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¿Abrir o no abrir las escuelas?
Durante las últimas semanas sociedad, estudiantes y gobierno han estado debatiendo la posibilidad pero, ¿qué tan factible es un regreso presencial?
Casi 13 meses han transcurrido desde que por última vez, las aulas de nuestro país se vieron llenas de alumnos. Esta pandemia no solo expuso las debilidades de un sistema de salud insuficiente, sino también de un sistema educativo arcaico que no contemplaba a las TIC’S (Tecnologías de la Información). De un día al otro miles de educadores tuvieron que hacerse expertos en zoom, google classroom, entre otras plataformas.
A más de un año de ausencia de alumnos y docentes en las aulas es momento del recuento de los daños. El pasado 23 de marzo, el INEGI publicó los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020: tal como yo pronostique en mayo, los estudiantes se enfrentaban a una crisis sin precedentes que obligaría a muchos a abandonar sus estudios.
Gracias a la actual contingencia sanitaria derivada del COVID-19, 5.2 millones de estudiantes entre 3 y 29 años interrumpieron sus estudios para el ciclo escolar 2020-2021. De los cuales 2.3 millones fue derivado de la pandemia, y 2.9 millones por falta de recursos económicos.
Otra cifra alarmante es que de los 33.6 millones de alumnos que cursaron el ciclo escolar 2019-2020, más de 738 mil alumnos no concluyeron el año educativo ya sea por covid, falta de recursos, tenía que trabajar, entre otras razones. Esto representa el 2.19% de los alumnos inscritos.
De entre aquellos que no concluyeron el ciclo escolar 2019-2020, estos fueron los motivos

¿Por qué los estudiantes no se inscribieron?
De los 2.3 millones de alumnos que no se escribieron este ciclo escolar por COVID19, 615 mil mencionaron que las clases en línea son poco útiles, 584 mil porque algún progenitor se quedó sin trabajo y 581 mil carecía de herramientas como computadora o internet.
En adición a ello, 152 mil 240 estudiantes de 16 a 18 años tuvieron que abandonar sus estudios para poder trabajar.

¿Y si abrimos las escuelas?
Los resultados de la encuesta del INEGI demuestran una gran voluntad de los estudiantes para regresar a las aulas con todos los protocolos sanitarios, como el lavado de manos, la desinfección de los salones, entre otras medidas.

Pero ¿Cómo se pretenden aplicar estas medidas si el 23% de los planteles educativos no cuentan con agua? (Cifras proporcionadas por la SEP).
El doctor Alejandro Macías, excomisionado en la emergencia epidemiológica por la epidemia de influenza AH1N1 en 2009, comentó en una entrevista que, mientras no exista una campaña de vacunación intensa, es difícil pensar en un regreso a clases. “Los alumnos pueden ser un vector de contagio para los docentes”.
La disposición existe al igual que la exigencia pero las condiciones no son las adecuadas. Si bien, unas escuelas poseen la infraestructura necesaria para un regreso a clases seguro, ¿Qué sucederá con las instituciones que no posean dicha infraestructura?
REDIM pide retorno a las aulas
La Red por los Derechos de la Infancia de México (REDIM), emitió un comunicado en el que solicita a las autoridades un regreso a los salones de clases gradual, seguro y sin discriminación.
“Les invitamos a mostrar voluntad política para trabajar conjuntamente, entre autoridades educativas, familias y estudiantes para iniciar los preparativos de acuerdo al semáforo epidemiológico municipal, basando las decisiones en datos y lecciones aprendidas, construyendo acuerdos entre todas las partes implicadas y priorizar el interés superior de niñas, niños y adolescentes“, argumenta REDMI..
A su vez, enfatizan que el programa educativo “Aprende en casa” emitido por el gobierno federal, no es la solución más eficiente ya que, no es la solución más eficiente por las afectaciones a las habilidades sociales., estabilidad emocional, desarrollo físico, la adquisición de conocimientos y la necesaria interacción humana.
“El formato televisivo no corresponde con que 8 de cada 10 niñas, niños y adolescentes, antes de la pandemia, sólo se comunicaban a través de dispositivos móviles, la televisión ha representado un retroceso respecto a la necesidad de interacción (fundamental en el proceso de aprendizaje significativo), situación que el internet sí permite e incluso puede fomentar positivamente”.
Reactivemos las escuelas
Las autoridades ya permitieron la apertura de antros y cantinas cuando claramente no son negocios esenciales y son una fuente de contagios que se pudieran evitar. ¿Por qué no priorizar la apertura de escuelas?
Porque un gobierno que prioriza los antros, casinos y otros negocios no esenciales, a la educación de su población, deja mucho que desear.
23 de abril de 2021, 11:45
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