Violencia homicida en Guanajuato atenta contra niñez y adolescencia

Violencia homicida en Guanajuato atenta contra niñez y adolescencia

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Al final de la calle sin pavimento en una colonia marginada en el municipio de León, apenas se distingue la tenue luz de la casa donde están reunidos vecinos y familiares; en el ambiente se escucha la letanía, "...Torre de Marfil, ruega por él... " que anticipa el final del rosario del día, en el novenario de Ángel, adolescente de 13 años de edad, desaparecido cuando estaba interno por una adicción al cristal y encontrado en una fosa clandestina con dos disparos, tras una penosa búsqueda de más de un año.

En la entrada de la casa de interés social algunas veladoras encendidas intentan suplir la ausencia de alumbrado público de la calle, ahí está de pie la mamá de Ángel, participando por inercia en el rosario dedicado a su hijo, el único varón de la familia, el que probó las drogas siendo un niño y su vida no le alcanzó para librarse de la adicción al cristal, una droga derivada de la metanfetamina.

"Se me echó a perder a los 11 años, era muy buen niño mi hijo", describió la mamá a Ángel, pero también le viene a la memoria que bajo los influjos del cristal su hijo se comportaba agresivo y le robaba para comprar la bolsita que, actualmente, se vende en 100 pesos.

En 2021, el año en que Ángel fue asesinado, otros 412 niños, niñas y adolescentes perdieron la vida de forma violenta en Guanajuato, lo que situó al estado como el más peligroso para menores de 19 años de edad, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La última vez que su madre vio a Ángel fue en enero de 2021, cuando lo visitó en el centro de rehabilitación ubicado en el municipio de León, pero del que fue trasladado, sin informar a la familia, a las instalaciones que tienen en Cuernavaca, Morelos, luego a Querétaro, Querétaro, de donde finalmente escapó y no supieron más de él en vida.

La mamá de Ángel dedicó el último año a buscar a su hijo adolescente, luego sabría que los restos del 'Chiquilín', como lo apodaron en el centro de rehabilitación, estuvieron en el Servicio Médico Forense de Celaya durante más de 10 meses en calidad de no identificado.

Comparativa de homicidios de todas las edades

Durante los últimos cuatro años (2018-2021) los homicidios dolosos en Guanajuato aumentaron en un 23 por ciento. En 2018, el total de víctimas de asesinato de todas las edades fue de 3 mil 517, en 2019 el número tuvo un leve incremento al registrarse 4 mil 19 asesinatos, el año 2020 fue el más violento, al cerrar con 5 mil 370 homicidios. En 2021 el número de víctimas fue de 4 mil 333, de acuerdo con datos del INEGI que reúne información de las oficinas del Registro Civil, Servicios Médicos Forenses y Agencias del Ministerio Público.

Sin embargo, el aumento en homicidios entre la niñez y adolescencia en Guanajuato fue mayor al registrado entre la población de todas las edades durante el mismo periodo de tiempo.

Los asesinatos violentos de niñas, niños y adolescentes aumentaron un 32 por ciento. Entre 2018 y 2021, de acuerdo con datos del INEGI, 1 mil 585 niñas, niños y adolescentes fueron asesinados en la entidad.

Homicidios NNA 2014-2021

2018 cerró con 312 víctimas, en 2019 se reportaron 366, en 2020 la cifra de víctimas creció a 494 y para 2021 fueron 413 homicidios

Estas cifras han colocado a Guanajuato como el estado con más asesinatos de menores de 19 años de edad; también es el segundo en proporción por cada 10 mil habitantes, sólo por debajo de Zacatecas que registró 85 homicidios en 2018, 84 en 2019, 142 en 2020 y en 2021 fueron 237. La cifra más alta de Zacatecas no alcanza el número de asesinatos violentos que registró Guanajuato en 2018, el año con menos homicidios en ese grupo poblacional.

Mapa de homicidios de niños, niñas y adolescentes

Según registros de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato entre 2018 y 2020, 391 de los asesinatos de personas menores de edad ocurrieron mediante el empleo de armas de fuego. En 2021 fueron 131 niñas, niños y adolescentes asesinados con arma de fuego, en esa estadística entraría Ángel, cuyo cuerpo enterrado de manera ilegal presentaba dos disparos.

Entre 2008 y 2010 cuando la llamada guerra contra el narcotráfico del entonces presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, desató la violencia homicida en el país, Sinaloa reportó 157 homicidios de menores de edad, según refiere en su libro “Los morros del narco", el periodista Javier Valdez. 10 años después, el mismo estado reporta entre 2018 y 2020 un total de 170 asesinatos violentos de niñas, niños y adolescentes. En contraste, Guanajuato supera en un 600 por ciento los homicidios dolosos en este grupo de edad.

Fue a rehabilitarse y apareció en una fosa

El cuerpo de Ángel lo encontraron colectivos de familiares de personas desaparecidas en una fosa clandestina de la comunidad Santiago de Cuenda, en el municipio de Juventino Rosas, a finales de abril de 2021, solo dos meses después de que la mamá de Ángel denunció su desaparición.

