Dorelia Barahona firmó una novela escrita en Costa Rica en la primavera de 1979. En 1989, diez años después, merecería el Premio Bellas Artes a primera Novela Juan Rulfo, en México. La publicación de estas páginas, que recogen la historia de tres amigas en Guadalupe, en San José Costa Rica, bajo el título De qué manera te olvido, inscribe a Dorelia Barahona en el espacio de las escritoras cuyos textos forman un índice imaginario de novelas de crecimiento. Es decir, en su trama hay la conciencia de estar creciendo o de haber crecido.

Para Dorelia Barahona, la novela, según se lee en la reedición por parte de la Editorial Universidad Estatal a Distancia EUNED, fue el inicio de una carrera literaria consolidada en estos días. Por el momento en el que se publica es parte también de una declaración de principios de novelistas como, por ejemplo, Silvia Molina o la propia Tita Valencia, que publicó Minotauromaquia en 1976 para ganar el Premio Xavier Villaurrutia.

El caso de De qué manera te olvido, que alude a una canción popular aparecida en voz de Vicente Fernández en 1980, es el de una novela de crecimiento que sitúa como epicentro -y es importante resaltar que se trata de un momento al que vuelve la trama como una piedra de toque- el día de cumpleaños de una de las protagonistas. Da noticia de la última vez que se vieron Leda, María y Claudia, amigas de la infancia. Fue frente a un pastel de cumpleaños en donde las tres, de alguna manera, tenían la vida por delante: “esa tarde fue la última vez que vi a Leda. Lo demás son solo recuerdos y palabras. De eso ya hace mucho. Toda una vida.” (p. 52)

Quince años después, Claudia es la voz que conduce estos capítulos en donde nos enteramos del inicio de la amistad. Todavía estudiantes, en el colegio, se conocieron. La prosa ingrávida de Barahona presenta en una danza juvenil cómo cada una se fue integrando a esa pandilla. Barahona se detiene a perfilar las personalidades de Leda, María y Claudia, lo hace con delicadeza: un prendedor en el pelo, una forma de entrar al salón, una canción favorita; un diálogo entre las tres, espejeo necesario para distinguir qué es lo que anhelan, cómo se ven a ellas mismas. Ese detenimiento le es útil para contener la historia en un ida y vuelta de mar indiferente donde cuestiona las posiciones de las protagonistas.

De qué manera te olvido es el relato de la reconciliación de la narradora. Claudia se ha ido de Guadalupe y es su tiempo de volver. Sitúa la vuelta en ese episodio del cumpleaños. Sostiene con el recuerdo la imagen borrosa y ya ficticia del momento decisivo que significó cumplir veinte años. La escritura de la novela hilvana también las dudas sobre la convención literaria de ese personaje -pienso en Ulises como el mejor ejemplo- que lo único que busca es volver a casa, pero está desarmado o no sabe cómo y teme a lo que ha de encontrar. La novela de Dorelia Barahona es una elegía dulce del regreso que se posa en los obstáculos de ese retorno: el miedo a volver es, como el deseo de regreso, epicentro de angustias.

Hay que destacar entonces que en De qué manera te olvido la que se fue es una mujer -es decir, que la protagonista de esta novela, y también narradora, ha salido-. No es la única, también Leda (lo sabemos en el momento revelador de la trama) que deja Costa Rica apoyando la causa militar en El Salvador. María, que es la que se ha quedado para vivir casi intacto su sueño de juventud, es quien pone al día a Claudia del destino de Leda. Ha comenzado el regreso. La narradora vuelve para enfrentar las ausencias que se han acumulado en esos quince años, para saber, casi siempre con un aire de elegía, lo que ha pasado con los que se quedan.

​ Por una parte, Dorelia Barahona propone a las protagonistas con los sueños por delante. Cada una de ellas construye su ideal. En ese ideario, distinto entre las tres, el de la narradora elude las convenciones conocidas: matrimonio, sentar cabeza, quedarse a hacer la vida. Claudia da testimonio del saldo ante el camino emprendido, el de ser escritora y concibe su historia siempre junto a esas amigas. La novela, es el recuento de las amistades cristalizadas en el tiempo que erosiona la vida vivida. Por eso es que tiene un aire de dulce luto el regreso de la protagonista en De qué manera te olvido.

La lectura de esta novela reeditada en 2023 consigna la existencia de narradoras cuyo ímpetu se centró en narrar la juventud de mujeres en Guadalupe Costa Rica. Dorelia Barahona deja un testimonio literario del ajuste de cuentas de su protagonista que ve en los sueños olvidados de la primera juventud el inicio de las ausencias. El Ulises que vuelve en la novela parece ajustarse al del poema de Kavafis. En ese tono crepuscular de la novela hay un itinerario comprensivo de lo sucedido: es la experiencia:

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.