1.- Historia de un conflicto sin mediadores

La crisis en la que se encuentra sumido el Partido Acción Nacional, una de las formaciones políticas más antiguas de México, tiene que ver sobre todo con factores internos, producidos a partir de su éxito como maquinaria electoral en la primera década del siglo.

Si alguien vio con claridad este peligro, fue Luis H. Álvarez, el panista chihuahuense que conoció las dos caras de la historia: la época dura en la que un PRI todopoderoso los barría cada elección echando mano de recursos públicos, control corporativo y fraude electoral; y el periodo en que se registraron las primeras victorias, en municipios y estados, hasta llegar finalmente a la presidencia de la República, con Vicente Fox.

Su advertencia fue premonitoria: “nunca nos derrotó la derrota, que no nos derrote ahora la victoria.” 

Al arribar al poder y luego mantenerse en él por largos periodos, como ocurre en Guanajuato, la vena del panismo deliberativo, sus valores éticos y su compromiso con la democracia, se fueron diluyendo ante el arribo de quienes vieron al partido como la forma de acceder a los cargos públicos y su disfrute.

Así, se fueron acabando las viejas costumbres que mantuvieron la salud del PAN en la larga travesía del desierto autoritario: el trabajo voluntario, el autofinanciamiento, la democracia interna y, sobre todo, el debate político previo a la toma de decisiones como herramienta para zanjar las diferencias.

Ahora que el PAN se hace consciente de su crisis y busca soluciones para enfrentarla, como el eufemístico “relanzamiento” de su actual dirigente nacional Jorge Romero, en Guanajuato se presenta un síntoma más del desgaste de los viejos valores panistas, con la aparentemente irresoluble disputa entre la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos, y la gobernadora del estado, Libia Dennise García Muñoz Ledo.

A lo largo de varias semanas se ha prolongado la tensión en torno al destino político de la alcaldesa del municipio más importante de Guanajuato. Ha mandado mensajes de cercanía hacia Movimiento Ciudadano, pero también ha jugado con la posibilidad de cesar su militancia en el PAN y declararse independiente.

Lo cierto es que desde mediados de año ya no participa en los eventos de su partido, ni local ni nacionalmente. Sus regidores se alejan y entablan interlocución por su cuenta con el gobierno del estado y con el PAN estatal, pero el tema permanece en los entretelones.

La crisis ha escalado porque es Alejandra quien la vocaliza. Lo hizo frente a sus propios ediles solo para que estos la exhibieran con la gobernadora y de forma pública; lo ha hecho frente a grupos de empresarios cuya respuesta oscila de un apoyo tenue a la preocupación por las consecuencias que puede traer el conflicto al municipio.

En respuesta, la gobernadora abordó el tema, en una entrevista casual en el Congreso del Estado: dijo que se trata de una situación “personalísima” donde es la alcaldesa quien debe definir su situación y decidir si se queda en el PAN o se va, asegurado que ello no traerá consecuencias para los ciudadanos.

Esta forma de abordar posibles diferencias políticas, puntos de vista distintos sobre el manejo de recursos o incluso quejas por tratos injustos, no abona mucho a procesar una salida al conflicto.

Llama la atención que no haya segundas manos que produzcan un acercamiento, una clarificación de posturas o, incluso, los términos de una ruptura civilizada.

Un punto de conflicto claro fue la definición sobre el comité municipal del PAN en León, donde no se hizo el trabajo para producir una planilla de unidad y elegir un perfil neutral. La decisión de enviar a un funcionario estatal, Antonio Guerrero Horta, como nuevo dirigente fue unilateral. La respuesta de Alejandra Gutiérrez de no proponer candidato fue como un abandono de la cancha.

Lo paradójico, es que ni siquiera se trata de una posición de relevancia. El comité municipal de León, aunque es de los pocos que funcionan con cierta regularidad, no tiene ningún peso específico en la política de la ciudad, que sigue siendo la más panista del estado e, incluso, del país. 

Así, la humillación fue gratuita y el mensaje claro: Alejandra no tiene futuro en la actual política panista de Guanajuato.

La decisión, tomada al más alto nivel y luego reproducida en los ámbitos inferiores del panismo, tiene a la alcaldesa contra las cuerdas y tratando de buscar una salida que cada día se complica más.

Lo más probable, dado el estado de caos que parece privar en la política estatal, es que no ocurra nada… por ahora. Que Alejandra Gutiérrez se mantenga en la militancia panista en términos formales, pero que decida de facto no trabajar para su partido. 

La disidencia de los regidores quedaría neutralizada, como más o menos ha ocurrido hasta ahora, a menos que se decida desde el gobierno estatal hacerle la guerra mediante el comité municipal del PAN en algo parecido a la tarea que realizó Alfredo Ling Altamirano en contra de Bárbara Botello, pero con una desventaja: Guerrero Horta no tiene ni la retórica ni las mañas del duranguense.  

Podría ser una táctica suicida para Acción Nacional, pues una pugna entre panistas sin duda impactaría a la marca frente a una ciudadanía y unos líderes de opinión que ya no tienen ni la lealtad ni la tolerancia de hace algunos lustros.

Lo otro es no hacer nada, dejar que los conflictos se enquisten y se conviertan en bombas de tiempo, lo que le daría a la alcaldesa la ventaja estratégica de decidir cuándo y cómo detonarlas.

A todo esto, lo que queda expuesto es el desgaste crónico de la política interna de Acción Nacional, que se exhibe incapaz de resolver un conflicto entre panistas que ni siquiera parte de causas graves.

