Por Raymundo Sandoval

El 04 de agosto, la periodista Analy Nuño publicó para el proyecto Dónde van los desaparecidos una investigación que documenta que 12 personas buscadoras de personas desaparecidas han sido asesinadas en México (Ver investigación). A Analy, le falta documentar un asesinato que no se hizo público hasta un año después de que sucediera, se trata del asesinato de la buscadora Rosario Zavala Aguilar, que perdió la vida a manos de hombres armados que le dispararon a quemarropa la madrugada del 16 de octubre de 2020.

Rosario buscaba a su hijo, Yatziri Misael Cardona Zavala quien fue desaparecido por hombres armados en su propio domicilio ubicado en León, Guanajuato el 23 de diciembre de 2019. Yatziri tenía 16 años cuando fue desaparecido. La Fiscalía activó la alerta AMBER en el caso casi un mes después. Rosario lo buscaba incansablemente desde el día de su desaparición, sospechaba que Yatziri había sido reclutado de manera forzada por grupos delincuenciales, por eso lo buscaba en vida; aunque formaba parte de un Colectivo de Búsqueda, no participaba en las búsquedas generalizadas que comenzaron institucionalmente en julio de 2020.

La familia de Rosario solicitó el acompañamiento de la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato desde el primer momento del asesinato, ya se había documentado la desaparición de Yatziri desde principio de 2020 cuando Rosario se integró a los Colectivos de Búsqueda, incluido el conocimiento de diversos allanamientos en su domicilio cometidos por la Guardia Nacional en julio de ese año realizados a causa de supuestas denuncias anónimas; se desconoce si esas denuncias fueron sembradas por la Fiscalía General del Estado, cuyos Ministerios Públicos y Agentes siempre fue más proclives a investigar los antecedentes penales de Rosario que la desaparición de Yatziri. La queja contra la Guardia Nacional fue canalizada a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que después de un año no ha mostrado avances en su investigación.

Cortesía: Fred Ramos.

Unos días después del asesinato de Francisco Javier Barajas, la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato solicitó vía la Secretaría de Gobierno una reunión con el Fiscal General del Estado para revisar el avance de las dos carpetas de investigación, tanto en la desaparición de Yatziri como en el asesinato de Rosario y ésta nunca se confirmó. Parece que a la Secretaría de Gobierno protege políticamente a la Fiscalía de este tipo de casos.

Ya en mayo de este año el mismo titular de la Procurador de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (PDHEG) recibió a la familia de Rosario para iniciar una nueva queja contra las omisiones de la Fiscalía General del Estado (FGE) y hasta ahora se desconoce cuáles son los informes que la institución ha presentado ante la Procuraduría. Hay que recordar que Rosario impulsó todavía en vida, diligencias ministeriales para que carpetas que pudiesen estar relacionadas con la investigación de la desaparición de Yatziri, fueran relacionadas entre sí. Eso no sucedió, esa omisión debe ser ahora investigada por la PDHEG.

El asesinato de Rosario Zavala no se hizo público debido a que la familia temía por su integridad, una de las primeras acciones de Jaime Rochín como recién electo Presidente de la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEAIV) fue solicitar medidas cautelares en el caso; ahora la familia ha decidido que Alberto Pradilla, quien documentó el caso por más de un año, lo haga público a través de un reportaje, una columna y un video. La PDHEG, la CNDH y la FGE tienen un pendiente con la justicia en ambos casos, que reflejan una triple violación a derechos humanos: la desaparición, la criminalización de las víctimas indirectas y la impunidad frente al asesinato de una buscadora, el primero en Guanajuato. Ya la ONU y diversas organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos han expresado su preocupación sobre la seguridad de las buscadoras en todo México, pero especialmente donde han asesinado a dos personas sin que la FGE señale si el asesinato estuvo relacionado con su labor de búsqueda.

Exigimos justicia para Yatziri y para Rosario.