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12/14/2025
Los exilios son oportunidades interesantes: Odette Alonso

Los exilios son oportunidades interesantes: Odette Alonso

Conocer a Odette Alonso, conocer su poesía, es abarcar un sentimiento latinoamericano, al tener en cuenta que la creadora, viniendo de Cuba, residiendo en México, tiene un sentimiento global sobre este continente tan castigado a veces, pero siempre luminoso

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    El trabajo creativo de la poeta es además narrativo y tiene como objetivo también plantear los mecanismos y problemas de la comunidad LGTB, particularmente el de las mujeres lesbianas. No tiene una trayectoria corta. Al contrario: Odette Alonso ha hecho de México su país desde 1992. Obtuvo su licenciatura en Filología por la Universidad de Oriente, Cuba. Su obra ha sido incluida en varias antologías, revistas y publicaciones culturales de Cuba, México, España, Estados Unidos y Canadá.

    Conocer a Odette Alonso, conocer su poesía, es abarcar un sentimiento latinoamericano, al tener en cuenta que la creadora, viniendo de Cuba, residiendo en México, tiene un sentimiento global sobre este continente tan castigado a veces, pero siempre luminoso.

    El trabajo creativo de la poeta es además narrativo y tiene como objetivo también plantear los mecanismos y problemas de la comunidad LGTB, particularmente el de las mujeres lesbianas. No tiene una trayectoria corta. Al contrario: Odette Alonso ha hecho de México su país desde 1992. Obtuvo su licenciatura en Filología por la Universidad de Oriente, Cuba. Su obra ha sido incluida en varias antologías, revistas y publicaciones culturales de Cuba, México, España, Estados Unidos y Canadá.

    En 1999, recibió el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén por su trabajo Insomnios en la noche del espejo, su trabajo Animal Nocturno fue ganador del XII Concurso de Cuentos de Mujeres en Vida, convocado por la Universidad Autónoma de Puebla y su libro Old Music Island fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía LGBTTTI 2017 en Zacatecas, México.

    Es editora de la Antología de la poesía cubana del exilio (Valencia, Aduana Vieja, 2011), que se considera la más completa reunión de poetas cubanos radicados fuera de la isla, y que fue premiado en el 2003 por el Cuban Artists Fund de Nueva York.

    Es, además, fundadora y organizadora del ciclo Escritoras latinoamericanas, cada año, en el marco de la Feria Internacional del Palacio de Minería en Ciudad de México.

    Algunas de sus obras son Espejo de tres cuerpos (Quimera Editores, 2009), Manuscrito hallado en altamar (Universidad Veracruzana, 2011), Bajo esa luna extraña (Efory Atocha, 2011), Víspera de fuego (Ediciones Intempestivas, 2011), Hotel Pánico (Universidad Veracruzana, 2013), Bailando a oscuras (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2015), Con la boca abierta y otros cuentos (Voces de tinta, 2017), Los días sin fe (Múltiples editoriales, 2017), Últimos días de un país (Universidad Autónoma del Estado de México, 2019), Old Music Island (Múltiples editoriales, 2019), Bidi Bidi Bom Bom (Paraíso Perdido Editorial, 2019), A golpe de linterna – Exploradoras, Tomo III: Más de 100 años de cuento mexicano (Ediciones Atrasalante, 2020), Entre el aliento y el precipicio: poéticas sobre la belleza/Between the Breath and the Abyss: Poetics on Beauty (Amargord Ediciones, 2021)

    –Has dicho por ahí que te jubilaste y celebras tus años al frente de la poesía, cuando en realidad toda la poesía se va a venir

    –La poesía no se detiene y esta una percepción como del diario. Siempre digo que la poesía no está en el poema, sino que está en lo que está alrededor de todos nosotros, que es una manera de ver, una manera de enfrentarse a la vida y que a veces personas atrevidas tratamos de llevarla al poema, para que los demás vean de algún modo lo que vemos nosotros. Cuando me asiente un poquito a un nuevo estilo de vida, se va a venir la narrativa, que estuvo tanto tiempo como ahí esperando, porque las condiciones no eran propicias para el modo en que escribo narrativa.

