El 09 de enero de este año, Miguel Concha Malo, mejor conocido como Don Miguel, murió en la Ciudad de México. Una faceta poco conocida de Don Miguel es la de acompañante solidario de los procesos locales, en el caso particular de Guanajuato estuvo especialmente interesado en conocer las causas y los efectos de la violencia desde el incremento exponencial que ésta registró desde 2016.

Don Miguel escribió varios textos sobre Guanajuato, siempre apoyando las posturas de las víctimas. Así en abril de 2020 apoyó la eliminación de la categoría de persona no localizada que propusieron las familias durante la discusión de la entonces iniciativa de Ley de Búsqueda. Gracias a la presión social que se hizo en su momento, incluido el apoyo de Don Miguel, Guanajuato pasó a ser la tercera entidad federativa que eliminó esta categoría.

Como buen sociólogo, Don Miguel siempre tuvo lecturas de la realidad que adelantaban escenarios de crisis. Así en diciembre de ese mismo año, dio la bienvenida al Colectivo “Dónde están Acámbaro” del municipio del mismo nombre, que como representante de la exigencia de un grupo amplio de familias de personas desaparecidas encabezaron una búsqueda en al menos cinco puntos de la localidad. Al momento de la publicación de Don Miguel ), el Colectivo junto con la naciente Comisión de Búsqueda del Estado de Guanajuato realizaron uno de los hallazgos más grandes en la entidad en un lugar conocido como “El Cerro del Toro”: más de 104 bolsas negras con cuerpos desmembrados. Han pasado más de dos años y la Fiscalía del Estado no ha terminado de entregar estos “tesoros” humanos. Un equipo de personas voluntarias que acompañaron esa búsqueda presentaron a nombre de la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato, un informe de la búsqueda, en el que se consigna la petición de asistencia técnica internacional para procesar el hallazgo, solicitud que fue ignorada por la Fiscalía local y el Gobierno del Estado. También Don Miguel escribió recientemente sobre el contenido de la legislación local en lo que corresponde al derecho a la memoria en un análisis comparativo nacional.

La muerte de Don Miguel fue una pérdida sensible para el movimiento nacional de los derechos humanos, lo mismo que para los movimientos que se enfrentan a narrativas oficiales impuestas desde lo local que impiden colocar temas en la agenda. Don Miguel lo sabía y siempre estuvo interesado en lo que pasaba en El Bajío. Lo extrañaremos.