueda incesante, sus familiares encontraron los cuerpos en planchas del Servicio Médico Forense (Semefo).

    Pero el modus operandi para la desaparición forzada de Israel y Ulises no es la única coincidencia. Las omisiones, negligencias y el desinterés de las autoridades responsables de perseguir el delito y procurar justicia acompañaron a las familias de ambos hombres que no dejaron de buscar a sus seres queridos durante 24 días.

    El domingo 19 de julio con menos de cinco horas de diferencia, Israel y Ulises fueron vistos por última vez. Se los habrían llevado en el mismo automóvil. A Israel la tarde del domingo, a Ulises por la noche.

    Las familias de los dos hombres no se conocían, pero al darse cuenta de las similitudes en las desapariciones, se contactaron, se dieron apoyo y acompañamiento en la búsqueda.

    En las inmediaciones del pentágono (área de barandilla de la policía municipal de Silao) Israel, de 41 años, fue “levantado” frente a su familia la tarde del domingo 19 de julio, apenas a una cuadra de las instalaciones de la dirección de Seguridad Ciudadana. Solo unas horas después también habrían subido a la fuerza a Ulises a un automóvil gris. El joven de 21 años había salido de la casa de su abuela a comprar de cenar.

    El peregrinar de las familias fue de tres semanas, pidiendo el apoyo de la Fiscalía General del Estado, llevando información e indicios para la localización de sus seres queridos. La respuesta siempre era la misma: ‘cuando tengamos algún avance, nosotros le avisamos’.

    Recorrieron hospitales, calles, tocaron puertas, y hasta enfrentaron el peor de los escenarios, buscar información en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), pero tuvieron que pasar 24 días para que por fin les permitieran reconocer los cuerpos.

    Levantón tolerado por policía de Silao

    Fernando Israel era un padre de familia, trabajaba como jefe de circulación de un diario estatal. El viernes 17 de julio salió de casa de sus suegros en León a bordo de una motocicleta que todavía debía a una tienda de conveniencia, se trasladaba a Salamanca, donde vivía con su familia.

    Cerca de las 15:45 horas su esposa recibió una llamada, Israel le comentó que había sido detenido por policías estatales. Lo detuvieron en la carretera Silao-Irapuato a la altura del puente de Fipasi, y fue trasladado al pentágono.

    Al conocer de la detención, su esposa se trasladó a barandilla de Silao, pero nadie le dio información. Le pidieron ir directamente a las oficinas del Ministerio Público. Ya en el lugar, tres elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública le dan versiones distintas sobre la detención de su marido. Primero le dijeron que habían perseguido a su esposo por actitud evasiva, luego le dijeron que viajaba en una moto con reporte de robo, y finalmente el argumento fue que le habían encontrado narcóticos. Ninguna de las tres creyó su esposa.

    A las oficinas del MP llegó Israel, esposado, sometido y golpeado. Al no encontrar el agente del MP elementos para continuar un proceso en contra del hombre de 41 años fue enviado nuevamente al pentágono para esperar la orden que le permitiera recuperar su libertad.

    La fecha para la salida de Israel del pentágono era el domingo 19 de julio por la tarde, afuera de las instalaciones ya lo esperaban su esposa e hija. En libertad, caminó unos metros con la familia y compró un helado a su hija, pero en ese momento llegó un vehículo gris, sin placas, con vidrios polarizados, de él bajaron tres hombres fuertemente armados que se identificaron como policías ministeriales y lo subieron a la fuerza.

    La esposa de Israel y su hija comenzaron a gritar, incluso vieron que una patrulla de la policía municipal de Silao pasó detrás del jetta, apenas voltearon a ver a las dos mujeres que pedían auxilio. Un hombre se acercó y llamó al 911 para pedir apoyo, para sorpresa de la familia de Israel, 20 minutos después llegó la misma patrulla que circulaba detrás del jetta gris.

    La única respuesta que recibió vino de una agente de la policía municipal que le recomendó irse en ese momento junto con su hija. “Ya sabes lo que pasa”, fueron las palabras de la policía, sin dar más explicación.

    Familiares de Israel presentaron la denuncia por la desaparición forzada, todos los días acudían a la agencia del MP en busca de avances, cada indicio que lograban recabar lo llevaban a las autoridades investigadoras, pero no recibían avances.

    Cansados de esperar a que las autoridades reaccionaran, comenzaron a buscar ellos mismos a Israel, se unieron a colectivos de búsqueda, recorrieron hospitales, y aunque en varias ocasiones acudieron al Semefo, no había respuesta ni avances.

    Fue hasta el jueves 13 de agosto cuando recibieron la llamada de un excompañero de trabajo de Israel, en la que le decía que había sido localizado el cuerpo en un río en Celaya.

