Abuso y despojo:
Municipio y SEG montaron operación para vender patio de kínder a empresario dueño del G100
Con engaños, sin informar a los vecinos y ocultando información a regidores, el municipio de León arrebató mil metros cuadrados a un kínder público en una colonia popular para venderlo en un precio irrisorio y beneficiar una propiedad residencial del influyente empresario Gabriel Padilla Cordero, a través de Jorge Arnulfo Álvarez Tostado, un empleado de su corporativo. La maquinación contó con la anuencia de la Secretaría de Educación de Guanajuato y se movió a una velocidad tal que solo se puede explicar con el visto bueno de los más altos niveles de ambos gobiernos.
Hijo del fallecido empresario y ex alcalde priista Rodolfo Padilla Padilla, Gabriel Padilla Cordero ha cultivado estrechos nexos con el actual mandatario estatal. Primero en su campaña (en 2018) y luego ya como gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ha ocupado un espacio en el G100, edificio propiedad de Multiservicios Nordika, del cual Padilla Cordero es accionista mayoritario. Fue hasta 2020 que el gobierno estatal reconoció la renta de una oficina en el edificio por más de 500 mil pesos mensuales, alquilada hasta la fecha.
Cordero y el gobernador se dejan ver juntos en numerosos eventos de corte empresarial, social y de entretenimiento. Entre el círculo de jóvenes empresarios del estado, se ubica al desarrollador inmobiliario leonés como un cercano amigo de Diego Sinhue.
Héctor López Santillana es el primer alcalde reelecto en el municipio más poblado y económicamente activo de Guanajuato (2015-2018, 2018-2021). El panista se desempeñó un periodo como gobernador sustituto de la entidad, tras la renuncia de Juan Manuel Oliva Ramírez en marzo de 2012, de quien fue secretario de gobierno. Se le atribuye también el éxito de la estrategia de atracción de inversiones al estado durante su paso como titular de la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable en las administraciones de Oliva Ramírez y Miguel Márquez Márquez.
El empresario Gabriel Padilla Cordero forma parte del círculo social del gobernador Diego Sinhue Rodríguez y coinciden a menudo en eventos sociales
Fotos: Revista Q, Revista Pro y Tesoreria de León en twitter.
SEG da visto bueno para cortar terreno al kínder Juan Aldama
Sigilosamente y aprovechando el periodo de contingencia por la pandemia, el Municipio leonés modificó la donación de un predio de 2 mil 520 metros cuadrados otorgado en 2010 a la Secretaría de Educación del estado y la reformuló con anuencia formal de la propia dependencia estatal, quitando más de mil metros cuadrados al Jardín de Niños Juan Aldama, ubicado en la colonia Mirador Campestre.
Mucho antes, desde febrero del 2019, dos años antes de consumar la modificación y publicarla en el diario oficial, el propio municipio otorgó un permiso de construcción al empresario Gabriel Padilla Cordero, en el domicilio Bajada del Refugio 143, dentro del fraccionamiento cerrado Campestre El Refugio, para hacer ampliaciones, demoliciones y un jardín.
Con ese permiso, en marzo de 2020 una empresa constructora a cargo de Jorge Arnulfo Gutiérrez Álvarez Tostado introdujo maquinaria y trabajadores a las instalaciones del preescolar ubicado afuera de la privada, pero colindante con la propiedad de Padilla Cordero, y comenzó una edificación ante el azoro de los maestros y los padres de familia. A las pocas semanas las clases se suspendieron por la contingencia sanitaria y la obra prosiguió, ya sin vigilancia de la comunidad educativa.
Los trabajos avanzaron, se levantaron tres bardas que aislaron el terreno y se abrió lo que se aprecia como una comunicación con la residencia de Bajada del Refugio 143. Mientras tanto, en el municipio se realizaba un acelerado proceso que inició con un oficio del tesorero Enrique Sosa a la Secretaría de Educación para solicitar que se revirtiera la donación de 2010 a cambio de una nueva, en la que le quitaban mil metros al predio original.
