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12/14/2025
Bard y Bing, nuestros nuevos amigos

Bard y Bing, nuestros nuevos amigos

La integración de IA en los motores de búsqueda nos traerá una mejor experiencia a los usuarios, podremos dialogar con el buscador de una forma más cálida y eficiente

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    Con la integración de ChatGPT a Bing, el buscador de Microsoft, y Bard al de Google se abre la era de las búsquedas inteligentes. El negocio por poseer las preguntas de los usuarios ha llegado al terreno de la inteligencia artificial (IA).

    Con la integración de ChatGPT a Bing, el buscador de Microsoft, y Bard al de Google se abre la era de las búsquedas inteligentes. El negocio por poseer las preguntas de los usuarios ha llegado al terreno de la inteligencia artificial (IA).

    La integración de IA en los motores de búsqueda nos traerá una mejor experiencia a los usuarios, podremos dialogar con el buscador de una forma más cálida y eficiente. Serán nuestros consultores personales. Con cada interacción la IA sabrá más sobre nosotros, nuestros gustos, miedos, sueños, preocupaciones, deseos y necesidades. Será ese amigo que completa nuestras frases, capaz de sugerirnos productos o temas de nuestro interés incluso antes de que pensemos en ello.

    Estos nuevos asistentes harán más que solo mostrarnos una lista de resultados en la web. Dialogarán con nosotros, serán como un confidente capaz de responder dudas, mostrar ofertas, sugerir cosas, brindar información y asesorarnos en todo lo que necesitemos.

    Serán ese amigo que siempre nos muestra primero las opciones que están dispuestas a pagar por ser presentadas. Ese amigo convenenciero que tratará de sugerirnos las opciones que le den algo a ganar.

    No es un secreto que en la actualidad con cada búsqueda alimentamos un algoritmo que le permite a Google mostrarnos los anuncios a los que tenemos mayor probabilidad de reaccionar. La eficiencia de este gigante tecnológico valuado en 820 mil millones de dólares es tal que muchos especialistas consideran que la mayoría de los usuarios no estamos preparados para enfrentar ese tipo de bombardeo publicitario.

    La información que Google genera con sus más de 5 mil millones de búsquedas al día le permite medir el pulso del planeta. Con la creación de un buscador capaz de dialogar con el usuario, el conocimiento obtenido será más fino, más detallado. Una inteligencia con la que se dialoga podrá describir contextos.

    La integración de una IA en los motores de búsqueda permitirá una mayor eficiencia para las campañas de marketing. Los anuncios que se nos mostrarán serán cada vez más cercanos a nuestras necesidades y deseos. ¡Y la mejor noticia es que con los buscadores inteligentes, vendrán los anuncios inteligentes! Anuncios que se crearán afines a nuestro vocabulario, estilo de redacción y preferencias gráficas.

    Las posibilidades son infinitas. Bard y Bing, acostumbrados a dialogar con nosotros todos los días, aprenderán a hablar como nosotros y personalizarán los anuncios para que los mensajes sean más eficientes. Como usuarios nuestra experiencia será más rica, como consumidores nuestro poder de decisión será más vulnerable.

    La materialización de la inteligencia artificial marca la llegada de tiempos interesantes, la ciencia ficción nos enseñó que la IA vendría para hacer los servicios de la casa, así como los trabajos poco creativos y gratificantes, para que la humanidad tuviera más tiempo para pintar, escribir, y hacer música. Con la llegada de la inteligencia artificial, nos dijeron, se perderán esos puestos de trabajo de bajo nivel, pero, por ejemplo, aumentará la demanda de programadores. La realidad es que la IA también está aprendiendo a programar.

    Cuando un producto es gratis, es porque el producto eres tú, me decía un maestro. Los navegadores son granjas de consumidores, cada día nos alimentan con el pasto de la información y extraen de nosotros nuestros intereses, que después empaquetan y venden al mayoreo a los anunciantes, como segmentación de mercado. La llegada de la inteligencia artificial volverá más eficiente ese trabajo.

