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Con golpes y descargas, policías de León dejan a joven al borde de la muerte
Juez cívico se niega a admitirlo por falta administrativa y lo envía al hospital; la familia exige justicia
Con información de Edith Domínguez y Martha Silva
Golpes en la cara, en el cuerpo, quemaduras por descargas eléctricas y daño en los riñones son algunas de las lesiones que hoy mantienen postrado en una cama del Hospital Regional a Marco Antonio Reyes Ornelas, después que policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de León actuaron con brutalidad contra él mientras estaba esposado; el joven había sido detenido por policías federales metros antes de llegar a su casa y para liberarlo, presuntamente pidieron a la familia "2 mil pesos o por lo menos mil pesos". Como no lo hicieron, entregaron a Marco a los agentes municipales.
La familia exige justicia a la autoridad, y que cumpla el compromiso de cubrir los gastos médicos, porque a pesar que la autoridad fue quien ingresó a Marco al hospital para recibir atención médica para lo cual incluyó una carta compromiso de que se haría cargo de los gastos, los familiares son los que están pagando.

El pasado 9 de agosto, Marco Antonio Reyes Ornelas de 25 años de edad, se reunió con sus familiares entre ellos su hermano y una cuñada para convivir y tomar algunas bebidas embriagantes, luego se dirigió a su casa caminando, no quiso que lo trasladaran los familiares, pero el hermano y su esposa lo seguían de lejos.
Sobre la calle Río Verde de la colonia Las Margaritas después de la 01:00 horas de ese día, elementos de la Policía Federal a bordo de la patrulla número 16963 lo siguieron, Marco corrió y antes de entrar a su casa que estaba a unos metros, fue detenido; mientras lo tenían esposado los familiares llegaron y cuestionaron por qué lo detenían, los federales argumentaron que "por escándalo en la vía pública". Sin embargo, a decir de la madre de Marco, su hijo no había hecho nada para que lo detuvieran y denunció que los policias federales les solicitaron dinero para dejarlo en libertad.
"Pedían 2 mil pesos (los policías federales) y luego, que por lo menos mil pesos", dinero que le pedían al hermano y la esposa.

La familia no entregó el dinero, uno de los familiares logró grabar parte de la detención, los policías federales entregaron esposado a Marco a los agentes municipales de León de la patrulla 156, a las 01:37 a.m. los municipales se lo llevaron.
Familiares buscaron a Marco y hasta las 2 de la mañana supieron que lo ingresaron a Prevención Social y de ahí lo enviaron al Hospital Regional porque estaba "convulcionando" según alegó la autoridad, pero ya estaba golpeado.
"Ellos mismos entregaron un papel al hospital de que ellos se hacían cargo (de los gastos médicos), pero le cambiaron el nombre a Marco Alexis Muñoz Reyes (no Marco Antonio Reyes Ornelas), hasta la cartera le quitaron, a lo mejor no tenía dinero pero ahí traía su credencial".
Las lesiones que presentaba Marco, era que sus manos estaban hinchadas y con mucha sangre por las marcas de las esposas, esta hinchazón según le dijo el doctor era por un liquido que dañó a los riñones, pero no supo explicar lo que le dijeron los doctores, además, "trae golpes en una mano, quemaduras de la 'chicharra' en la nalga, cara, me dijeron las enfermeras que son quemadas de una 'chicharra' de los policias, trae golpes en el brazo, son 10 días", al menos, de recuperación.
La madre de la víctima siguió con el relato: "traía un esguince en el cuello, está entubado, después de tres días le quitaron el tubo, le hicieron un catéter en el pecho para poderle limpiar los riñones, cada tercer día tenemos que pagar una hemodiálisis de 1,450 pesos, tengo que pedir en Trabajo Social y la traen de una clínica y no le han dado los tickes, me dicen que los pida pero ya llevo como 6... todos los días (los doctores) me dicen que está grave, me dijeron que el agua ya se le esta yéndo a los pulmones. Todos los doctores dicen que puede ser por la droga, yo no digo no ni sí, pero otro doctor dijo qué fue por la golpiza que le dieron".

Los familiares exigen justicia, una investigación interna en el municipio, que se castigue a los responsables y el gobierno municipal apoye con los gastos médicos que hoy la familia ha estado solventado.
Además, presentaron denuncias contra quien resulte responsable y este jueves acudirán a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de León para presentar otra denuncia para que se esclarezca el caso.
Este miércoles, el Municipio confirmó que ayer se abrió la investigación administrativa 325/19-pol, investiga la Dirección de Asuntos Internos de la Secretaría del Ayuntamiento.
Polémica rodea instrumentos usados por agentes
Las "chicharras" o lamparas para dar descargas eléctricas, utilizadas por los policías municipales, que presuntamente fueron las que le ocasionaron las quemaduras a Marco, son aparatos inmovilizadores, cuyo uso no se regula en el reglamento interior de la Dirección de Policía Preventiva Municipal de de León, el cual data de 2010, cuando Luis Ernesto Ayala Torres fue alcalde, (aunque con algunas adiciones posteriores), y donde solo habla de los tratos que deben tener los policias (con los detenidos), bajo el estricto apego a los derechos humanos.
El oficio número 960/2019 firmado por el Juez Cívico Víctor Quiroga Mares, de la delegación sur, evidenció el ingreso de la víctima a Prevención Social, incluso en el mismo documento se ordena trasladar al lesionado al hospital y se pide no se cobre por el servicio porque según la autoridad la víctima dijo que no tenía dinero. Ahí solo se indica que el ingreso es por "una falta administrativa" la cual hoy se desconoce.
Vieja y odiosa tradición
Un repaso hemerográfico por los últimos años, muestra que la Policía de León carga una vergonzosa tradición de señalamientos por abusos y excesos policiacos.

Un caso parecido al de Marco, ocurrió en febrero de 2017, cuando un joven recibió una golpiza por parte de un policía leonés que atendía una denuncia de riña en la colonia San Javier. Tras varios días de agonía, la víctima, Luis Regalado, de 35 años, falleció. Por los hechos fue indiciado el oficial Luis Armando "N".
Otro ocurrió en octubre de 2016: una pareja de hermanos que probaban una motocicleta denunciaron que tras una revisión, fueron detenidos y golpeados. Los agentes ingresaron a la fuerza a su domicilio, en persecución de uno de ellos, y provocaron destrozos además de amedrentar a los habitantes de la casa, entre ellos, menores de edad. Además, los llevaron a un lote baldío, conocido como “La Cueva de los Policías”, en la colonia Las Mandarinas, donde continuaron con la golpiza. El hecho era investigado por las autoridades pero a la fecha no se conocen los resultados.
Varios ejemplos más de brutalidad policiaca habrían quedado solo como denuncia pública en redes sociales, en videos donde se observa falta de capacitación y brutalidad, al momento de detener riñas o a sospechos de manejar ebrios durante el programa Alcoholímetro.
El caso más reciente fue la denuncia presentada por habitantes del barrio de La Llamarada, luego de que su baile y festejo por el aniversario de la tradicional Quema de Judas, en abril de este año, terminara en un zafarrancho y desalojo violento por parte de más de 50 policías, muchos de ellos, encapuchados. Al menos 7 de sus habitantes quedaron detenidos.
21 de agosto de 2019, 05:33
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