    –Eso por supuesto nos da muchísima alegría, al mismo tiempo tú acabas de editar un libro, cuéntanos cómo es, de qué se trata

    –Sí, pues hablando del paso del tiempo justamente y de lo relativo del paso del tiempo, el libro es una antología de mis 35 años escribiendo poesía, se llama De humo y miel y lo edita la Universidad Autónoma del Estado de México, que ya ha sido editora de mi libro Últimos días de un país. Esto es como cuando la gente hace sus celebraciones de los tantos años de matrimonio, que seguimos escribiendo. Es una selección desde el primer poema, que no fue el primer poema que escribí, sino más bien es el primer poema que entiendo como el poema en serio, hasta los más recientes. Uno tiene sus poemas favoritos y otros que no son tan favoritos, pero que van en los libros porque alguna circunstancia.

    –En ese contexto tú has tenido muchos poemas rodeándote

    –Sí y además cada quien tiene su manera de ver y de sentir la poesía y estoy muy consciente de que a veces un poema que para mí no es el favorito, puede ser el favorito de otras muchas personas. Esa conexión no la establezco yo, sino que la establece quien se acerca a la poesía y encuentra en ella algo.

    –Tienes en el zoom el nombre de Paulina Rojas Sánchez, una persona a la que tengo posibilidades de entrevistar y también vas a parecer como alguien que no eres tú, pero también como con alguien que disfruta tus poemas últimamente

    –La última parte del libro va dedicada precisamente a Paulina. Hay mucha poesía que escribimos en ese diálogo con el otro que sabemos quién es.En el caso de Paulina, es una poesía que busca precisamente ese acercamiento a esas personas específicas, independientemente de que después se acerque a otras personas. Y hay otra poesía que uno no sabe exactamente para quién. Esa es parte de la magia de la literatura y del arte y de todo este asunto de la creación, aun cuando tuviéramos un lector ideal que suponemos que es quien va a recibir de primera mano lo que escribimos, tampoco estamos seguras de eso.

    –Eliseo Alberto me dijo una vez, cuando recién llegué: te van a aceptar y vas a vivir muy bien en México, pero los grandes popes de la literatura nunca van a aceptar a gente de afuera. Él se quejaba de eso. ¿Cómo te sientes tú, teniendo en cuenta de que hay muchos concursos en los que no sé si no participas o no sales? ¿Cómo es ser poeta cubana en México?

    –Y fíjate que Lichi era hijo de familia encumbrada dentro de la literatura, venía con todo ese respaldo. El otro día decíamos en broma, Julio César Toledo y yo, que íbamos a hacer una fiesta para celebrar los 20 años de no habernos ganado el Aguascalientes. Todo esto de los concursos es un poco azaroso, porque depende del gusto del jurado que te está leyendo, si el jurado es muy experimental o tiene otras características, muy del lenguaje directo y cotidiano Como decía Lichi, hay en toda la sociedad mexicana una estratificación en la literatura y están las clases altas, las clases medias y las clases bajas. Para los extranjeros es estar flotando ahí un poquito y a veces un poco luchando contra corriente y a veces dándome cuenta de que hay un nivel de esa literatura encumbrada al que no me van a dejar pertenecer. No espero que alguien me haga el favor de incluirme en algo o haga una lectura y me invite, pues lo que hago es que soy la que organizo las cosas que quiero hacer y más bien invito a los amigos que quiero que estén conmigo.

    –Me pasa lo mismo en este aspecto y teniendo en cuenta por otro lado que México ha sido un país súper generoso para los extranjeros también, es como una gran contradicción

    –Exactamente, incluso siempre digo que en México conocí la libertad, porque hay temas de los que están en este libro que a lo mejor no hubiera podido escribir tan claramente en Cuba o que tendría que escribirlo con otros estilos tal vez más disimulados. Tengo 33 años de vivir aquí. Yo decidí quedarme en México y no irme a Miami.