    Al llegar a las instalaciones de Semefo no permitieron que familiares reconocieran el cuerpo, solo presentaron fotografías y pudieron ver que la vestimenta coincidía con la del cuerpo. El personal exigió primero hacer los trámites para entregar el cuerpo, hasta que estuvo todo firmado, permitieron que vieran el cuerpo de Israel ya en avanzado estado de descomposición.

    Aunque a su familia habían dicho que Israel había sido hallado en un río de Celaya, el cuerpo fue localizado en Tarimoro, golpeado y con rastros de tortura. Desde el 20 de julio por la noche estaba el cuerpo de Israel en el Semefo de Celaya, mientras su familia lo buscaba incansablemente y en las oficinas del Ministerio Público tenían como única respuesta que no había avances en la investigación.

    Hoy, la familia solo busca que ahora sí las autoridades hagan su trabajo e investigue quiénes se llevaron a Israel, por qué la policía municipal de Silao no hizo nada y se sancione las omisiones de la Fiscalía General del Estado.

    También exigieron explicaciones del gobierno municipal de Silao, que encabeza el panista Antonio Trejo Valdepeña, además de que se investigue a los elementos de policía que presenciaron el momento en el que Israel fue privado de la libertad y no hicieron nada para impedirlo.

    Va por cena y no regresa

    Ulises Alberto, joven de 21 años, salió el domingo 19 de julio de casa de su abuela, iba a buscar la cena, pero no volvió.

    De acuerdo con un conocido a Ulises lo subieron a la fuerza a un vehículo jetta gris la noche del domingo, frente a su casa. Esa es toda la información que logró reunir la familia, aunque unos días después el supuesto testigo cambió la versión frente a la novia, le dijo que a Ulises lo habían sacado a golpes de su casa, cuando había ido a visitarlo.

    Cada versión que llegaba a oídos de su familia se presentaba ante el Ministerio Público, pero también en este caso, no había ninguna respuesta.

    Días después hicieron un cateo en la casa del hombre que había dado diversas versiones sobre la desaparición de Ulises, pero los agentes no encontraron a nadie en el inmueble.

    Tras el cateo, el Ministerio Público dijo que no tenía nada más qué hacer, pero que si sabían algo le avisarían a la familia.

    Convencidos por la familia de Israel, con quienes ya tenían contacto por las similitudes en las desapariciones, el miércoles fueron al Semefo de Irapuato para buscar donde una madre no quería encontrar a su hijo.

    Al llegar a instalaciones de la Fiscalía General del Estado, agentes de Investigación Criminal le hicieron preguntas sobre su hijo, luego ofrecieron llevar a los familiares al Semefo. En el camino uno de los agentes mostró fotografías que tenía en su teléfono celular del cuerpo sin vida de Ulises.

    Al joven lo localizaron apenas un par de días después de que desapareció, pero nadie le había informado a la familia que había un cuerpo sin identificar con las señas particulares de Ulises.

    Con el dolor que significa enterarse de la muerte de un ser querido, después de mantener la esperanza de localizarlo con vida durante semanas, la familia tuvo que superar un nuevo obstáculo patrocinado por la Fiscalía: el miércoles no entregaron el cuerpo porque no había personal que autorizara la salida, fue hasta el jueves que pudieron seguir con los trámites.

    Exige colectivo justicia y reparación del daño

    Las familias de Ulises e Israel vivieron semanas de angustia, con la esperanza de encontrarlos con vida, pero aunque sus cuerpos habían sido localizados apenas unas horas después de que los desaparecieron, la Fiscalía nunca dio informes.

    En el caso de Israel, la Fiscalía tardó 72 horas en entregar el cuerpo ya identificado por la familia, pero la información sobre la muerte sigue siendo contradictoria.

    El colectivo Buscadoras reprobó la falta de comunicación entre las Fiscalías Regionales, la negligencia de la Fiscalía General del Estado para la identificación forense y exigieron:

    Que la Fiscalía reconozca la crisis forense en la que se encuentra en la entidad

    Que la Comisión Estatal de Búsqueda establezca junto con la Fiscalía un plan urgente de identificación y reconocimiento de las personas que se encuentran en los servicios forenses. Es urgente un laboratorio exclusivo para identificar en el menor tiempo posible los cuerpos.

    Que la Procuraduría de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato inicie una investigación profunda en ambos casos que concluya la posible participación de autoridades en la desaparición, las omisiones de la autoridad ministerial y la posible colusión de funcionarios de la Fiscalía.

    "Exigimos justicia, reparación del daño y medidas de no repetición".

    16 de agosto de 2020, 16:30

    Explora más contenido de este autor

    Descubre más artículos y perspectivas únicas

    Cargando interacciones...