Aunque es sabido por todos que en muchas ocasiones la realidad supera a la ficción, uno esperaría que la realidad tuviera un poco de decoro y se autorregulase. Sin embargo, parece que tanto la realidad como la naturaleza no conocen de límites y en lo que va de la década se han empeñado por mostrarnos que ya no es sensato pensar que el sol siempre sale por el este porque de un momento a otro las cosas más extrañas pueden suceder. Como ejemplo veamos cuatro casos:

Caso 1: En un mercado en China con pocas medidas de higiene, en el que toda clase de animales son comercializados; un variedad de coronavirus que afecta a los murciélagos muta para infectar a los humanos, lo que provoca una pandemia mundial que frena la economía global, cierra las fronteras, satura los hospitales, impone toques de queda y mata a 6.5 millones de personas.

Caso 2: Como resultado del calentamiento global, el hongo Ophiocordyceps unilteralis muta para sobrevivir en animales de sangre caliente. Este hongo es responsable de volver zombis a las hormigas que ataca. Como titiritero, el hongo maneja a las hormigas para que lo transporten a lo alto de los árboles, desde donde esparce sus esporas. La mutación que ataca a los humanos causa una pandemia zombi que destruye la civilización como la conocemos.

¿Existen las hormigas zombis? Se preguntaron miles de internautas tras el estreno de la exitosa serie de HBO, The Last of Us.

Sí, sí existen.

Afortunadamente el hongo que las controla no ha mutado. Debemos estar tranquilos, dicen los expertos en los principales portales de internet. En primer lugar, un hongo no muta con la velocidad de un virus, en segundo, el brinco evolutivo que debe pegar un virus para pasar de un murciélago a un humano es abismalmente menor que el necesario para pasar de una hormiga a un humano. Sin embargo, advierten los especialistas, una pandemia micótica de otras características es una amenaza real que no debería ser subestimada.

Caso 3: Tres Objetos Voladores No Identificados sin fuente de propulsión aparente, uno de ellos cilíndrico, otro de forma octagonal y uno más del que no he podido averiguar su forma, son detectados y derribados en el espacio aéreo de Estados Unidos y Canadá. Se ha filtrado la información de que algunos de los aviones F-22 que se mandaron para derribarlos experimentaron fallas en sus sistemas.

Los objetos descritos no son ajenos al imaginario colectivo. Decenas de videos de OVNIS como estos circulan en internet desde hace ya varios años, los testimonios de los testigos se acumulan por cientos alrededor del planeta, todos tenemos un amigo que ha visto uno. Entonces ¿Qué cambió?

La pregunta obligada: si el año pasado todavía era cuestionada la autenticidad de los videos en los que se muestran objetos como los de este fin de semana, por qué ahora son detectados y oficialmente derribados por las autoridades del Comando Norte de Defensa Aeroespacial. ¿Cuándo y por qué pasamos de una política de negación a una de dispare primero y pregunte después?

Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá nos piden paciencia, hay que esperar a que se recuperen los restos de los objetos derribados, spoiler alert: o no serán recuperados o los restos presentados serán inverosímiles. La verdad es que la opinión pública está ansiosa porque la declaración sea: los objetos no son de este planeta.

Caso 4: Rusia moviliza tropas a través de Bielorusia, y despliega barcos con armas nucleares en el Báltico. Por su parte, Alemania y Estados Unidos mandan tanques de guerra para apoyar a Ucrania, que está entrenando nuevas tropas en Polonia. Estados Unidos hace un llamado a sus ciudadanos para abandonar Rusia.

Como colofón a estos relatos extraordinarios de la vida real, la Inteligencia Artificial ya salió de los libros de ciencia ficción e ingresó a los de historia y sus creadores están empeñados en mostrarnos que no solo serán capaces de hacer trabajos repetitivos sino de simular lo más sagrado del ser humano, la creatividad. Pero si algo nos han enseñado China y Disney, es que no hay creatividad que no inicie por un proceso de plagio, y los juzgados de Londres y San Francisco tendrán que definir si las IA creadas por las empresas Midjourney, Stability AI y DeviantArt, han plagiado o simplemente se han inspirado al crear sus obras.

El año no lleva ni dos meses y ya tenemos historias en la prensa sobre enfrentamientos con OVNIS, zombis, amenazas nucleares e Inteligencias Artificiales, pero la verdad es que todas esas películas ya las vimos y hemos perdido la capacidad de asombro. ¿Qué ha cambiado en la sociedad entre 1938 y los espectadores de The Last of Us de 2023? Los primeros, aterrados por la broma de Halloween de Orson Wells y los segundos, lanzándose a hacer memes. ¿Será qué, como sociedad, hemos dejado de ser infantes impresionables para convertirnos en adolescentes indolentes?

¿Qué hay más allá de este anecdótico inicio de año? ¿Cuáles son las oportunidades que se esconden tras estos hechos? Se me ocurren algunas, es buen momento para especializar despachos de abogados en propiedad intelectual artificial, fomentar Startups de Inteligencia Artificial, destinar más fondos al estudio de los hongos que puedan ser una fuente de beneficios y calamidades, y por qué no, crear una especialidad en relaciones interestelares.

2023, en el plano internacional, ha iniciado con historias salidas de una película de ciencia ficción. No bajemos la guardia, vienen tiempos electorales, así que no nos sorprendamos cuando veamos las historias que saldrán de una película de comedia. Pues como decía el abuelo de un querido maestro, lo bueno de todo esto, es lo mal que se va a poner.