    –No voy a discutir el tema cubano contigo porque no es que no coincidamos, simplemente no tiene ningún sentido que yo te discuta algo sobre lo que tú tienes experiencias, pero sí pensar que hay cubanos que van a Miami y hay cubanos que se quedan en México y para mí hay una gran diferencia

    –Siempre he dicho que nunca me interesó ir a los Estados Unidos y por dos razones muy prácticas, uno que yo no sé inglés y dos, no sé manejar y en Miami no saber inglés y no manejar es condenarte a la muerte. Alguna vez, en una sesión medio espiritual, una amiga me dijo tú tienes más que ver con México de lo que tú misma sabes. Creo que es así y siempre me he sentido muy bien acá. Hay que lidiar con muchas cosas como hay que lidiar en cualquier país donde uno vive, pero en México siempre me sentí muy muy cómoda.

    –¿Cómo ves tú tu propia carrera literaria, digamos, más allá de que te acepten o no, más allá de que te lean o no?

    –Bueno, es una competencia con una misma, en primer lugar, no tiene ningún sentido competir con otra persona ni con otros grupos. He tenido una consistencia en esa carrera literaria que va desde el hecho de haber tratado prácticamente todos los temas, porque están los libros de poesía, si me preguntas qué soy yo, lo primero que te voy a decir es que soy poeta. También están los dos libros de cuentos, el libro de narrativa, el libro de la novela, aquel blog que no sé si tú conociste que se llamó Parque del ajedrez que existió en aquel boom de los blogs. Hablaba de cosas de la cotidianidad, de cosas de Cuba, de recuerdos. Digamos que he explorado todas las posibilidades que me permite la expresión y la poesía ha sido lo más consistente, aunque siento que con esta nueva vida que tengo ahora, más recogida en mi casa, pueda volver a la narrativa, que es un género que me divierte mucho. Lo que trato de decirte es que estoy bastante conforme con el modo en que he llevado mi carrera literaria y que tengo todavía pues mucho para dar.

    –¿Qué es la ficción para ti?

    –Llegó justo en el momento en que vine de Cuba. Era poeta sin ninguna otra intención y cuando llegué aquí el golpe fue tan fuerte, era tan impresionante lo que sentía porque tenía toda una vida que estaba dejando atrás, pero estaba descubriendo un mundo completamente diferente desde el modo de hablar, el modo de comer, el modo de relacionarse, sentía que la poesía no me satisfacía para transmitir eso. Ahí surgió la narrativa y la ficción es una cosa maravillosa. Es inventar los mundos desde cosas que agarras de la vida cotidiana. La narrativa es meterte en un túnel y si alguien te llama, te saca de ese túnel, es una cosa impresionante. La verdad es que a mí me gustó mucho escribir narrativa y espero poderlo disfrutar de nuevo.

    –¿Cómo ves tu exilio y cómo ves el exilio del resto de las personas?

    –Los exilios son oportunidades interesantes. Arrancas de un lugar original, pero el exilio es también una especie de fortuna, porque te da la posibilidad de conocer otros lugares, otros modos de vivir de la gente, otras cosas que te interesan o no. México ha sido fuente inagotable de temas y de intereses literarios y de intereses de vida, porque pues aquí vivo y aquí también me vinculo con la política y también tengo mis favoritos y mis odiados y con el deporte y con todo lo que pasa en este país. Hice la antología de la poesía lésbica mexicana y tengo el Sistema Nacional de Creadores. Todas esas oportunidades me las ha dado el exilio. Siempre estarán esos países de donde venimos, siempre va a ser un lugar que está ahí y una preocupación que está ahí constante, porque tú tienes a tu familia allá, como tengo a mi familia allá y vivimos como con un pie aquí y un pie allá todo el tiempo. La mitad del cerebro aquí, la mitad del cerebro allá.

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    Este texto se publicó originalmente en el sitio Maremoto, en este enlace.

    26 de noviembre de 2024, 05:29

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