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12/14/2025
Trasnacional General Mills intenta ocultar contagios de COVID-19, pero 3 positivos obligan a medidas tardías

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Trasnacional General Mills intenta ocultar contagios de COVID-19, pero 3 positivos obligan a medidas tardías

La planta da empleo a 680 personas, pese a ello retrasó aviso a autoridad sanitaria; líder cetemista Hugo Varela asegura que "todo está bajo control"

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    * Con información de Edith Domínguez y Verónica Espinosa

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    el testimonio de una trabajadora.

    “Esfuerzo Obrero” se llama la colonia donde se ubica la planta de General Mills en Irapuato.

    Tras los muros de esta sede de una de las 20 compañías más importantes de los Estados Unidos en el ramo de procesamiento de productos alimenticios, entre sus 680 trabajadores, mujeres la mayoría, tres casos de contagio del coronavirus causante de COVID-19 surgieron en medio de la pasividad de los responsables de la planta, la falta de medidas estrictas apegadas a la Fase 3 de la contingencia sanitaria por la pandemia y la evidente urgencia de que las autoridades estatales y federales (en este caso) actúen con mayor rigor en la supervisión de la industria que permanece activa para la prevención de casos.

    Desde hace más de 10 días, los directivos conocieron de primera mano que una de sus empleadas presentaba síntomas. El médico de la misma planta ordenó enviarla a su casa para mantenerse en aislamiento, aunque no la refirió al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sino a una clínica particular, presuntamente para que le aplicaran la prueba para confirmar o descartar el contagio de la pandemia.

    Hasta el lunes 27, nadie supo, nadie sabía. Pero adentro, la preocupación comenzó a cundir entre el personal, y se hizo pública a través de una voz que al exterior difundió lo que adentro se temía, lo que estaba ocurriendo.

    Fotos: Edith Domínguez
    Fotos: Edith Domínguez

    Ese 20 de abril, al conocer el reporte del médico de que la trabajadora presentaba síntomas del COVID-19, la empresa efectivamente la envió a su casa para que permaneciera en aislamiento. Pero envió también a otros 10 trabajadores con quienes había tenido contacto.

    El día 26, sin haber realizado la prueba de COVID-19 y sin tener los resultados, el gerente de General Mills, Julio Luna, giró una circular en la que afirmó: “uno de los empleados de nuestro equipo ha dado positivo en la prueba de COVID-19. Dicho empleado ha buscado atención médica y está siguiendo el consejo médico”. Copia de esa circular está en poder de POPLab.

    También se intentó tranquilizar a los más de 600 trabajadores. “Tengan la seguridad de que estamos trabajando con el equipo dedicado a revisar todo lo relacionado con Coronavirus de General Mills y con expertos médicos para asegurarnos de que nuestros empleados están protegidos contra el COVID-19 durante este tiempo de crisis”.

    Según la empresa, se había tomado ya una serie de medidas, como la sanitización de “las áreas afectadas”; se realizaría una investigación exhaustiva “para determinar el riesgo de exposición de otros empleados”, además de la aplicación del distanciamiento social y la dotación de cubrebocas al personal.

    A las y los trabajadores les recomendaron lavarse las manos, el estornudo de etiqueta. Pero también los conminaron a que, en caso de presentar gripe o resfriado, “no vengas a trabajar bajo ninguna circunstancia”.

    Fue en parte por este comunicado, colocado en la pizarra informativa de la empresa, como se expandió la noticia -y la preocupación- por el supuesto brote del coronavirus en General Mills.

    Para el lunes 27, la alarma que permeaba hizo que trabajadores se negaran a entrar a la empresa y amagaran con un paro, ante el temor de que no se contara con las medidas de prevención y de protección suficientes, y el desconocimiento del número y origen del contagio entre los mismos compañeros, si se había aplicado alguna prueba y si se conocía el resultado de la misma.

    El descontento, según algunas versiones de trabajadores que se hicieron llegar a POPLab, alcanzó a la representación sindical prácticamente ausente, a cargo de la Confederación de Trabajadores de México, la CTM.

    Esta organización entró apenas en julio del año pasado a representar al personal, desplazando al sindicato anterior precisamente por el compromiso asumido de “velar por los derechos y que se respeten las condiciones de trabajo y derechos sindicales contractuales” de los agremiados en General Mills.

    En una reunión de los trabajadores con el representante sindical Nasael Vázquez para tratar sus preocupaciones por la pandemia y el temor de un contagio dentro de la planta, la única respuesta que tuvieron de aquél fue que tendrían qué seguir laborando, con todo y que, según algunos testimonios, el propio Nasael había dicho que en caso de que surgiera un contagio entre el personal, la planta pararía.

    “Nos hizo el comentario de que si nos íbamos a descansar solo nos pagarían el 62% del salario porque la empresa insiste en seguir laborando o que de lo contrario, si nos mandan a nuestras casas, sólo se pagaría ese porcentaje salarial. Sabemos que por ley mínimo el primer mes de la cuarentena debería de ser al 100%. No sé si lo diga para intimidar, para que desistan de irse a sus casas y así presionar para que sigamos trabajando, dándonos tan poco porcentaje”, narró en un testimonio uno de los trabajadores.

