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12/14/2025
Aguascalientes el gigante, pero del estrés hídrico

Autores:

Saúl Flores
Saúl Flores

Aguascalientes el gigante, pero del estrés hídrico

Aunque el gobierno promueve a Aguascalientes como un gigante, la realidad es surrealista: escasa agua, baja precipitación pluvial y un modelo económico excesivo que agota este recurso no renovable.

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    Estimados lectores continuamos con la temática abordada la semana pasada en la que mostré a ustedes el rezago con respecto a la concepción de lo que es la “seguridad nacional” algo más allá de la visión miope y oportunista de las élites de poder que lo asumen como seguridad del gobierno y del grupo en el poder. También recordarán que el agua de conformidad con el Artículo 14 Bis 5 de la Ley de Aguas Nacionales es un apartado de la seguridad nacional, no se pone en riesgo a un grupo de poder, se considera el agua que en caso de escasear en calidad y cantidad ponen en riesgo a la población por ende a la nación.

    Amable lector también usted habrá escuchado otro concepto relacionado, me refiero a la “seguridad hídrica”. La página del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua lo define como: “La capacidad de una sociedad, para disponer de agua en cantidad y calidad aceptable para su supervivencia y la realización de diferentes actividades recreativas. Asegura la estabilidad económica de una sociedad tomando en cuenta los cambios climáticos y la contaminación ambiental producida por los seres humanos que afectan directamente al agua”.

    Bajo este concepto vayamos ahora a reflexionar en torno a la realidad que vive la región que comprende el Bajío Occidente, conformada principalmente por las siguientes entidades federativas: Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro, que aunque no forma parte pero San Luis Potosí padece una situación extrema, estas cinco entidades federativas padecen un estrés hídrico elevado, debido a su ubicación geográfica que se traduce también en condiciones climáticas por ende en las precipitaciones pluviales, a esto podemos sumar la situación de la explotación de agua, porque es una zona con alta densidad poblacional y alta productividad.

    Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro también forman de la Cuenca Lerma Chapala, en la que también están incluidos Michoacán y el Estado de México, debo hacer aquí un paréntesis, si bien Michoacán cuenta con un alto potencial agrícola, pero suele tener mayores precipitaciones en ciertas zonas y por otro lado, el Estado de México también con una alta densidad poblacional y explotación industrial del recurso agua, se está padeciendo una situación crítica como ya se habrán enterado y esto se matiza con la baja precipitación pluvial de este año. Ya ni hablar de la Ciudad de México y la raquítica situación que vive el Sistema Cutzamala. En síntesis, podemos darnos cuenta de que este corredor central del país vive una situación que implica tener en cuenta los criterios de la seguridad nacional y la seguridad hídrica.

    En el caso Aguascalientes una entidad que el grupo político en el poder “vende” como el gigante de México, padece situaciones surrealistas, a pesar de la baja disponibilidad notoria a la que se le adiciona la escasa precipitación pluvial y el exagerado modelo económico que consume agua, que a cambio no existe diseño alguno de otro modelo de generación de riqueza que sea sustentable, recuerden amables lectores, que este estado no puede apostarle a la producción de más bienes que consuman agua en sus procesos, no podemos exportar agua virtual, debemos ser importadores de agua virtual, además los tratados de libre comercio que tiene el país, nos tienen puesta la mesa para ser generadores de servicios e inversiones. Aunque lamentablemente se tienen empresarios obtusos que no pueden diseñar otro modelo, incluso las propias autoridades responsables del desarrollo económico están por la misma situación, la apuesta actual es hacer obra, construir y desarrollar, maquilar y punto. Con esas prácticas el agua se terminará más pronto, pareciera que se apuesta a explotar el acuífero que está por decirlo ubicado abajo del actual, no pierdan mis lectores este comentario ya que en las próximas semanas los abordaré por que hay especialistas que cuentan con estudios que así lo acreditan, sin embargo, esto no es para echar campañas al vuelo, extraer agua de más profundidad trae consigo mayores riesgos, ya se los comentaré después, el porque debe existir cautela. Y el empresariado que no tiene gratos recuerdos del expresidente José López Portillo, pareciera que quieren emular eso que alguna vez dijo “administrar la abundancia” después del descubrimiento de los yacimientos de petróleo de Cantarel. -no repitamos esa triste historia.