Entre la última semana de abril y la primera de mayo de 2021, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas localizaron al menos 30 cuerpos inhumados clandestinamente en la zona. Seis meses antes de la desaparición de Ángel, José Antonio Yépez 'El Marro', identificado como el líder del cártel Santa Rosa de Lima, había sido detenido en un aparatoso operativo de marinos, soldados y fuerzas de élite locales en una finca a 10 kilómetros de las fosas.

Salvatierra y Acámbaro, dos de los municipios de Guanajuato con mayor incidencia de homicidios de adolescentes, se encuentran en los primeros lugares de México por el número de fosas clandestinas localizadas en los últimos tres años.

En Acámbaro se encontraron 75 cuerpos en 37 fosas clandestinas, solo unas semanas antes se dio con el mayor hallazgo registrado en la entidad: en Salvatierra encontraron los restos de al menos 80 personas distribuidos en 65 fosas, y de acuerdo con la comisionada nacional de búsqueda, Karla Quintana, sorprendió la cantidad de cuerpos de jóvenes y mujeres que se encontraron en estos sitios, superior a los que se llegan a localizar en otros estados del país.

Sobre los cuerpos sin vida de adolescentes localizados en fosas clandestinas, la Fiscalía General de Guanajuato negó, vía transparencia, los detalles, y se limitó a responder que existe un apartado en su página oficial donde se detalla por municipio el tipo de hallazgo, sin embargo, no se precisan las edades de las víctimas.

Ángel inició su consumo de cristal -metanfetamina- a los 11 años, recuerda su mamá, quien cree que probó la sustancia en la calle, con los amigos, cuando estaba por terminar sexto de primaria.

Por recomendación de conocidos, la madre de Ángel lo llevó al centro de rehabilitación "Portal del Cielo" , que no cuenta con la certificación que otorgan las autoridades de salud. En ese lugar pagaba 250 pesos al mes, además podía llevarle despensa, pero si no pagaba la cuota le quitaban el derecho de visita. Durante el año que estuvo Ángel en el anexo, su mamá faltó en algunos meses a la mensualidad, lo que hizo que los responsables del anexo llevaran al adolescente a cargar cajas a la central de abastos de León, bajo vigilancia, “para que se ganara la comida” .

La última vez que visitó a su hijo fue el 3 de enero, ese día Ángel pidió a su mamá que lo sacara de ese sitio. "Me dio un abrazo, un beso, me dijo: 'ya voy a entender, mamá, ya sé lo que es una droga, le voy a echar ganas por ti'" . Para poder sacarlo, las personas responsables del anexo le pidieron pagar 3 mil pesos, dinero que no tenía, pero que comenzó a reunir mediante préstamos.

"Yo llamaba y me decían que estaba muy bien, que estaba tranquilo".

Sin embargo, en febrero de 2021 su mamá ya no pudo ver al 'Chiquilin' , las personas responsables del anexo no le dieron información sobre su paradero. Semanas después advirtió que otros dos jóvenes de León también estaban desaparecidos, ambos habían estado recluidos en “Portal al Cielo” junto con su hijo.

Así, supo que Ángel había sido enviado sin su autorización a Cuernavaca, Morelos, luego a Querétaro, de donde había escapado junto con Raymundo de 25 años y Rafael de 30 años. Raymundo se comunicó con su madre para decirle que estaba con sus dos compañeros en Celaya, Guanajuato, habían escapado del anexo y querían abordar un taxi que los llevara de regreso a León, luego las familias ya no supieron nada de los tres jóvenes.

"Nunca nos avisaron que supuestamente se había escapado de Querétaro, tampoco me dijeron que lo iban a mover, menos me pidieron la autorización. Cuando fui con el dinero, se burlaron y me dijeron que lo guardara porque lo iba a ocupar".

La mamá de Ángel levantó una denuncia, pero a la fecha la Fiscalía General del Estado no le ha dado información sobre algún avance en la investigación.

Tras el hallazgo de las fosas en Juventino Rosas, la identificación y entrega de los cuerpos a las familias de Raymundo y Rafael se dio unas semanas después, pero no los restos de Ángel, pues la madre del adolescente reportó la desaparición en Querétaro.

"Casi duró un año en el Semefo de Celaya, íbamos a la Fiscalía y nos decían que no estaba el cuerpo, hace poco nos llamaron diciendo que ya iban a lanzarlo a la fosa común" , dice la mamá de Ángel al recordar los meses que estuvo buscando a su hijo.

El homicidio de Ángel, Raymundo y Rafael sigue impune y el centro de rehabilitación opera de manera clandestina con los mismos responsables.

Bajo ataque

A principios de diciembre de 2020 Cecilia Karely, de 15 años de edad, salió de casa en compañía de su prima María Guadalupe de 26 años, y otros tres amigos, también jóvenes. Subieron a un automóvil en el Barrio de Santa Anita, en Irapuato. Fue la última vez que vieron al grupo de jóvenes.

