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Afán destructivo y voracidad de Alejandro Navarro abren puerta a hotel en zona ecológica
Sin contemplar los riesgos para el patrimonio cultural de Guanajuato y de una de sus áreas de preservación ambiental, el alcalde da su respaldo para desarrollar un proyecto millonario para la ciudad y destraba construcción suspendida
La tentativa de construcción de un hotel en una zona de conservación ecológica es el más reciente ejemplo del instinto devorador del presidente municipal de Guanajuato, Alejandro Navarro, quien ya anticipó su total apoyo a una inversión millonaria de más de 300 millones de pesos, pese a que el proyecto implica destrucción en cerros cercanos a La Bufa.
Los planes están armados aunque no hay permisos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) porque el terreno está en el polígono de zona patrimonial.
Ya antes, el alcalde avaló daños en la Sierra de Santa Rosa al autorizar Cucursola, el proyecto del desarrollo inmobiliario que planeaba edificar Sergio Fernando Ascencio Barba, ex diputado panista y hoy funcionario de la Secretaría de Turismo (ver VIDEO). También en su administración se trazó el camino sobre el predio la Granja en Marfil, obra a la que se le denominó “El Arañazo”, por la devastación que causó en el área.
Sin rodeos, después de la presentación del proyecto que contempla una inversión de 378 millones de pesos, Mario Alejandro Navarro Saldaña dijo no ver impedimento para avalar un cambio de uso de suelo en la zona, aunque una porción del terreno donde se pretende edificar el hotel sea zona de conservación ecológica y un patrimonio de ciudadanos de la capital, pues también anualmente en esta área se celebra una arraigada festividad patronal a San Ignacio de Loyola.
Alejandro Navarro tiene un ideario empresarial basado en el turismo, pero en una visión destructiva de ciudad y sus limitadas áreas ecológicas, contrarias a las nuevas tendencias corporativas de la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente. De hecho, el alcalde es empresario hotelero, estudió Administración de Empresas por el Instituto Universitario del Prado, una institución en línea.

Mega hotel de “gran clase” en zona patrimonial
A principios de septiembre, empresarios de la cadena hotelera Quinta Real presentaron al alcalde Alejandro Navarro el proyecto para construir un mega hotel en pleno centro de la ciudad, en la zona del Paseo de la Presa y las faldas del cerro de la Bufa. Los empresarios se mostraron contentos, pues el presidente municipal ofreció el respaldo.
El director de la cadena hotelera, Leandro Trejo Escudero detalló que la propiedad podría alcanzar 14 mil metros cuadrados de construcción (una hectárea y media) y está planteada para arrancar en el primer trimestre de 2022.
El hotel tendría 85 suites de “gran clase”, cinco pisos, un centro de negocios equipado, dos restaurantes especializados en gastronomía mexicana e internacional, bar, un salón de eventos con capacidad de hasta 500 personas, spa, gimnasio, albercas y estacionamiento.
También aseguró que durante las obras de construcción, el desarrollo podría generar 350 empleos directos y 100 indirectos y en operaciones podrían dar empleos hasta a 150 personas. Detrás del proyecto está Olegario Vázquez Aldir, director del Grupo Empresarial Ángeles, uno de los empresarios más ricos del país.
En la presentación, Navarro dijo que Guanajuato necesita inversiones de este tipo para fortalecerse como “destino turístico de vanguardia, con servicios de calidad que permitan dar una paso más como destino internacional”.

Anuncia reactivación de obra en Casa Colorada
La inversión de la cadena Quinta Real se anunció en medios nacionales y aunque el alcalde aseguró que fue “precavido” al acudir a la presentación del proyecto, aceptó también que ofreció todo el acompañamiento del Gobierno Municipal.
“El grupo empresarial quería el respaldo del municipio y nosotros con gusto se lo dimos”, declaró en entrevista días después del anuncio. Al mismo tiempo aceptó que se requiere un cambio de uso de suelo, que dijo “no ver la razón por la que el Ayuntamiento no se lo pueda otorgar” y permisos del INAH.
Subrayó que el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia es necesario para cuidar la altura y la fisonomía del hotel y adelantó que si este visto bueno se otorga, el municipio respaldará la inversión porque generaría derrama económica y empleo para la ciudad.
En la entrevista, anunció también la reactivación de la construcción del hotel Casa Colorada, obra que permaneció seis años suspendida por no contar con los permisos necesarios por parte del INAH.
“Ya va a abrir próximamente su etapa que tenía parada, va a hacer una remoción de algunas habitaciones o algunos cuartos de la segunda planta, es una negociación que hicieron con el INAH en la Ciudad de México y encantados de la vida porque es un proyecto importante para Guanajuato que en su momento el propio municipio le dio el permiso, no cuidaron las formas y se quedó una inversión millonaria ahí parada”, dijo.
Navarro también tocó el tema de “El Arañazo”, acusó que hay personas que desinforman y generan la falsa idea de que el camino, construido en un terreno del que es propietario su suegro, Guillermo Smith, está en una zona de preservación ecológica, pues dijo el lugar sólo está cerca de un área protegida, pero dijo que donde está el trazo es urbanizable.