    “La empresa dice que la salud es lo principal, cuando está poniendo su producción antes que la salud de los empleados”, externó.

    Empleados describieron que hay áreas en las que en espacios reducidos se concentra hasta a 12 personas, sin el distanciamiento, sino prácticamente hombro con hombro.

    “Han puesto unas mamparas con hule para no estar en contacto con la persona que está a nuestro lado o enfrente de nosotros como control (pero) nos preocupa saber que estamos trabajando en un lugar donde hay infección y salir a nuestros hogares”.

    A manera de “estímulo” la empresa ofreció 50 pesos diarios extras a operadores, 35 pesos a montacarguistas y 25 pesos a trabajadoras de servicios generales. “¿Si me enfermo esos 50 pesos me van a salvar la vida?” refirió en su testimonio un trabajador.

    General Mills, por cierto, es un corporativo que a nivel mundial vende miles de millones de dólares de las 100 marcas de sus productos en el ramo de alimentos, entre las que figuran Yoplait, Gigante Verde, Fibra Uno y Häagen-Dazs. En Francia figura entre los 10 principales grupos de productores y en Estados Unidos -su sede de origen- entre las 20 empresas más importantes.

    De los más de 43 mil trabajadores que tiene en sus sedes en el mundo, 680 laboran en la planta de Irapuato.

    No es un caso… sino tres

    Por fin, una vez que la situación trascendió a la planta, transcurridos siete días, la Secretaría de Salud de Guanajuato envió a personal de la Jurisdicción Sanitaria 6 con base en Irapuato, a realizar una visita, con orden de verificación sanitaria en mano.

    Ahí, tras entrevistarse con los directivos de la empresa, las autoridades de salud del estado se dieron cuenta de que no había información en expedientes médicos de los posibles casos, sino un aviso de la trabajadora y del médico y un seguimiento hecho por teléfono.

    En una primera información proporcionada por el área de Comunicación Social de la Secretaría de Salud, se dio a conocer que personal de Epidemiología de la Jurisdicción se entrevistó con el médico de General Mills y así conoció que éste no canalizó a la persona con el presunto contagio al IMSS, sino a un laboratorio privado donde le practicarían la prueba.

    “La paciente fue visitada por el epidemiólogo de CAISES Colón en Irapuato, para seguimiento de caso, toma de muestra, estudio epidemiológico y revisión de contactos. Se realizó toma de muestra a la paciente y a su familia con quien vive. Los tres actualmente asintomáticos”.

    En este reporte, la Secretaría de Salud confirmó que se aplicó la prueba a la persona presumiblemente enferma, misma que efectivamente dio positivo al coronavirus.

    Pero en cuanto a los otros 10 trabajadores de la planta aislados por ser contactos, fueron visitados en sus domicilios y se consideró que, debido a que éstos estaban asintomáticos, no se les aplicaría la prueba y más bien se les haría monitoreo.

    En la visita a la empresa, la SSG constató que se estaban ejecutando las medidas preventivas por la contingencia, por lo que se concluyó que ésta puede continuar operando.

    Pero el jueves 27, la versión de la Secretaría de Salud ya fue otra. No eran uno, sino tres los casos detectados entre el personal de General Mills. Tres de los 38 casos hasta este jueves confirmados en Irapuato (que tiene además 39 en investigación).

    “Estaban inicialmente asintomáticos. Siguen asintomáticos, pero de todas formas se les hizo la prueba a los 10 contactos, se tuvo el resultado ayer por la tarde-noche. Dos salieron portadores del virus”.

    Aquí el punto, según un vocero de la SSG “es que se cortó la cadena de contagio, toda vez que desde el 20 de abril la misma empresa mandó en aislamiento a los trabajadores y la señora, sin contar con el diagnóstico porque en ese momento no lo tenían”.

    Se aseguró que “no hay otro riesgo mayor (en la empresa) porque desde entonces a la fecha no ha habido ninguna otra persona que registre alguna sintomatología similar. Digamos que la cadena de contagio se cortó, o se delimitó, más bien”, además de que se insistió en que los directivos de la empresa cumplieron con “todos los lineamientos”.

    ¿Y la CTM? Su dirigente estatal, el diputado local Hugo Varela, dice no saber si la persona enferma “(se) contagia en el camión, en su casa, en un mercado…”.

    De lo que sí dijo estar al tanto es de la preocupación que la situación generó entre el personal de General Mills. “Esto alarmó a los compañeros pidiendo que se sanitice la empresa, situación que se hizo; pedimos las mejoras de seguridad para los trabajadores y mucho menos obligar a un trabajador a entrar a un lugar donde no quiera entrar a trabajar”(sic).

    Hugo Varela afirmó que fue hasta que se presentó la secretaría del trabajo de la CTM para revisar que se tuvieran las condiciones adecuadas “que regresaron a trabajar. La CTM está en comunicación constante con el Seguro Social para que se atiendan este tipo de casos. Checamos que la empresa está haciendo la medida correcta, le dimos seguimiento en el Seguro Social”, que no había sido ni enterado, al menos hasta el lunes 27.

    30 de abril de 2020, 15:45

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