
Autores:

A 118 años de la relatividad
Einstein quedó fascinado por la luz en todas sus facetas: sombra y solidez, velocidad y color. Su esencia, consistencia y ponderación se convirtieron en legado para los habitantes del planeta Tierra, transmitiendo aforismos cargados de sabiduría y relevancia, reflejando la profundidad de sus propios estudios
Algunos maestros se incomodaron por sus preguntas en clases. Otros lo sentenciaron como un alumno que no trascendería. Una profesora lo reprobó en matemáticas. Hasta 1919 la Royal Society de Londres comprobó la veracidad experimental de sus teorías. En 1921 recibió el Premio Nobel de Física.
El físico Albert Einstein nació en Alemania en 1879. A edad temprana emigró a Italia en compañía de sus padres. Le fascinaba caminar sin rumbo y sin reloj, sólo con sus pensamientos y cavilaciones. Falleció el 18 de abril de 1955 en Estados Unidos.
Han transcurrido 118 años de la publicación de los cuatro textos que modificaron el rostro del universo. En agosto de 2005, Rowdy Boeyink, estudiante de física, encontró por casualidad, entre los miles de legajos archivados en el holandés Instituto Lorente de Física Teórica de la Universidad de Leiden, un abandonado manuscrito que versa sobre un nuevo estado de la materia.
Einstein se obsesionó por la luz. Su sombra y solidez. Velocidad y color. Esencia, consistencia y ponderación. Heredó a los habitantes del planeta Tierra los aforismos cargados de sabiduría y vigencia, como sus propios estudios:
Ante la lucha intestina que está librándose en el PAN y en Morena por las miles de candidaturas a competir en el proceso electoral concurrente 2023-2024, les profetizó: No sé (que armas se usarán en la Tercera Guerra Mundial), pero puedo decirle cuál es en la cuarta: ¡piedras!
A los fundamentalistas del PAN los ubicó: Dios es sofisticado, pero no malévolo.
A los consumidores compulsivos los desilusionó: A veces se paga más por las cosas que uno puede obtener gratis.
A los enamorados, confundidos por su teoría, les precisó: Cuando se está con una bella chica durante dos horas, parece que son dos minutos. Cuando se está sentado sobre la estufa ardiendo durante dos minutos, parece que son dos horas. Ésa es la relatividad.
A la extraviada precandidata presidencial del FAM (PRI-PAN-PRD), Xochitl Gálvez Ruiz, de incierto futuro electoral, le recordó: Dios no juega a los dados.
Al presentable aspirante de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Omar García Harfuch — en los años 70 de mi juvenil edad, con su padre, don Javier García Paniagua, tuve enriquecedoras conversaciones en el segundo piso del viejo edificio del CEN del PRI—, embestido mortalmente por los filosos cuernos de los Miuras puro y duros del Movimiento, entregó la tardía lección: La materia le dice al espacio cómo curvarse, el espacio le dice a la materia cómo moverse.
Personajes de Aguascalientes.
Al alcalde panista de Aguascalientes, Leonardo Montañez Castro, promotor de un aumento al Impuesto Sobre Adquisición de Bienes Inmuebles (ISABI), de 2 a 3%, y padre del impuesto del 1.2 por ciento sobre el valor comercial de los bienes que las personas hereden o donen a sus familiares en línea recta de primer grado, sin considerar que el nuevo gravamen es un cambio radical en comparación con la tasa 0 por ciento de 2023, le recriminó por la daga clavada en dos ocasiones a la población: Todo el mundo tiene que sacrificarse de vez en cuando en el altar de la estupidez.
Al muy cuestionado político guanajuatense, Luis Alberto Villarreal García, marido de la gobernadora María Teresa Jiménez Esquivel, le demandó: Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera”.
Al poblano responsable de la desahuciada seguridad pública en la entidad, Manuel Alonso García, le apremió: El genio se hace con uno por ciento de talento y 99 por ciento de trabajo.
Al insuflado secretario de Finanzas estatal, Alfredo Martín Cervantes García —cerebro del inconstitucional Impuesto de Servicio Integral de Iluminación Municipal, recaudado por el Ayuntamiento de Aguascalientes bajo el concepto de Alumbrado Público—, le aconsejó: Las posesiones, el éxito material, la publicidad, el lujo, siempre las he considerado desdeñables. Supongo que un modo de vida sencillo y modesto es mejor para todos; mejor tanto para el cuerpo como para la mente.
A propósito del celebrado Teretón de Jiménez Esquivel —las únicas faltantes fueron las célebres Kardashian—, alertó: Cada uno debe ser respetado como persona y nada debe ser divinizado.
Para Albert Einstein, el matemático de la cabellera despeinada y las universales ideas, los conceptos y principios fundamentales de la ciencia son invenciones libres del espíritu humano.
Porque alguien tiene que escribirlo: Cuando era joven, Albert Einstein descubrió que el dedo gordo agujeraba el calcetín, dejó de ponerse los odiados calcetines; la decisión incluyó el momento que pisó la Casa Blanca, invitado por el presidente Roosevelt.
Coda: El alcalde de Aguascalientes, Leonardo Montañez Castro, defiende a capa y espada el impuesto del 1.2 por ciento sobre el valor comercial de los bienes que las personas hereden o donen a sus familiares, incluido en la Ley de Ingresos de 2024, porque “siempre ha existido, simplemente estaba exento”.
La obcecada justificación me recuerda al bíblico Lázaro que se levantó muy girito de su tumba para andar como un quinceañero.
El tema central, la litis, no es la existencia del gravamen, sino revivir el llamado impuesto a la muerte con funestas consecuencias para la población.
14 de noviembre de 2023, 19:51
Explora más contenido de este autor
Descubre más artículos y perspectivas únicas

