Estimados lectores, nos encontramos en un camino que cada vez parece no tener retorno, hace algunos días en una publicación Lista de las peores ciudades de México para vivir según el Índice de Habitabilidad Global de EUA, https://www.adn40.mx/seguridad/2025-08-20/lista-peores-ciudades-mexico-vivir-indice-habitabilidad-global , en esa publicación se mencionan a la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Aguascalientes como las peores ciudades para vivir.

La referencia de dicha publicación es: “El Índice Global de Habitabilidad 2023, publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU)” que  analiza las condiciones de vida a través de cinco categorías principales: a) Estabilidad, b) Atención médica, c) Cultura y medio ambiente, d) Educación; y e) Infraestructura.

Dentro de los rubros medio ambiente e infraestructura sin duda se encuentran el problema del agua como servicio público y su calidad, al no existir un sistema claro de como sanear el agua, no basta con tener plantas de tratamiento de aguas residuales, implica una planeación en cómo y la forma que el agua residual llegue a la planta, además de que ésta sea tratada bajo parámetros de norma, pero la historia no termina ahí, pues el agua debe ser reutilizada, sin descuidar otro aspecto que es el manejo y reutilización de los lodos que ahí se generan, no basta con decir que “sirven para la agricultura”, la generación de lodos, implica manejo, traslado y confinamiento o destino, pero eso demanda una planeación clara, no suposiciones como ha sido costumbre.

Los servicios de agua potable no son de calidad, he insistido en este espacio que se requiere que un servicio público sea: “continuo, permanente y regular”, ustedes amables lectores pueden constatar que en varias ciudades de México esas tres condiciones no se cumplen, y Aguascalientes en sus servicios públicos, como agua potable, alcantarillado y movilidad se encuentran lejanos, con ello se convierten en ciudades no atractivas para vivir, por el momento se ofrecen y me atrevo a calificarlo o denominarlo así como: “espejismos urbanos”, en donde los únicos beneficiados son los desarrolladores urbanos.

La deficiencia en la movilidad impacta en que se llega tarde al trabajo, escuela o compromisos, además induce a que se use automóvil, lo cual también impacta en la mala calidad del aire y el aumento o congestionamiento en el flujo vehicular, hace seis años, se hicieron advertencias por parte de especialistas respecto a los proyectos de obra de Martin Orozco con sus “flujos continuos”, fue más atractivo para él licitar y obtener los beneficios colaterales que acarrea el detentar el poder sin contrapesos o transparencia.

Pero también el transporte urbano deja mucho que desear por que no existe un control total de las emisiones que contaminan, igual que varios camiones de basura o hasta pipas de agua que es un martirio tenerlos fuera del domicilio por las emisiones grotescas.

En esta temporada de lluvias parte de las críticas que inmediatamente se vuelven virales son los baches, en donde la lluvia es la villana, no se reconoce la deficiencia en la obra de parchar los baches y de los encarpetamientos que son de mala calidad, las vialidades no cubren los parámetros de calidad. Dichos baches son una afectación al patrimonio de los propietarios de vehículos.

Sin embargo, pensar que sólo los baches son un problema, es persistir en la visión de que nos preocupa una ciudad de coches, es pensar que se quiere una ciudad óptima para automóviles, se olvida que una ciudad es para personas, no para autos. Amables lectores en dónde queda el equipamiento que usan los peatones, es decir banquetas, andadores, etc. ¿Han observado la mala calidad de las banquetas? Tienen hoyos, desniveles, deficiencia en construcción o daño por raíces, rampas irregulares trazadas por los habitantes de la casa a la que corresponde la rampa vehicular, etc.

¿Cuántas personas sufren caídas y accidentes al caminar por la mala calidad de ese equipamiento? Varias, además es pésima la imagen, esas no son ciudades para promocionar, ni para habitar.