En la respuesta firmada por Juan Manuel Ruelas Santoyo, director de lo contencioso de la SEG, fechada el 25 de octubre de 2019 -de la cual se turnó copia a la entonces secretaria Yoloxóchitl Bustamante-, la dependencia plantea que “no tiene inconveniente a que se modifique el área del terreno a donar, siempre y cuando quede a favor de la escuela la superficie de 1050 m2. del inmueble que ocupa actualmente”.
Fue un paso definitivo para el despojo.
Los vecinos, sin explicaciones
La influencia de Cordero Padilla es resentida por los vecinos del Mirador Campestre y por los padres de familia, quienes sin ninguna explicación y con las manos atadas vieron cómo, en el transcurso de pocos meses, el patio del jardín de infantes pasó a ser parte de la residencia vecina.
En la operación para concretar el despojo, instrumentada desde el Municipio de León, tuvo una participación clave el tesorero Enrique Sosa Campos, hombre de confianza del alcalde Héctor López Santillana, quien solicitó y obtuvo la anuencia de la SEG para la desincorporación del terreno mediante una nueva donación que invalidó la primera y recortó el predio. De acuerdo a testimonios obtenidos en el municipio, Sosa supervisó cada paso hasta lograr la subasta del predio y su venta a un particular, en un proceso que duró menos de un año.
La participación de Enrique Sosa quedó evidenciada en dos sesiones del Comité de Adquisiciones, primero el 26 de agosto de 2020 , donde presentó y defendió contra todo cuestionamiento el proyecto de desafectación y subasta para su votación. Cumplido el objetivo, el 30 de noviembre Sosa informó de los resultados de la “exitosa” venta de los terrenos, incluso a un precio supuestamente por hasta 10% encima del valor de mercado.
Testimonios de generaciones
Hace más de 35 años, vecinos de la colonia Mirador Campestre se beneficiaron con la donación hecha al municipio por el fraccionador del residencial Campestre El Refugio, de un área de poco más de 20 mil metros cuadrados. Ahí, con esfuerzo, con aportaciones internas y donativos fue levantado el kínder Juan Aldama en 1993. En el terreno adjunto, construyeron el templo del Ave María, que ofrece misa los martes y domingos.
La escuela Juan Aldama, con clave 1DJN2902P, ha visto pasar varias generaciones de niñas y niños del Mirador y colonias aledañas de la zona norte de León, cerca de los límites con Lagos de Moreno, Jalisco. Así lo recuerda María de Lourdes, vecina del lugar, quien ha visto a pequeños de su propia familia ser parte de la institución educativa.
"Son, qué serán, no muchísimos, unos 7 sobrinos. Desde que estaba mi sobrina que ya tiene 28 años la traíamos, ya tiene mucho".
La comunidad escolar desarrolló sus actividades con normalidad durante casi tres décadas hasta enero de 2020, antes de que las autoridades declararan el estado de emergencia sanitaria por Covid-19, cuando un arquitecto llegó al jardín de infantes para solicitar el ingreso al patio, con el fin de levantar una barda de 52 metros de largo para separar su propiedad del kínder.
A la par, en la primera sesión del año, el Ayuntamiento aprobó modificar el dictamen que en 2010 otorgó una superficie de 2 mil 520 metros cuadrados a la SEG.
Gabriel Padilla contaba desde el 5 de febrero de 2019 con un permiso de Desarrollo Urbano de ampliación para la residencia 143 de la calle Bajada del Refugio, ubicada en el fraccionamiento Campestre El Refugio. El documento muestra como responsable de la obra al arquitecto Jorge Arnulfo Álvarez Tostado, empleado corporativo del empresario.