Las familias de Cecilia Karely, María Guadalupe, Mario Fernando (22 años), Edwin y Miguel Ángel (34 años) los buscaron durante 44 días, hasta que el 13 de enero de 2021, en una cancha de fútbol de la colonia San Gabriel en el mismo municipio de Irapuato, se localizaron bolsas de plástico con restos humanos que correspondían a cuatro de los cinco jóvenes reportados como desaparecidos.

El único sobreviviente fue Miguel Ángel, quien apareció con vida un día después de que se encontraron las bolsas con los restos de sus acompañantes.

La población de 15 a 19 años de edad concentra el 87 por ciento de los homicidios violentos de niñas, niños y adolescentes con 1 mil 382 asesinatos. Los 203 restantes fueron de menores de 15 años de edad, de acuerdo con las cifras desagregadas que maneja el INEGI.

Mapa de homicidios de niños, niñas y adolescentes

Estos datos que fueron analizados por la organización Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), colocan a dos municipios de Guanajuato entre los tres con más homicidios de menores de edad en el país: León con 45 víctimas y Salamanca con 36. Arriba de estos dos municipios está en primer lugar Ciudad Juárez, Chihuahua, con 77.

El mapeo de homicidios cometidos contra niñas, niños y adolescentes durante los años 2020 y 2021 refleja que la mayoría de las víctimas entre 15 y 19 años de edad mueren en ataques dirigidos.

A Bryan de 17 años de edad lo asesinaron en mayo de 2020 en León hombres armados que se transportaban en una motocicleta, cuando se encontraba en la colonia León II. Recibió al menos 15 impactos por arma de fuego y durante el ataque resultaron lesionadas 3 personas más, una de ellas es una niña de 8 años de edad.

En su análisis con cifras de 2020, Redim separó por sexo los asesinatos de NNA y dos municipios de Guanajuato vuelven a aparecer entre los cinco primeros lugares a nivel nacional por el homicidio de niñas y mujeres adolescentes: León, en segundo lugar e Irapuato en quinto.

De acuerdo a este análisis, entre los cinco municipios con más asesinatos de niños y adolescentes varones, aparecen tres ciudades de Guanajuato: León, Salamanca y Celaya.

Salamanca, el cuarto municipio con más habitantes del estado, donde se ubica la refinería Antonio M. Amor, se coloca como el segundo más violento para la niñez y juventud guanajuatense, de acuerdo con las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El análisis hecho por Redim señala que si Salamanca fuera un país, su tasa de mortalidad por agresiones en la población de 0 a 17 años durante 2020 sería la tercera más elevada del mundo en términos de homicidios intencionales.

Los adolescentes víctima de ataques directos no solo pierden la vida, sino también su reputación, a la que vez que sus familias quedan expuestas a descrédito y represalias, pues es casi normal que los funcionarios policiales atribuyan su muerte a actividad ilegal sin necesidad de probarla, explicaciones de las que se hacen eco los medios sin ninguna investigación al respecto. Es el caso de Uriel Alonso de 16 años de edad, asesinado en San Francisco del Rincón en enero de 2020. La nota informativa atribuye a la policía municipal la historia de que el adolescente asesinado tenía varias detenciones en su historial.

Los municipios de Guanajuato que han sido identificados como territorio controlado por el Cártel Santa Rosa de Lima son los que presentan mayor índice de asesinatos de niñas, niños y adolescentes por tasa poblacional: Salamanca, Apaseo el Grande, Apaseo el Alto, Pueblo Nuevo, Yuriria, Salvatierra y Acámbaro.

León, Irapuato, Celaya acumulan el mayor número absoluto de asesinatos de menores de edad, pero el alto número de habitantes de las tres ciudades con mayor desarrollo industrial diluye el impacto estadístico.

En Celaya escenas atroces impactan a sus habitantes: a punto de cerrar el mes de agosto en 2021, comerciantes del centro de la ciudad comenzaron el día con imágenes que difícilmente podrán olvidar y que dejan atrás la vieja noción de normalidad.

El reporte inicial al sistema de emergencias de Celaya describe que el 24 de agosto pasado, personas que transitaban por la calle Hermenegildo Bustos casi esquina con Nicolás Bravo observaron bolsas negras con lo que parecían restos humanos, las ropas de la víctima y una cartulina con un narcomensaje.

La víctima de esa mañana de agosto fue Daniel Reyes, adolescente de 17 años de edad, sobrino de José Antonio Yépez Ortiz 'el Marro' , líder del cártel Santa Rosa de Lima que opera, principalmente, en la zona Laja-Bajío.

Daniel fue privado de la libertad el 22 de agosto mientras comía en un restaurante, dos días después sus restos fueron tirados en bolsas de plástico con una cartulina fluorescente en la que el cártel Jalisco Nueva Generación, que está en disputa con el Santa Rosa de Lima, se atribuyó el homicidio. Era hijo de Martín Reyes Yépez, primo del 'Marro' , el papá de Daniel fue asesinado por integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación un año antes.

Durante 2020, la tasa de mortalidad por agresiones de niñas, niños y adolescentes en Apaseo el Alto (42.9) era superior a la observada para la población total de Honduras durante 2018 (38.9), que correspondía al quinto lugar en la lista de países con mayores tasas de homicidios intencionales en 2018.