    Como en una granja de libre pastoreo, los gigantes tecnológicos están dispuestos a invertir millones por que la experiencia de usuario sea cada vez más gratificante, “intereses de usuarios contento”, dirán sus empaques. Publicidad segmentada, eficiente y más barata que permitirá a los pequeños emprendedores encontrar su nicho de mercado, lo que creará más empresas, más trabajos, más espacios para implementar inteligencias artificiales, o por lo menos esa es la promesa.

    La llegada de Bard y Bing es más que la sofisticación de los motores de búsqueda, es la confirmación de un futuro que se ha hecho presente.

    Con cada interacción la IA sabrá más sobre nosotros, nuestros gustos, miedos, sueños, preocupaciones, deseos y necesidades. Será ese amigo que completa nuestras frases, capaz de sugerirnos productos o temas de nuestro interés incluso antes de que pensemos en ello.

    Estos nuevos asistentes harán más que solo mostrarnos una lista de resultados en la web. Dialogarán con nosotros, serán como un confidente capaz de responder dudas, mostrar ofertas, sugerir cosas, brindar información y asesorarnos en todo lo que necesitemos.

    Serán ese amigo que siempre nos muestra primero las opciones que están dispuestas a pagar por ser presentadas. Ese amigo convenenciero que tratará de sugerirnos las opciones que le den algo a ganar.

    No es un secreto que en la actualidad con cada búsqueda alimentamos un algoritmo que le permite a Google mostrarnos los anuncios a los que tenemos mayor probabilidad de reaccionar. La eficiencia de este gigante tecnológico valuado en 820 mil millones de dólares es tal que muchos especialistas consideran que la mayoría de los usuarios no estamos preparados para enfrentar ese tipo de bombardeo publicitario.

    La información que Google genera con sus más de 5 mil millones de búsquedas al día le permite medir el pulso del planeta. Con la creación de un buscador capaz de dialogar con el usuario, el conocimiento obtenido será más fino, más detallado. Una inteligencia con la que se dialoga podrá describir contextos.

    La integración de una IA en los motores de búsqueda permitirá una mayor eficiencia para las campañas de marketing. Los anuncios que se nos mostrarán serán cada vez más cercanos a nuestras necesidades y deseos. ¡Y la mejor noticia es que con los buscadores inteligentes, vendrán los anuncios inteligentes! Anuncios que se crearán afines a nuestro vocabulario, estilo de redacción y preferencias gráficas.

    Las posibilidades son infinitas. Bard y Bing, acostumbrados a dialogar con nosotros todos los días, aprenderán a hablar como nosotros y personalizarán los anuncios para que los mensajes sean más eficientes. Como usuarios nuestra experiencia será más rica, como consumidores nuestro poder de decisión será más vulnerable.

    La materialización de la inteligencia artificial marca la llegada de tiempos interesantes, la ciencia ficción nos enseñó que la IA vendría para hacer los servicios de la casa, así como los trabajos poco creativos y gratificantes, para que la humanidad tuviera más tiempo para pintar, escribir, y hacer música. Con la llegada de la inteligencia artificial, nos dijeron, se perderán esos puestos de trabajo de bajo nivel, pero, por ejemplo, aumentará la demanda de programadores. La realidad es que la IA también está aprendiendo a programar.

    Cuando un producto es gratis, es porque el producto eres tú, me decía un maestro. Los navegadores son granjas de consumidores, cada día nos alimentan con el pasto de la información y extraen de nosotros nuestros intereses, que después empaquetan y venden al mayoreo a los anunciantes, como segmentación de mercado. La llegada de la inteligencia artificial volverá más eficiente ese trabajo.

    Como en una granja de libre pastoreo, los gigantes tecnológicos están dispuestos a invertir millones por que la experiencia de usuario sea cada vez más gratificante, “intereses de usuarios contento”, dirán sus empaques. Publicidad segmentada, eficiente y más barata que permitirá a los pequeños emprendedores encontrar su nicho de mercado, lo que creará más empresas, más trabajos, más espacios para implementar inteligencias artificiales, o por lo menos esa es la promesa.

    La llegada de Bard y Bing es más que la sofisticación de los motores de búsqueda, es la confirmación de un futuro que se ha hecho presente.

    11 de febrero de 2023, 03:25

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