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Tragedia e irresponsabilidad en Sapal: cinco víctimas en accidente laboral
La queja fue unánime, "nos enteramos por los medios, por los reporteros, por Facebook, nadie nos dio la cara, nadie apareció en casa para decirnos ¿Qué esperaban?..."
Por Iván Rivera / SOY BARRIO
La noche del viernes 13 de noviembre estará marcada como un viernes de tragedia, desolación e incertidumbre en los familiares de jóvenes que buscando el sustento de sus familias, encontraron la muerte.
Todo comenzó marcando el reloj las 07:12 de la noche del viernes, al menos cinco jóvenes trabajadores en edades de los 18 a los 22 años, estaban laborando al interior de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de SAPAL, ubicadas sobre las calle Monte Carmelo en la colonia Arroyo Hondo, muy cerca de las vías del tren, en una zona industrial.
Los jóvenes eran trabajadores de SAPAL que se encontraban movilizando una serie de tambos y bidones que habrían contenido productos químicos, los mismos utilizados para llevar a cabo el proceso químico que permite que las aguas residuales de la industria de la curtiduría leonesa, sean saneadas para un posterior uso más industrial.

En algún momento entre las 07:00 y las 08:00 de la noche, los cinco jóvenes dejaron de tener comunicación con sus superiores y compañeros de otras áreas de la planta.
Suponiendo que algo estaba mal, más trabajadores averiguaron con tristeza que sus compañeros habían sufrido un accidente que les arrebató la vida.
Según trascendió entre trabajadores de SAPAL, el químico que habrían estado movilizando, hizo reacción con algún otro químico que al mezclarse fraguó una mortal nube tóxica que al ser inhalada por los trabajadores, les quitó la vida.
Luego de descubierto el mortal escenario, en la planta todo pasó a un viernes negro, permeado únicamente por la falta de protocolos de actuación, de atención y sobre todo por una nube de ingobernabilidad gubernamental.
Los directivos de la planta trataron de calmar la oleada de reclamos laborales, emanados por los trabajadores que con incertidumbre querían saber qué había sucedido con sus compañeros, para ello recurrieron a la empresa de seguridad privada CYCRESA cuyos vigilantes habrían tratado en primera instancia de contener a los trabajadores.
Luego la dirección de SAPAL al estar enterada del accidente, trató de mantener la situación bajo estricto control mediático, evitando la fuga de información temprana, ayudándose con Policías, elementos de Bomberos y de Protección Civil bajo un estricto sigilo.

Una vez apostadas las autoridades en el sitio, comenzaron a tratar de averiguar qué había sucedido, pero un pequeño detalle alarmó a los bomberos.
Según se pudo averiguar, cuando entraron en el sitio del siniestro, divisaron líquido tirado en el suelo, esparcido como una gran mancha. Para tratar de evitar el contacto usaron tierra para formar un pequeño puente que permitiera el paso, pero cuando pisaron la tierra húmeda con sus botas de trabajo, vieron que estas comenzaron a derretirse.
Al saber la situación, fue llamado un grupo de bomberos con más equipo, y sobre todo equipo especializado para derrames químicos.
Así los bomberos pudieron ingresar a la zona del siniestro sin aparente mayor riesgo a su salud, pero faltaba lo más importante, saber qué tipo de líquido estaban manejando y segundo, rescatar los cuerpos, era evidente que ya no podrían reanimarlos.
Mientras estas maniobras sucedían, trascendió lo que ocurría en SAPAL. La prensa se fue acercando y con escasos datos comenzó una ola de información apegada a la realidad: cinco fallecidos en la planta de desbaste.
Derivado de las transmisiones periodísticas de medios comunicación, familias enteras comenzaron a llegar a las inmediaciones de la planta, todos con la firme intención de saber que había ocurrido, pero con la esperanza de saber que sus familiares estaban con vida, para algunos la muerte había llegado y querían saber cómo y por qué.
Pasaron las horas, nadie en la zona decía nada, por dentro los vigilantes resguardando la entrada, por fuera camionetas llenas con personas llorando por que sus familiares no les contestaban llamadas ni mensajes.

Y así dieron las 02:00 de la mañana, algunas personas fueron requeridas en las instalaciones, luego de media hora de diálogos alejados de la reja que marca el inicio de la propiedad, la noticia llegó, les habían notificado que sus familiares estaban fallecidos, después de eso la incertidumbre volvió, ¿cómo vamos a recuperar los cuerpos de nuestros hijos? Era la pregunta generalizada.
Las autoridades tampoco sabían la respuesta, pues con el tipo de líquido derramado había la posibilidad de que este tuviese que ser tratado de otra manera y con otro equipo, además, los cuerpos estaban llenos de este y era prácticamente imposible moverlos como se varía en cualquier otro escenario.
Según narraron algunas personas que tenían un familiar finado, las autoridades les explicaron que la recuperación de los cuerpos sería algo complejo pues no podrían cargarlos y quedaba la opción de jalarlos, pero las cuerdas se rompían y no había una manera más sencilla de hacerlo, la intención era jalarlos para que pudieran ser movidos a otro sitio.
Dieron las 03:00 de la mañana, los familiares ser retiraron con su dolor a cuestas, nadie los atendió, solamente les confirmaron el deceso. La queja fue unánime, «nos enteramos por los medios, por los reporteros, por Facebook, nadie nos dio la cara, nadie apareció en casa para decirnos, ¿que esperaban?» narró una mujer en llanto franco.
Fue hasta las 04:10 de la mañana del sábado, que comenzaron a salir unidades de emergencia, bomberos, protección civil, policía, agentes ministeriales, incluso unidades de la empresa de seguridad privada de la empresa que resguarda la planta comenzaron a retirarse; la unidad del SEMEFO salió hasta las 04:12 de la mañana con los cadáveres de los trabajadores.

Este texto se publicó originalmente en el sitio de SoyBarrio.com, en este enlace.
Apenas el pasado 28 de septiembre, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) anunció que se haría cargo de la administración de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales y el Módulo de Desbaste, luego de que cinco días antes finalizara la concesión por 20 años de la empresa Ecosys, como parte de un proyecto de saneamiento integral.
Si bien, la inversión sería superior a los mil 500 millones de pesos, “Hoy tenemos la posibilidad de que el equipo operativo de Sapal implemente aquellos proyectos que ha venido desarrollando en las plantas periféricas (…) Esperamos estar ahorrando cerca de 50 millones de pesos al año”, declaró entonces Jorge Ramírez Hernández, presidente del organismo.
En ese mismo comunicado de prensa se informó también que desde la Comisión de Contraloría del Ayuntamiento darían puntual seguimiento al estado en el que se recibieron los equipos y las instalaciones.
Por un lado, Ecosys denunció que Sapal incumplió durante los últimos seis años con entregar agua bajo los parámetros convenidos, lo que repercutió en daño a los equipos y las instalaciones y por ello demanda una reparación de varios cientos de millones de pesos. Sapal simplemente dijo que el agua no fue tratada de acuerdo a lo convenido y culpó a la planta, ante denuncias de ambientalistas recogidas por la prensa, de contaminación aguas abajo en la cuenca del río Turbio.
14 de noviembre de 2020, 10:01
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