Ve Consejo Ecologista patrimonio en riesgo
El Consejo Ecologista Guanajuatense no solo ve en riesgo un área de preservación ecológica, sino el patrimonio monumental de Guanajuato, pues la edificación se desarrollaría en el área poligonal que estableció la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para poder inscribir a la ciudad de Guanajuato en la lista de patrimonio mundial.
Integrantes de la organización advirtieron que se trata de un atentado en contra del patrimonio cultural de Guanajuato, que se repite como en el caso de las Momias y el nuevo museo que se pretende construir, pese a la inconformidad de diversas organizaciones civiles.
“Hay una especie de asedio y conspiración en contra de Guanajuato, ellos se creen los dueños del pueblo y no son los dueños del pueblo para hacer lo que quieran. Hay que detenerlos de alguna forma porque están atentando en contra del patrimonio cultural de Guanajuato”, subrayó uno de sus integrantes.
La organización ecologista no se opone a que se desarrolle el proyecto en la ciudad, siempre y cuando se haga en el lugar debido y para ello está la zona sur, hacia donde ha apuntado el crecimiento recientemente.

No hay condiciones, pero no los descartan para el próximo año
Sin embargo, hoy día no existen las condiciones para llevar a cabo el proyecto, declaró por otra parte el director de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial del Municipio, Juan Carlos Delgado Zárate, quien no descartó que éstas puedan cambiar para el próximo año. De momento, lo que impide la posibilidad es el uso de suelo que tiene parte del predio y la carencia de permisos del INAH.
Sostuvo que hay interés de la administración municipal y sobre todo del alcalde en no dejar ir la millonaria inversión porque representa reactivación económica, empleo y trabajo y advirtió que se trabajará con el ayuntamiento entrante el cambio de uso de suelo. La administración municipal 2021-2024 tiene mayoría panista.
“Vamos a ver el ayuntamiento entrante, el sentido del apoyo que se pueda brindar en un momento dado para conceder el uso de suelo y luego la interacción con la parte federal Antropología e Historia. Si me preguntan, en este momento no hay posibilidades de llevarlo a cabo, pero si se dan este tipo de asignaturas que se vayan resolviendo, eventualmente podrá”, afirmó.
Delgado Zárate es el funcionario municipal que dio su anuencia para que pudiera construirse el camino “El Arañazo” sin que los propietarios de los predios contaran con los permisos necesarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Finalmente el acceso fue clausurado por la Profepa.
El director de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial del municipio también otorgó los permisos para lotificar y tumbar árboles en Santa Rosa para el desarrollo inmobiliario del entonces diputado panista, Sergio Fernando Ascencio Barba.
Autorizan tala de árboles; ciudadanos reaccionan y recuperan espacio
Y mientras un proyecto está en pausa, pero no descartado, autoridades municipales dieron permiso para la tala de cuatro árboles de tipo ficus, una especie que abunda en la ciudad, supuestamente a petición de los propietarios de un inmueble recientemente restaurado.
El daño ocasionó el enojo de vecinos del Paseo de la Presa, quienes para recuperar el espacio público se unieron y plantaron árboles en el mismo lugar en donde se retiraron los ficus. Aparentemente, el inmueble que está ubicado a pie de calle será un hotel boutique y los vecinos aseguraron que la intención de los propietarios es convertir estas jardineras en estacionamiento.

El director de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, Juan Carlos Delgado Zárate, ha reconocido que el municipio otorgó el permiso para la tala de los árboles, pero justificó que ellos se comprometieron a dignificar el espacio y asumir el gasto por este trabajo.
El año pasado, el Congreso del Estado aprobó una reforma al Código Territorial del Estado que impide la tala de árboles en zonas urbanas, sin los estudios técnicos correspondientes. La modificación fue promovida por diputados del Partido Acción Nacional.
Delgado Zárate sostuvo que la especie de árboles talados provocan daños en las banquetas y afectan muros. Supuestamente en este motivo se fundamentó la decisión, pero para los vecinos la vegetación brindaba sombra y embellecía la zona.
Por el ecocidio denunciado en la zona, los propietarios del inmueble tuvieron que pagar una suma que no fue revelada por la Dirección de Ecología y además supuestamente donaron 50 especies de ornato para su plantación en otro sitio.
Antecedente: respaldo a la devastación en Santa Rosa
Sin hacer algún tipo de trámite ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el empresario y político irapuatense Sergio Fernando Ascencio Barba inició con el proyecto de construir un hotel en la Sierra de Santa Rosa, pero meses después decidió cambiar a un fraccionamiento residencial, pues le parecía más rentable fraccionar los 67 mil 680 metros cuadrados del predio conocido como Cucursola.
El proyecto ocasionó devastación con el trazo de al menos 51 lotes para conformación de un fraccionamiento, pero no fue esto lo que generó que se detuviera, sino el descontento que ocasionó entre la población de Santa Rosa al comprometer el agua de alrededor de cinco mil habitantes que hay en comunidades aledañas.
Finalmente, después de casi ocho meses de una batalla legal por el derecho humano a vivir en un medio ambiente óptimo, autoridades federales concedieron a los habitantes de la comunidad de Santa Rosa en el municipio de Guanajuato un amparo con el que se suspendió de manera definitiva el desarrollo inmobiliario Cucursola.