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COP28: Cumbre del clima en un petroestado y con un planeta más caliente
El evento mundial en el que más de 190 estados adoptan acuerdos frente a la crisis climática se realizará entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos.
Por Xilena Pinedo / Red Investigativa Transfronteriza de OjoPúblico
El año en el que se han roto récords históricos de las temperaturas en varias partes del planeta, la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático número 28 (COP28) se realizará en el país que es el séptimo productor de petróleo del mundo: Emiratos Árabes Unidos. Aunque el consenso científico recomienda hace años la reducción de emisiones para no superar el umbral del calentamiento generado principalmente de los combustibles fósiles, estas aumentaron el 2022, y en lo que va del 2023 la historia se repite. La sociedad está muy lejos de cumplir sus objetivos.
La cumbre del clima de este año empieza en un escenario aún más crítico que el anterior, realizado en Egipto. A los picos de calor registrados en varias ciudades del mundo como Río de Janeiro (que reportó una sensación térmica de 53,3 grados), el pasado viernes 17, los datos del servicio europeo Copernicus informaron que por primera vez el planeta alcanzó durante ese día una temperatura mayor a los 2°C con respecto a la época preindustrial.
Aunque esta cifra evidencia un aumento solo para ese día (pues la temperatura media global aún se mantiene en 1,1°C); este hecho expone la grave situación en la que se encuentra el mundo y lo lejos que está de reducir su calentamiento.
Pero no solo el aumento de las temperaturas, con sus cada vez más frecuentes impactos sobre las ciudades, amenazan a la humanidad. Los informes más recientes del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC) advierten que también ecosistemas como la Amazonía y los océanos se están acercando cada vez más a su punto de no retorno.
"El cambio climático global está aumentando drásticamente la incidencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos, como olas de calor extremas, inundaciones y sequías”, advirtió Paulo Artaxo, miembro del IPCC, en el marco de la Cumbre de las Tres Cuencas. Solo en lo que va de 2023, se ha registrado la peor sequía en varias cuencas del Amazonía andina y en la de Brasil.
En ese contexto crítico, la COP28 se realizará entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre. Entre los temas más urgentes que serán abordados están el financiamiento climático y la presentación del Balance Global, un análisis de lo poco que las naciones han avanzado en los últimos años en sus compromisos para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los especialistas en las negociaciones climáticas advierten que, incluso antes de que comience la cumbre, ya existen presiones por parte de los países más ricos para que no haya avances significativos. “Estamos en un contexto en el que los países desarrollados muestran un amplio esfuerzo por cambiar las reglas de juego, evitar responsabilidades históricas y reconceptualizar sus obligaciones financieras, a pesar de ni siquiera cumplir con sus compromisos voluntarios de financiamiento”, dice a OjoPúblico, Adrían Martínez, director de la organización La Ruta del Clima.
Un complicado contexto
La sede de la COP28, Emiratos Árabes Unidos, es una de las naciones productoras de petróleo más importantes a nivel mundial. Tan solo en 2021, el país produjo 3,2 millones de barriles de petróleo al día, de acuerdo con la administración del comercio internacional (ITA) (UAE,petroleum and liquids per day). Este país es parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un grupo que reúne a los países más ricos en petróleo del mundo.
La gran importancia de este combustible fósil se evidencia, además, en que el 30% de su producto bruto interno (PBI) se basa directamente del petróleo y el gas, y el 13% en sus exportaciones. La presencia de esta industria será evidente en la próxima cumbre del clima, pues está presidida por el sultán Ahmed Al Jaber, director de la empresa estatal de Abu Dhabi National Oil Company (Adnoc). Él también es presidente de la empresa de energía renovable Masdar y enviado climático de los Emiratos Árabes Unidos.

