Conocí en 2018 el trabajo que Fabrizio Lorusso realizó sobre historia de las desapariciones en Guerrero, ya en ese entonces había publicado sus reflexiones académicas sobre Los otros desaparecidos de Iguala en varias revistas académicas. Ese año, él mismo compiló la memoria visual de la participación que las familias de personas desaparecidas de Guanajuato tuvieron en el Foro de Pacificación realizado por el entonces Gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador (Ver).  

Mucho ha pasado desde entonces. En 2019 impulsamos sin mucho apoyo institucional las iniciativas legislativas sobre desaparición de personas y de atención a víctimas en el Congreso local, a partir de la homologación con sus referentes de Leyes Generales. Hoy a cinco años de haber sido aprobadas, contamos con Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CLB) y con Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAIV).

La referencia al apoyo institucional cobra vital importancia ya que después de más de cinco años de trabajo ininterrumpido frente al fenómeno, la Universidad Iberoamericana León ha decidido crear el Laboratorio de Resistencias contra las Desapariciones o ReDLab bajo la conducción de Lorusso. Hasta ahora, las acciones se realizaron desde su posición de profesor de tiempo completo en la Universidad y en proyectos de investigación académica financiados por la Ibero, resalta el proyecto de construcción del Memorial en Salvatierra, que busca junto con el Colectivo “Ángeles de Pie por ti”, convertir un sitio de exterminio en un jardín de memoria. Incluso en el proyecto del entonces CONAHCYT “Incidencia política de las familias de personas desaparecidas en Guanajuato y Jalisco a partir de los procesos de organización y de memoria”, la Ibero León no participó institucionalmente, fue Lorusso quien se integró como investigador individual de ese proyecto.

El Laboratorio tiene como objetivo “articular en un único espacio muchos esfuerzos y actividades que desde la universidad se han estado llevando a cabo en los últimos años, de la mano de colectivos y personas buscadoras, así como de otras instituciones académicas, sociales, privadas o del sector público, con énfasis en la investigación y la incidencia, el acompañamiento multidisciplinario de procesos colectivos y casos, la divulgación y formación”, ha escrito Fabrizio. Y tendrá tres líneas de trabajo:

-      Desaparición y búsqueda de personas.

-      Memoria, verdad y justicia.

-      Violencias y resistencias.

Guanajuato, una entidad en la que existen 5 mil 130 personas desaparecidas y se han localizado al menos 724 fosas clandestinas con más de mil 369 cuerpos exhumados, se encuentra como uno de los estados en los que las desapariciones se han multiplicado exponencialmente en los últimos años. Ahora más que nunca es necesario el aporte académico y técnico para fortalecer la búsqueda de personas desaparecidas y la respuesta institucional.

Enhorabuena por la Universidad Iberoamericana León que responde a la urgencia de atender la crisis. En palabras de David Fernández, las Universidades de la Compañía de Jesús están llamadas a la calidad académica y a la pertinencia social, y deben responder desde sus funciones básicas (docencia, investigación y vinculación) a la transformación social, que como en este caso, busca incidir en la modificación de las condiciones de exclusión social y de violencia que han enfrentado diversos grupos sociales.

Ojalá otras Universidades se sumen a la creación de proyectos similares. Por lo pronto, bienvenido ReDLab.