El pasado jueves 10 de octubre, la diputada del Grupo Parlamentario de Morena, Paula Soto, presentó ante el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa de reforma al Código Civil y al Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal que propone la posibilidad de reconocer la identidad de género de la niñez y adolescencia trans, a través del mismo procedimiento administrativo que se sigue para reconocer a las personas trans mayores de dieciocho años desde 2014 en la capital del país.

Y es que si bien la legislación de la Ciudad de México ha sido punta de lanza en materia de reconocimiento de identidad de género en la región, las disposiciones contenidas en los códigos capitalinos todavía obligan a las personas menores de dieciocho años a agotar un procedimiento judicial que resulta irrazonable bajo los estándares establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva OC-24/17. Desde la perspectiva de la Corte Interamericana, los estándares fijados para el reconocimiento de las personas adultas “son aplicables a los niños y niñas que deseen presentar solicitudes para que se reconozca en los documentos y los registros su identidad de género auto-percibida”.

La iniciativa ha sido impulsada, entre otras, por Tania Morales, directora general de la Asociación por las Infancias Transgénero, quien recientemente consiguió el reconocimiento de la identidad de género de su hijo, siendo el primer adolescente trans en ser reconocido en su identidad vía juicio de amparo en la Ciudad de México. Cabe destacar que la iniciativa formó parte de los ejercicios del Primer Parlamento de Mujeres de la Ciudad de México, en que fue dictaminada y aprobada el pasado 24 de abril.

La discusión de esta iniciativa se dará en el marco de dos días que resultan particularmente importantes para las personas trans menores de dieciocho años: el Día Internacional de los Pronombres y el Día del Espíritu, conmemorativo de la lucha contra el acoso escolar hacia personas LGBTQ+ y de quienes han sido víctimas del mismo.

Sobre el uso inadecuado de los pronombres en el entorno escolar, conviene compartir que en estudios académicos previos se ha demostrado que entre les estudiantes a quienes se les llama por nombres y pronombres no acordes a su identidad, se presentan con mayor frecuencia efectos adversos como la imposibilidad de concentrarse en clase, la baja en notas académicas, e incluso el ausentismo y abandono de las instituciones educativas.

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En este sentido, dotar a la niñez y adolescencia con la certeza jurídica de contar con documentos que acrediten su identidad auto-percibida, resulta un paso fundamental para prevenir el acoso y disminuir el ausentismo crónico, que ha sido documentado por organizaciones como Fundación Arcoíris en México.

[2]Claro está que el portar documentación que acredite la identidad de la niñez y adolescencia trans no cambiará en automático todas las situaciones de acoso, mas resulta de una forma de empoderarles, reivindicarles y de poner freno a la legitimación de la discriminación y la violencia desde la existencia de marcos normativos que les discriminan.

Como punto adicional, reconociendo que escribimos desde fuera de la capital, destacar que la aprobación de la iniciativa propuesta sería motivo de repensar la visión adultocentrista del resto de las normativas que permiten el reconocimiento de la identidad de género en el país y de las futuras iniciativas que esperamos ver en las entidades en donde aún no se ha legislado o reglamentado esta posibilidad.

Desde este espacio un llamado a las familias guanajuatenses y mexicanas a sumarnos a la iniciativa de este grupo de activistas y organizaciones. La niñez trans de México merece crecer en entornos que les reconozcan para romper con los ciclos de exclusión, discriminación y violencia que injustamente hoy enfrentan las poblaciones trans en todo el país.

Sus mensajes al Congreso de la Ciudad de México para permitir la posibilidad son bien recibidos. Aquí los hashtags para sumarse a la campaña en redes: #MiDerechoAExistir e #InfanciasTrans.

[1] Smith, E., Jones, T., Ward, R., Dixon, J., Mitchell, A., & Hillier, L. (2014). The Australian Research Centre in Sex, Health, and Society.

[2] Fundación Arcoíris (2015). Encuesta Nacional de Clima Escolar en México 2015.