El escenario actual demuestra que la alta presencia de la industria petrolera seguirá siendo uno de los principales problemas al que se enfrentará la COP28. Un reciente estudio publicado por la coalición “Kick Big Polluters Out” demuestra que, en los últimos 20 años, las empresas de combustibles fósiles han tenido una gran participación en las cumbres del clima.
El reporte encontró que delegados vinculados a las mayores empresas contaminantes de petróleo y gas asistieron, al menos, 7.200 veces a las negociaciones que se dieron entre 2003 y 2022. De ese total, al menos 267 veces asistieron personal vinculado a las cinco grandes petroleras (ExxonMobil, Chevron, Shell, BP y Total Energies). "Hay que liberar a la COP de las empresas contaminantes, o la COP se convertirá en parte responsable del colapso global", advirtió Pablo Fajardo, representante de la Unión de Comunidades Afectadas por Texaco/Chevron, en Ecuador.
A ello se suma que estudios publicados recientemente evidencian que no existen intenciones de reducir la dependencia a los combustibles fósiles a nivel mundial. La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha advertido que continúan las inversiones en este rubro, pese a la urgente necesidad de dejar de explotarlos.
El pasado 23 de noviembre, la institución publicó un informe en el que concluyó que la inversión actual en el sector petrolero y gasífero (800.000 millones de dólares) representan el doble de lo que se requiere para limitar el aumento de la temperatura para 2030. "La industria del petróleo y el gas se enfrenta a un momento de verdad en la COP28 en Dubai. Con el mundo sufriendo los impactos de un empeoramiento de la crisis climática, seguir con los negocios como de costumbre no es ni social ni ambientalmente responsable", dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, en la presentación del informe.
Un planeta en riesgo
Las pocas acciones que se han adoptado en los últimos años para reducir el uso de combustibles fósiles tiene consecuencias que son visibles desde ahora. En el mes de noviembre, se reportaron los dos días más calurosos desde que se tiene registro.
La plataforma Copernicus identificó que el 17 y 18 de noviembre fueron los días con más altas temperaturas con 2,07 y 2,0 °C más alto que la época preindustrial, de manera respectiva. Aunque estas cifras son un registro puntual para esos dos días, los estudios del IPCC indican que de no reducir las emisiones en un 43%, la temperatura media global puede superar rápidamente el umbral límite de 1,5°C e incluso los 2°C.
En esa línea, el pasado 20 de noviembre, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) alertó sobre la necesidad de reducir las emisiones. El informe sobre la brecha de emisiones concluyó que las mismas se deberían reducir a un 28% para 2030 con el fin de limitar el calentamiento a 2°C. El documento detalló que para no superar los 1,5°C se tendrían que recortar al 42%.

En mayo pasado, se registró otro hito histórico en materia ambiental cuando la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) informó que el planeta superó el récord de dióxido de carbono (CO2) en 2022. La institución informó que el dióxido de carbono atmosférico promedio mundial fue de 417,06 partes por millón. “Las concentraciones de dióxido de carbono están aumentando principalmente debido a los combustibles fósiles que la gente está quemando para generar energía”, señalaron.
Los cambios en la atmósfera y en las temperaturas tienen impactos reales en los ecosistemas y las vidas de las personas. Por ejemplo,este año, la Amazonía registró la peor sequía. En octubre de 2023, el Puerto de Manaos reportó el mínimo nivel del Río Negro con 12,82 metros.
“En el año 2023, la Amazonía sufrió la peor sequía. Ríos, lagos y lagunas se secaron por primera vez en la historia, con ellos murieron miles de seres vivos; La mayor responsabilidad de esta crisis vivida en la Amazonía recae en corporaciones como Chevron y otras, que han destruido el medio ambiente. El tiempo se acaba", afirmó Pablo Fajardo, en el marco de la Cumbre de las Tres Cuenca.
Los temas urgentes
La COP28 tiene temas pendientes que deberán abordarse en las dos semanas de negociaciones en Dubai. Uno de los principales en la agenda es el Balance Mundial. El mismo se refiere al compromiso que los países asumieron en el Acuerdo de París, en 2015, para que se evalúe los avances para limitar la crisis climática.