En la menor lluvia brota agua negra de las alcantarillas o las avenidas de agua son impresionantes para una ciudad mal diseñada, pero que ese diseño no es culpa de un pasado que tiene su irresponsabilidad, sino de lo actual, se piensa en construir y ampliar la ciudad, pero con fines especulativos, podemos contrastarlo con cuantas viviendas abandonadas hay y cuántas se siguen o proyectan construir.

Aguascalientes obedece ya lo hemos señalado a un modelo de ciudad dispersa, que se extiende la cual cada vez demanda más tiempo para desplazarse, eso contamina y hace perder el tiempo, ocupa territorio, agota el territorio, es modelo de enriquecimiento excluyente, pues sólo beneficia a los “terratenientes”, llevar servicios de agua y energía demanda inversiones mayores, en el caso del agua, se reduce la presión, fomentando un problema mayor y que no ha sido atendido que son los tandeos.

Pero tampoco, la solución son las ciudades verticales, en este momento que se construyen conjuntos verticales, bajo el argumento de no seguir la ciudad dispersa, pero tampoco eso implica una ciudad concentrada. Ese es otro espejismo por cuidarse, imaginen amables lectores, la concentración de personas en una cuadra, con una deficiencia que es la red de alcantarillado, que no soporta lloviznas, ahora vean la cantidad de descargas en una sola cuadra, con la infraestructura con que se cuenta, las aguas negras serán parte de las corrientes en la más mínima lluvia, o simplemente algunos vecinos de esas construcciones verán como las coladeras de sus hogares serán fuentes.

En esta semana en la Universidad Autónoma de Aguascalientes se tiene un encuentro o foro: “la no ciudad”, aún no sé lo que se ha discutido o propuesto, sin duda habrá reflexiones interesantes, pero también habrá de quienes son los responsables de este caos y justificarán el desarrollo actual. Ya las siguientes semanas les compartiré reflexiones respecto a lo que se discuta o proponga en dicho foro. Así como algunos aspectos que me he propuesto abordar relacionados con la ausencia de visión del urbanismo y los riesgos, en cuanto este último considero que es obsoleta la visión de la teoría de los riesgos, principalmente en el sector agua.

Mientras tanto, amables lectores, ustedes han sido testigos de que se habla de ¿Cómo hacer crecer la ciudad? Me pregunto, ¿Es correcta o apropiada está interrogante? Si no es correcta entonces sus respuestas tampoco lo serán. Parece que ahí está el problema, se discute como crecer en la ciudad, y no como diseñar sin crecer, ojo, no me refiero a ciudades verticales al cien, sino el planteamiento de cómo hacer ciudades habitables, sin ocupar más espacio, y al decir habitables, me refiero que tengan servicios de agua continuos, permanentes y regulares, sin fuentes de agua residual que brote de alcantarillas, sin baches, ni hoyos en los espacios que usan los peatones. Ciudades seguras y que no exijan tener otro auto, que el transporte público sea de calidad, incluido sus parabuses.

Pero hay algo más que me inquieta y quiero compartirles, que nuestro concepto de ciudad es lineal, antropocéntrico y depredador, pensar exclusivamente en la urbe, si se continua así, se agotaran reservas, bosques, ríos, arroyos, se desplazará fauna y destruirán floras nativas. Además, el agua bajo este esquema se encuentra amenazada.

Es momento de pensar en la habitabilidad que no es exclusiva en una ciudad, sino que la ciudad existente se transforme y se armonice con el panorama que está fuera de las ciudades. Me atrevo a aseverar que hacer crecer ciudades es apostarle al aceleramiento del cambio climático. Tampoco invito al hacinamiento, pero si a la creatividad sobre nuevas formas de habitar y de construir “ciudades armónicas”, porque las actuales son lo que me atreví a calificar como “espejismos urbanos”, ciudades depredadoras, ciudades deshidratadas (pues tendrán ausencia de servicios de agua potable y alcantarillado) incluso las personas serán sus propias víctimas.

Nos vemos la próxima semana. No olviden la importancia de emprender políticas y acciones que permitan que en México y Aguascalientes el agua nos alcance.

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