POPLab Logo
12/14/2025
PRIDE: ¿Realmente somos libres?

PRIDE: ¿Realmente somos libres?

Nuestra identidad sólo ha podido ser avalada cuando nos movemos colectivamente

Cargando interacciones...

    Por Brenda Orozco Hernández*

    Es junio, el mes del “Pride”, un día que se remonta a los disturbios de Stonewall en Nueva York, que tuvieron lugar el 28 de junio de 1969, el cual fue el inicio de la lucha por los derechos de la comunidad reconocida en ese entonces como GL (gays, lesbianas). Con el tiempo se fueron agregando más letras gracias a que las personas que no se identificaban como gays o lesbianas reclamaron su lugar dentro de la comunidad hasta que se convirtiera en lo que hoy conocemos como la comunidad LGBTIQ+.

    En los últimos días nuestras redes se tapizan con arcoiris: la comunidad LGBTIQ+ celebra la “liberación”.

    El costo de sentirse libre

    En el sexenio de Enrique Peña Nieto hubo más de 400 asesinatos de personas de la comunidad LGBTIQ+ en México, por motivos que tenían que ver con su identidad sexual, género u orientación sexual.

    Cuántas veces no hemos escuchado a alguien diciendo “Apoyo a la comunidad LGBTIQ+, pero no deberían de adoptar, de casarse, de vestirse de esa forma, de dar muestras de cariño en público…”

    “¿Por qué caminas como machorra?”

    “Lo que necesitas es conocer a un hombre de verdad para que se te quite lo lesbiana”

    “No pareces gay”

    “Eres muy bonita para ser lesbiana”

    “No puedes ser hombre, eres mujer”

    “No eres una mujer trans lesbiana, eres un hombre heterosexual”

    “¿Eres bisexual? Estás confundida”

    Tenemos que “salir del clóset” para poder sentirnos libres, y al hacerlo estamos conscientes de que podemos perder muchas cosas en nuestra vida: la familia, amigos, trabajo, derechos…

    En pleno 2020 hay más de 70 países que penalizan las relaciones sexuales con personas del mismo sexo. Solo en 30 países está permitido el matrimonio igualitario, en otros se prohíben las llamadas “Terapias de conversión”, México no es uno de ellos.

    Hace unas semanas por primera vez en el estado de Guanajuato se conoció a la primera pareja homoparental que logró adoptar a un pequeño de 4 años después de un largo proceso y a pesar de las “trabas”. Después de que esta noticia se dio a conocer en redes sociales, los comentarios de odio hacia la pareja no tardaron en aparecer: “van a violar al niño”, “necesita el amor de una madre”.

    Foto: Brenda Orozco
    Foto: Brenda Orozco

    Con los años, las personas de la comunidad han tenido que vivir acostumbradas a ser discriminadas, a creer que es normal recibir insultos, a saber que si se comportan de cierta manera van a ser juzgadas e incluso golpeadas. No existe la libertad: vivimos normalizando todas las formas de violencia, no solo la física; la represión ha hecho que vivamos una vida ficticia para poder llegar a lo que queremos ser o por lo menos a tener una vida más o menos tranquila. Esa misma represión nos obliga, algunas veces, a buscar ayuda psicológica para poder aceptarnos o aceptar que los demás no lo harán.

    No estamos enfermos, no estamos confundidos, no es una moda; nadie quiere pasar por algo tan violento, desesperante y triste solo por seguir una moda. No queremos ser usados como estrategia de marketing; queremos vivir libres, sin miedo, sin vergüenza… queremos poder ser honestos al menos con nosotros mismos, y a pesar de los demás.

    Foto: Luis Mendoza.
    Foto: Luis Mendoza.

    Este mes se ha convertido en el mes del orgullo, nuestro espacio seguro para visibilizarnos, para exigir nuestros derechos, para gritar que aquí estamos, para poder ser quienes realmente somos aunque sea por un día.

    * Brenda Orozco Hernández, originaria de León Guanajuato. Estudiante de noveno cuatrimestre en la carrera de Comunicación. Fotógrafa. Interesada en temas de género.Twitter: @brelorhd

    27 de junio de 2020, 20:59

    Explora más contenido de este autor

    Descubre más artículos y perspectivas únicas

    Cargando interacciones...