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12/5/2025
Pruebas COVID-19 VIP en la ciudad deportiva de León: una larga espera para ver llegar a los privilegiados

Pruebas COVID-19 VIP en la ciudad deportiva de León: una larga espera para ver llegar a los privilegiados

Se aplican de 25 a 30 pruebas diarias y muchas personas que se forman desde la madrugada, no las alcanzan por la llegada de solicitantes con recomendación

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    Ana y Fátima tienen ahí desde que el sol anunció su llegada. Según dicen, hay personas con tres o hasta cuatro días que aguardan pacientes la aplicación de la prueba de coronavirus. Hay otras más que, trasnochadas, reclinan su cabeza con desaliento sobre los barrotes de la barda perimetral. Una larga hilera de pies cansados, asientos improvisados y bicicletas se extiende a lo largo de la banqueta que da su frente al bulevar Adolfo López Mateos. Cincuenta almas, quizá más, quizá menos, y contando. En orden unas detrás de otras, con la distancia oficial de por medio.

    La Deportiva Estatal “Enrique Fernández Martínez” de León aplica la prueba de COVID-19 en pleno regreso a la normalidad con semáforo en rojo. Una normalidad que congrega de forma simultánea personas y automóviles en el espacio público, regresando juntos a sus niveles de movilidad. Se aplican sólo de 25 a 30 pruebas y la mitad de la gente formada no lo sabe. Esperan su turno sin preguntar. Llegan unos detrás de otros a formarse disciplinadamente, sin santo y seña. Mujeres y hombres, niñas, niños, jóvenes, personas de todas las edades. El virus no distingue perfiles sociodemográficos, pero la aplicación de las pruebas es artificio humano. Al final, el virus parece más democrático que su diagnóstico.

    Un guardia de seguridad monitorea la calle tomando datos de quienes llegan. Pregunto por los horarios de apertura y me pide mis datos a cambio; un trueque razonable.

    –“El personal de salud sale a las 9:20 am y el servicio de pruebas está disponible para la ciudadanía de forma gratuita desde el inicio de la contingencia sanitaria”, sentenció ante mis preguntas.

    En días pasados personal del Teatro del Bicentenario tuvo que acudir a realizarse la prueba, al estar en contacto con personal de TV4 contagiado. Fotos: Pinche Einnar
    En días pasados personal del Teatro del Bicentenario tuvo que acudir a realizarse la prueba, al estar en contacto con personal de TV4 contagiado. Fotos: Pinche Einnar

    Las personas en fila se inquietan llegadas las nueve y pico. Alrededor de las 9:30 am personal de salud se dispone a recabar la información de los dolientes. Hay personas graves, decaídas, apenas y pueden sostenerse. Tosen, se quejan, observan alrededor. Dan unos pasos y regresan en su mismo sitio. En los primeros lugares de la fila, las miradas de angustia. En los últimos, de incertidumbre. Llegan como avispas a la miel. Transeúntes y visitantes se acercan desorientados, sin advertencias oficiales, sin letreros que digan “Zona de alto contagio” o algo. Nada.

    Como según el gobierno y su plan de reactivación la pandemia está bajo control, la gente se acerca a preguntar si las instalaciones deportivas están abiertas. En la banqueta se mezclan personas contagiadas y todo tipo de legos de la epidemiología. Como nosotros, los reporteros, sin dimensionar los riesgos de estar ahí. Ni el cubrebocas quita la sensación de desnudez, de fragilidad. De reporteros nos convertimos en personal preventivo.

    –“Señor, no se acerque. Hay gente enferma de coronavirus”, le dijo una compañera reportera a un hombre de edad avanzada que se acercó pedaleando a la cola de contagiados.

    Las módulos móviles de monitoreo de coronavirus están abiertos al público y se puede solicitar una prueba siempre y cuando se cumpla con los síntomas básicos: fiebre, dolor de cabeza, tos y/o dolores. El porte de quienes esperan la prueba es variado, unos visiblemente con complicaciones, otros no.

    –"Yo pasé una lista del personal del teatro, pero no sé cómo sea el protocolo" –dijo Jaime Ruiz Lobera, director del Teatro Bicentenario, que se mostraba intacto. “A mí me hablaron a las 8:20 de la mañana y me dijeron que hoy tenía que venir. Entonces, simplemente estamos aquí y ahorita acaban de salir unas señoritas, pero no sabría decirte de la manera de atención", subrayó.

    El personal de salud –dice– accedió a hacerles las pruebas y recibieron la lista de sus trabajadores sin cortapisas. Inmediatamente el escenario cambió entre los pacientes. En la cola comenzaron los murmullos y se rompió la distancia oficial. De las cuatro funcionarias de salud tomando datos de los expectantes, dos de ellas se concentraron en recabar datos de Ruiz Lobera y sus trabajadores. Las otras dos comenzaron a reunir información en la fila general, que ya para las 9:45 am había casi duplicado su extensión.

    –"O sea, que dónde se saca la cita y no nos dicen. Hay gente de aquí que ya van cuatro días seguidos que han venido y no los atienden. Hay gente que dice que no los atienden y que no alcanzan porque primero están los citados. No nos han dicho dónde sacar las citas", dijo Ana, que observaba a la distancia cómo la comitiva de trabajadores del Teatro saltaba varios lugares en la fila hasta formar una cola aparte. Tan improvisada como la estrategia oficial contra la pandemia.

    Eran siete personas del Teatro enviadas por las instancias de salud municipal, 10 el día anterior, según Ruiz Lobera; todas estuvieron en contacto con el personal de TV4 ya contagiado desde la presentación del Plan Estatal de Reactivación Guanajuato. Otros eventos privados que acontecen en el recinto, agendados desde arriba, no les preocupan, dijo Ruiz.

    No son tantas las matemáticas. Veinticinco pruebas se aplican en total al día, ¿menos siete pruebas por capricho de postcampaña? La cuentas no dan para quienes tienen días esperando. La fila seguía creciendo y la afluencia en la calle también. Aquel hervidero de enfermos no se distingue de una fila de banco en la mitad de la calle. Los lugares entre personas se comienzan a estrechar conforme avanza el reloj. Las cuatro mujeres toman los datos, pero aquello es insuficiente para brindar más ayuda, agua, medicamentos, información. Hay gente grave. Si sumaste cuatro días de espera para la prueba y dos para la entrega de un diagnóstico positivo, llegaste a días críticos si tu cuadro clínico es de riesgo.

    La impaciencia aumenta en proporción a los contagios que ya rebasan los 3 mil en Guanajuato, según datos oficiales. Las unidades móviles de monitoreo de coronavirus parecen insuficientes para satisfacer la demanda de personas en busca de un diagnóstico. Pero si impera la discrecionalidad, ¿qué podemos esperar? Vamos a ciegas.

    8 de junio de 2020, 03:10

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