Aunque no recuerdan la fecha exacta del inicio de la obra, vecinos, padres y madres de familia tienen claro que ésto ocurrió antes de que las autoridades sanitarias dispusieron el cierre de las escuelas por la pandemia. Niñas y niños aún estaban en clase cuando trabajadores de la obra comenzaron a pasar por el kínder para inicialmente tomar medidas y posteriormente comenzar la construcción de la barda.
17 meses de pandemia -y el cierre de escuelas- permitieron que la obra avanzara sin que los afectados pudieran hacer algo por detener el despojo. Sin éxito, integrantes de la comunidad del kínder y vecinos del Mirador acudieron a la Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales del municipio, donde una funcionaria identificada como Claudia Jasso de plano les dijo que “no se podía hacer nada”.
"Nosotros fuimos a ver qué era lo que estaba pasando. Fuimos aquí al Parque Hidalgo donde se da información sobre eso y la verdad no nos supieron, o sea no nos dijeron en claro qué había pasado, simplemente nos dijeron 'ya aquí se va a construir y no se puede hacer nada, aquí ya firmaron, ya está todo firmado, él tiene sus papeles en orden'. Nosotros le queríamos decir que por qué, o sea por qué justamente tiene que ser respecto a un kínder". (Presidenta de colonos).
Para los afectados, no hay ninguna explicación del por qué un área de mil 50 metros fue arrebatada al preescolar de la noche a la mañana. Para su sorpresa ésta se sumó a la residencia 143 del fraccionamiento Campestre El Refugio, propiedad de Gabriel Padilla Cordero, dueño del edificio G100 y de las empresas Multiservicios Nordika y ACP Desarrollos, al abrir una comunicación entre ambos espacios.
“Yo conozco un señor que trabaja aquí de mozo, como tenemos una tiendita en
mi
casa llegó y le preguntamos, dice que él es jardinero de esa casa. Le digo oiga y por qué tomaron esa
parte,
pues es del kínder, dice no pues mi patrón es amigo del presidente, no sé si de colonos o el presidente
del
estado.
Ya no pudimos hacer nada”.
Además de que a partir de este ciclo escolar, los actuales y futuros alumnos del jardín de infantes Juan Aldama no contarán con 1 mil 50 m2 para sus actividades cotidianas, con la división del terreno se perdió una alberca, árboles y arbustos que formaban parte de la flora y paisaje del lugar. Todos fueron sembrados por vecinos de la colonia en años anteriores.
"Nunca supimos quién compró, cómo se compró, solamente llegó una orden que van a empezar a trabajar ahí. Empezaron a venir a hacer planos, a medir, a checar y todo, fue nada más como que ya vamos a hacerla (...) Estábamos muy tristes, pensando prácticamente que si les da la gana de aquel lado agarrar otro pedacito se van a llevar todo el kínder, no es justo porque es el kínder de la colonia".
Pacto administrativo
Tras la aceptación de la SEG en octubre del 2019, el proceso se aceleró.
En menos de 2 meses, y con aval del IMPLAN otorgado el 20 de noviembre de 2019 por la subsecretaria del organismo, María Elena Castro Cárdenas (y no por la titular Graciela Amaro) en enero de 2020 el Ayuntamiento aprobó la modificación del acuerdo de donación del terreno, cedido a la SEG diez años antes, durante la administración de Ricardo Sheffield.
El trámite avanzó con la única objeción de Sergio Humberto Domínguez Torres, titular de Fraccionamientos y Estructura Urbana de la Dirección de Desarrollo Urbano, quien en un oficio del 25 de noviembre consignó la existencia de un preescolar en el lugar y se negó a pronunciarse sobre otro uso y destino del área de donación.
Tras la sesión de ayuntamiento del 9 de enero de 2020 y la publicación en el Periódico Oficial del estado del 29 de enero, el terreno volvió a manos del Municipio, que se dispuso a entregarlo a un particular desde la Tesorería y Servicios Generales.