    En algunas ocasiones les comenté la ausencia de una política y visión hídrica en la región y de la cual Aguascalientes ha sido el más claro ejemplo de lo que no se debe hacer, pareciera ser el “gigante” pero de la ingenuidad o irresponsabilidad desde hace algunas décadas. Miren por favor esta imagen y en seguida se las explicaré.

    Esta imagen corresponde al fallido proyecto de la presa El Zapotillo, el cual consistió en construir dicha presa para abastecer a la ciudad de León Guanajuato, que padece una situación realmente complicada, un proyecto que después de casi poco más de 15 años se acabó y que tuvo una reacción y movilización social como será la constante en los siguientes y futuros proyectos, por que la autoridad perdió eso, ya no es autoridad, es tan sólo un proyecto de empleo para ganar dinero con obra y retirarse o bien ya no ocupando cargos pero vivir de regalías. Por otro lado, el hartazgo de la sociedad ha llegado a límites que no les queda más que manifestarse, esa situación comienza a vivirse en Aguascalientes tras la quimera llamada MIAA (organismo operador de la ciudad de Aguascalientes), resultado de un berrinche electoral de la entonces candidata a la presidencia municipal Teresa Jiménez y el grupo económico que creo ese proyecto mercadológico político, y en la cual los desarrolladores aludiendo que son el principal cliente de MIAA avalan el proyecto, pero mas que clientes, el cliente es el ciudadano que adquiere una vivienda, los actuales desarrolladores son una forma de “coyotes” pues además son muy sensibles en sucumbir al tráfico de derechos de agua. Al referirme a hartazgo social aún es incipiente, pero se tienen manifestaciones y protestas, por que la autoridad les vendió la idea de que, al concluir Veolia, los usuarios domésticos de agua comenzarían a vivir en el “paraíso terrenal”. La escalada de manifestaciones por inconformidad es ya inevitable, se echo a andar por parte de las autoridades con su actuar y de un sector influyente como el empresariado.

    La ciudad de León se quedó como dice el dicho “colgada de la brocha”, y Aguascalientes sigue con una mala práctica que consiste en exportar sin claridad el agua, vuelvan a ver la imagen, y este proyecto para abastecer a León recibiría agua del río San Pedro, el cual al pasar los límites del estado de Jalisco, cambia de nombre, es el río Verde, bueno y para esto de donde viene el agua del río San Pedro, de los escurrimientos a su paso, viene desde Zacatecas, pero este río padece las consecuencias de la visión monopólica ingenieril de décadas atrás que convirtieron a los arroyos y ríos en extensiones de la red de alcantarillado, vean las avenidas Adolfo López Mateos, Ayuntamiento y otras en que se optó por tapar el río o arroyo para convertirlos en cloacas, les importó más urbanizar o generar vivienda. Se atentó contra la sustentabilidad, bueno este rio recibe agua ni mas ni menos de agua del acuífero, cierto como lo dije que viene con un escurrimiento desde su nacimiento y se acrecienta cuando llueve, pero, el agua que se extrae del acuífero pasa por nuestras casas, la usamos, se va al alcantarillado para luego llegar al colector y al margen del rio, junto con el agua que escurre y así como aquella que es descargada de manera clandestina, llegan a la planta de la ciudad, en lo que se conoce como el Niágara, en dicha planta de tratamiento se recibe y esa agua va para el río Verde en Jalisco y eso iba llegar a la presa El Zapotillo para ser aprovechada por la ciudad de León, en ese escenario Aguascalientes pareciera que no tiene problemas. Este tema lo vengo abordando desde 15 años aproximadamente y hay poco eco.