El Balance Mundial incluye un análisis de cuáles fueron las acciones que las 198 partes adoptaron para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En ese marco, la ONU publicó, el pasado 20 de noviembre, un informe síntesis sobre la Brecha de Emisiones que concluyó que la meta de limitar el incremento de la temperatura por debajo de los 2°C no es realista.
El inventario también se centra en qué tanto se avanzó en la adaptación a estos cambios y cuáles fueron los progresos en materia de financiamiento climático. Este último constituye uno de los temas urgentes en sí mismo. En las últimas COP, los países en desarrollo vienen exigiendo el cumplimiento de los 100.000 millones de dólares que los países desarrollados prometieron aportar anualmente para ayudar a financiar acciones de mitigación y adaptación. Sin embargo, esa promesa nunca se cumplió.
Adrián Martinez explica que una de los principales obstáculos en este tema reside en que los países no se ponen de acuerdo sobre quiénes tienen que aportar y cuánto. “Los países desarrollados desde hace unos tres o cuatro años están intentando redefinir quién tiene la obligación de pagar por la acción climática. Ellos, a pesar de haber incumplido todas estas décadas, quieren incluir a nuevos países subdesarrollados como China, India y Brasil, que son productores de bienes consumidos por los países desarrollados”, afirmó.
A esta histórica disputa se suma una nueva negociación vinculada a recursos económicos: el fondo para daños y pérdidas. La COP28 tiene que ser la reunión en la que los países se pongan de acuerdo sobre cómo funcionará este nuevo financiamiento que debe ser distinto y aislado al que ya se viene discutiendo en los años anteriores.
El texto final de la COP27 fue claro en que esos recursos deben ser “nuevos y adicionales” a los ya existentes. El acuerdo adoptado el año pasado establece, también, que en 2023 se deben definir los aspectos técnicos para asegurar que el fondo entre en funcionamiento en 2024.
Finalmente, desde la COP26 en Glasgow, existe una mayor presión por parte de la sociedad civil de que se haga explícita la necesidad de abandonar los combustibles fósiles. Un conflicto que en las negociaciones climáticas se ha reducido a la discusión de si poner en el texto final el término “reducir” (phase down) o “abandonar” (phase out).
Al respecto, Adrían Martínez señala que esta no es una diferencia menor y que, desde la sociedad civil, ven como poco probable que sea una discusión que esta presidencia de la COP28 vaya a liderar.
“Es muy poco probable que un estado petrolero como Emiratos Árabes Unidos vaya a impulsar los pasos hacia la eliminación de la dependencia de los hidrocarburos. Y no sólo por ser ellos, porque no se les fue achacar simplemente como productores, sino que el consumo está en el norte global. Ellos tienen el interés de que se impulse una eliminación de los hidrocarburos, sino más bien un interés económico de explotar esta tecnología hasta que ya no sea económicamente lucrativo y no necesariamente esté relacionado con derechos humanos o protección del medio ambiente”, remarcó.
La COP27 del año pasado se llevó a cabo en Sharm el Sheikh, Egipto, entre el 6 y 18 de noviembre. La misma tuvo como uno de sus principales logros la creación de un fondo para pérdidas y daños. Este tiene como objetivo que los países desarrollados aporten dinero para que los países en desarrollo —los más afectados— puedan recuperarse de los impactos de los fenómenos intensificados por la crisis climática.
“[Las partes] deciden establecer nuevos arreglos de financiación para prestar asistencia a los países en desarrollo que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático, de modo que puedan dar respuesta a las pérdidas y los daños, proporcionándoles y ayudándolos a movilizar recursos nuevos y adicionales”, detallan en el documento final de la COP27.
Este texto se publicó originalmente en el sitio Ojo Público, en este enlace.
26 de noviembre de 2023, 14:19
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