La última maniobra para concretar la operación y darle nuevo dueño al terreno ocupado por el kínder Juan Aldama tardó 6 meses en concretarse. Ya con posesión de los 1 mil 50 metros cuadrados que durante casi 10 años pertenecieron a la escuela, el tesorero Enrique Sosa preparó un nuevo acuerdo para realizar por primera vez, una subasta de bienes inmuebles “en desuso”.
Entre objeciones y cuestionamientos por parte de la fracción opositora del Ayuntamiento, el proyecto denominado Subasta Pública Presencial DGRMYSG-SP-02/2020 fue aprobado de manera ilegal en menos de 24 horas por el Comité de Adquisiciones y posteriormente por la mayoría panista del Ayuntamiento entre el 26 y 27 de agosto de 2020.
El tema fue expuesto al Comité de Adquisiciones por Carlos Pimentel Faes, director de Servicios Generales, quien argumentó que los 14 terrenos ofertados en la subasta, además de ser ocupados de manera “irregular” por los ciudadanos, estaban en riesgo de convertirse en “focos de contaminación”.
Foto: Un festival escolar antes del despojo
“Dentro de las características principales dentro de los inmuebles traemos en específico tres riesgos: primero pues depósito de basura, el segundo como centro de escondite o refugio y número tres, algunos pueden ser invadidos por ciudadanos. De igual manera estos terrenos no son susceptibles para instalar algún tipo de equipamiento, llámase escuela, las famosas UMAPS, bibliotecas, canchas de usos múltiples (...)”.
En la exposición también se presentaron los precios base de cada terreno para la subasta. El área de donación de El Refugio, correspondiente a 1 mil 50 metros cuadrados fue ofertada por 1 millón 964 mil 600 pesos, a precio de terreno en breña. Aunque durante la presentación de los inmuebles, Pimentel Faes agregó una descripción verbal de cada uno de los lotes, no lo hizo así con el lote número X, en el que el plano no mostraba las colindancias con jardín de infantes Juan Aldama, ni con otra área de donación municipal.
Previo a la votación, la regidora morenista Vanessa Montes de Oca solicitó dar cumplimiento al artículo 417 del Código Territorial para el Estado de Guanajuato, que en uno de sus apartados enuncia lo siguiente:
"El Ayuntamiento hará pública la pretensión de donar o dar en comodato el inmueble, a los colonos del fraccionamiento o desarrollo en condominio en donde éste se ubique, con la finalidad de que puedan manifestarse por escrito, en un plazo que no excederá de quince días hábiles contados a partir de la publicación de la pretensión".
El tesorero Enrique Sosa aseguró que la subasta fue previamente socializada con los vecinos de las áreas de donación, incluso aseveró que son los principales inconformes del estado de abandono de los predios y advirtió que ninguno de los lotes sometidos a subasta eran utilizados como áreas de equipamiento, atención o uso ciudadano. “Son literalmente lotes baldíos”, dijo, aunque esto no era cierto en el caso de la escuela.
Hasta el 20 de septiembre pasado, el comité de colonos de Mirador Campestre no tenía conocimiento de que el área de donación fue subastada en 2020. Al enterarse de la justificación del Municipio para vender el patio del kínder, Verónica, presidenta del comité, externó su indignación y denunció que los argumentos de un supuesto terreno en desuso “son puras mentiras”, al tiempo que muestra fotografías de los niños disfrutando del espacio arbolado.
“Claro que no, si el kínder se fundó hace más de 20 años. En aquel entonces los del Refugio ellos mismos lo donaron aquí. Cómo iban a tirar escombro si estaba alambrado, en la vida se había tirado escombro dentro del kínder, en la vida. Son puras mentiras”.