    Esto es resultado de la negligencia, la última en 1999 con el Acuerdo de Distribución que se determinó este proceder, pero que hizo el gobierno del Estado de ese entonces, que hicieron aquellos que dijeron saber de agua en Aguascalientes, desde el COTAS o Consejo de Cuenca, actuaron como la caricatura de los tres chimpancés, el que se tapa los ojos, el que se tapa los oídos y el que se tapa la boca. Aguascalientes ha padecido una irregularidad en la organización de usuarios ante el COTAS y el propio Consejo, los mismos gobernadores han tenido la errática percepción de que no sirven, incluso sus directores de INAGUA, ni Felipe González, Luis Armando Reynoso, Carlos Lozano, y Martín Orozco, este último menos le interesó, su visceralidad e interés centrado en otros proyectos, desdeño un proyecto real, y mal aconsejado por un funcionario que realmente le hizo daño como su Secretario de Finanzas Jaime González que ahora tiene inmunidad como diputado (juntos con otros impresentables como José Altamira) cuya limitación mental llego al extremo de fusionar al INAGUA, porque este funcionario jamás entendió porque era un descentralizado INAGUA, bueno ya después les platico esta historia, pero jamás entendieron como tratar y apoyar en su organización a los usuarios, algo excepcional fue la organización y apoyo en el Distrito de Riego 01 que originalmente no fue interés de Orozco, pero contra viento y marea se logró el único mérito pírrico de dicha administración, pero que es un avance y debe cuidarse.

    La región demanda un balance hidrológico, pero no cualquier ni tradicional balance hidrológico, aunque digan que ya lo tienen, se necesita ir a depurar dado que la información es sesgada y sin actualizar, a veces alimentada por la mezquindad de algunos exfuncionarios o técnicos que no la comparten consideran como propia esta información, eso es mezquindad.

    La planeación que se ha aplicado es obsoleta y varios modelos elaborados, por que son modelos estadísticos, las cifras amable lector con el transcurrir de los días dejan de ser actuales, día con día se consume agua, el agua no es la misma que se tuvo en el momento de los estudios, esa planeación es la que se conoce como indicativa, se necesita una planeación adaptativa y con modelos dinámicos que se apeguen a lo actual, al momento en que usted este leyendo este párrafo, que estén actualizados al momento en que usted se levante de su cama el día de mañana. Que nos permita predecir que situación prevalece el próximo 01 de enero del 2024, en el 2030, 2040 y 2050, eso amables lectores no son imposibles, eso se logra con matemáticas.

    Aunado a un escrutinio de cifras, lo que nos aporta INEGI es valioso, pero no es suficiente, porque no conocen el sector agua, pero más aún no conocen los vicios de quienes han trabajado o trabajan en el sector hídrico, y lo menciono por que he estado adentro del sector en los tres ámbitos federal, estatal y municipal, créanme los sesgos son grandes y se envían cifras alteradas para no quedar mal. En algún momento de mi vida en los momentos que tuve como director general a un aristócrata cretino César Coll Carabias, que, si bien hubo muchas cosas positivas por un buen equipo de trabajo, pero hubo otras no tanto, motivadas por ese tufo de superioridad artificial que iba con su personalidad, uno de sus colaboradores cercanos, que a diferencia de Coll era simpático, solía decir, “cuchareen las cifras”, y eso se enviaba a Conagua y formaba parte de los planes y programas sectoriales.

    Ese y otros vicios viví y los sigo viendo por eso no pueden confiar en esas cifras si no se cambia la forma de obtenerla, así que no son creíbles las cifras que indican que se es un gigante de México. Lo que sí es obvio es que el agua es escasa, se vive un estrés hídrico que cada vez tendrá mayor impacto, que las obras públicas en materia de agua, no pueden ser confiables por quienes están involucrados, y el modelo que tiene cercanía con los ciudadanos como MIAA es parte de ello, un modelo que ha probado ser un fracaso. Aguascalientes lleva el liderazgo en la región en estrés hídrico, por lo que esta entidad federativa es el “gigante del estrés hídrico”.

    Continuamos la próxima semana con estas reflexiones, no olviden la importancia de emprender políticas y acciones que permitan que en México y Aguascalientes el agua nos alcance.

    Comentarios: saalflo@yahoo.com

    16 de noviembre de 2023, 18:10

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