Una subasta desairada
En el informe presentado el 30 de noviembre de 2020 al Comité de Adquisiciones, José de Jesús Álvarez Navarro, titular de Control Patrimonial, reportó que de los 14 terrenos ofertados en subasta, sólo tres fueron comprados por particulares en el evento realizado el 28 de septiembre de 2020. Una de ellas fue el área ubicada en la calle Observatorio (de la escuela) adquirida por 2 millones de pesos por un comprador identificado como Jorge Arnulfo Gutiérrez Álvarez Tostado, quien figura en distintos documentos públicos como representante legal de Multiservicios Nordika y ACP Desarrollos, empresas propiedad de Gabriel Padilla Cordero.
Según un avalúo particular consultado por POPLab, el terreno fue vendido por el Municipio a un precio muy por debajo del valor fiscal del metro cuadrado en la zona, que ronda al menos los 7 mil pesos por m2. El precio de venta debió ser superior a los 7.3 millones de pesos por la superficie de 1 mil 50 m2.
El ejercicio de subasta fue valorado como “positivo” por el tesorero Enrique Sosa y la síndica panista Leticia Villegas Nava, quien reiteró que esas “pequeñitas esquinas” de terreno deben ser ofrecidas a los vecinos próximos por ser los principales interesados, puesto que “generalmente están convertidos en basureros y se han convertido en peligro para la gente”.
Aun cuando se trató de una subasta pública, la convocatoria no se encuentra en el apartado de “Convocatorias a Concursos y Licitaciones” de la página web del Municipio, donde por ejemplo, se encuentra el documento de la venta pública de otros bienes municipales en desuso.
POPLab trató de contactar al tesorero Enrique Sosa para obtener una postura respecto a la solicitud que hizo a la SEG en 2019, así como del proceso de subasta pública y los criterios para ofertar el terreno del preescolar. A falta de disponibilidad del funcionario, el director de Control Patrimonial, José de Jesús Álvarez, desconoció el fundamento por el cual Sosa Campos solicitó el predio a la SEG y defendió el proceso de subasta y la venta del terreno, por la supuesta invasión y utilización de las áreas como depósito de basura. Señaló que luego de la modificación del acuerdo original (2010), el terreno pasó a ser un terreno baldío.
Regidoras de oposición, desconocimiento y engaño
POPLab buscó a las tres regidoras de oposición que en 2020 formaban parte del Comité de Adquisiciones para conocer su opinión del caso. Hasta el 20 de septiembre, las ediles representantes de Morena y el PVEM desconocían la procedencia y destino del terreno subastado, que fue maquillado como un área en desuso.
Tras reconocer que la presentación y aprobación de la subasta ocurrió de manera acelerada en el cabildo, advirtieron que se trata de un acto de despojo, incluso ilegal, que obtuvo la mayoría de votos sin mostrar la información completa de los predios.
Vanessa Montes de Oca, quien durante la votación de la subasta formaba parte de la oposición priista del ayuntamiento, declaró en entrevista que el proyecto fue metido a la comisión “con calzador”, por lo que ahora el tesorero Enrique Sosa deberá aclarar, en primer lugar, por qué solicitó a la SEG la devolución del predio utilizado para el kínder y su posterior venta a través de subasta pública.
Además, la celeridad con la que el proyecto pasó de comisión a sesión de Ayuntamiento, viola la Ley Orgánica municipal.
“Meterlo todavía a sesión de ayuntamiento de un día para otro, de manera ilegal porque no se cumplían con las 24 horas que habla la Ley Orgánica Municipal para la sesión de ayuntamiento causa mucha duda”.
La regidora morenista Gabriela Echeverría afirmó que durante la exposición en la sesión del Comité de Adquisiciones el terreno fue presentado de manera engañosa, como si se tratara de un área en desuso y sin ninguna colindancia.
“Nos lo presentan como un terreno que está completamente vacío y que bueno, sin haberse consensuado con la misma colonia, creo que ni con el mismo kínder, y al día siguiente se sube a sesión de ayuntamiento (...) es algo sospechoso”.