Y uno se pregunta: ¿cómo es que el PAN se ofrece ahora como una alternativa frente a la incapacidad de Morena para atender los grandes temas nacionales, cuando ni siquiera puede resolver una pequeña disputa provinciana entre dos de sus cuadros más conspicuos en Guanajuato?

Esta historia continuará.

2.- Actores contra la corrupción distraídos

Esta semana se pudo conocer que la abogada de extracción priista Arcelia González González, titular de la Secretaría de la Honestidad, antes Secretaría de la Transparencia y más atrás Contraloría General del Estado, pudo tomar tiempo en una agenda que se supondría exigida al máximo, para participar en el proceso de asignación de nuevas notarías en el estado.

Como ella misma ha explicado, no existe en la ley impedimento alguno para que una funcionaria de alto rango participe en la convocatoria emitida por la Secretaría de Gobierno. La funcionaria afirma que tampoco hay “un conflicto ético”, pero eso ya es harina de otro costal.

En efecto, la ética y sus muchas aristas no son conceptos que estén comprendidos en una legislación estrecha, sino que tienen que ver con muchas otras cuestiones, como por ejemplo la pertinencia para llevar a cabo una conducta que la ley no prohíbe, pero que puede mandar mensajes equivocados.

Veamos el caso. La abogada Arcelia González tiene en sus manos la política pública para revisar las actuaciones del gobierno de ejercicios anteriores y también el que está en curso. Si algo ha quedado claro en numerosas investigaciones periodísticas, es que el último año del exgobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo fue pródigo en excesos de poder y en conductas con abierta sospecha de corrupción.

Enumeremos algunos casos:

La asignación discrecional de contratos millonarios a dos empresas propiedad de la cónyuge del funcionario estatal, José Luis Guerrero Méndez, del área de la Jefatura de Gabinete del anterior gobierno, 

La creación, funcionamiento y cierre de la empresa público-privada GTO Leasing Service, a través de la entidad que administra las pensiones de los trabajadores del gobierno estatal.

La asignación de 120 millones de pesos en contratos de obra pública irregulares para remodelar la comunidad de La Venta, en Dolores Hidalgo, en beneficio de un viñedo propiedad de los socios de la empresa Seguritech, contratista del estado en tecnología de vigilancia.

Los contratos asignados discrecionalmente a la misma empresa Seguritech durante el gobierno de Sinhue y el actual.

La asignación de una concesión carretera al consorcio mexico-español Vise-Rubau que incluyó la cesión sin costos de la carretera de cuota Guanajuato - Silao, propiedad del estado, con rendimientos anuales de 250 millones de pesos.

La entrega indiscriminada de subsidios a organizaciones empresariales por varios cientos de millones de pesos, a través de la Subsecretaría de Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Industria, cuyo titular, Froylán Salas Navarro, fue recientemente despedido tras varias denuncias periodísticas. 

El préstamo de una vivienda de lujo en Houston, Texas por parte de un ejecutivo de la empresa Seguritech al exgobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, en un evidente conflicto de interés.

El retraso de obras públicas estratégicas como el Infospe estatal en Celaya y la construcción de los edificios del Distrito de Gobierno en el Parque Bicentenario, ambos asignados de última hora por el pasado gobierno al mismo constructor: José Luis Infante Apolinar.

Esta lista no hará más que incrementarse en las semanas y meses que vienen, aunque ya por sí sola bastaría para quitarle el sueño a quien tiene a su cargo la revisión y el análisis de las posibles conductas lesivas del marco legal y del erario público que pueden contener cada uno de esos casos.

Cuando la gobernadora Libia Dennise García habló de un “nuevo comienzo” muchos pudimos interpretar que se trataba de una apuesta para enderezar rumbos perdidos por los anteriores gobiernos de Acción Nacional, lo que solo podría hacerse si se investigaba a fondo dónde estuvieron las fallas, qué costos implicaron y quiénes fueron los responsables.

La designación de un perfil como el de Arcelia González en la nueva secretaría “de la Honestidad”, hacía pensar en un compromiso de indagación de conductas nocivas totalmente alejada de los intereses partidistas.

El hecho de que hoy la titular de esa dependencia, por demás relevante si de verdad se quiere hacer mella al extendido fenómeno de la corrupción, se dé el tiempo de prepararse para un arduo examen, el cual presenta por tercera vez como ella misma lo ha reconocido, habla sobre todo de una distracción fundamental hacia la agenda que le ha sido encomendada. 

Y ahí sí que hay un conflicto evidente con una ética comprometida con el servicio público de tiempo completo. 

Si la secretaria González no lo ve, el asunto es doblemente preocupante. 

Por lo pronto, habrá que felicitar a la nueva aspirante a notario público, una función que el Estado delega a particulares de buena fe, por haber logrado por fin la calificación que le permite adquirir esa calidad. Enhorabuena.

3.- Somos MX, ahora en Guanajuato

Después de haber realizado una exitosa asamblea en el Distrito Electoral Federal 03 en León, donde el PAN ha obtenido votaciones zapato de forma consistente desde principios de siglo, el partido emergente Somos MX, auspiciado por el núcleo intelectual y político que provocó las movilizaciones en defensa del INE conocidas como la Marea Rosa, realiza este domingo su reunión constitutiva en la capital del estado cabecera del distrito 04.

La expectativa es alta. Después de que en León aparecieron expolíticos panistas como Alberto Cifuentes, Arturo Torres del Valle, Cecilia Fox, Guadalupe Montes de Oca; o empresarios como Gerardo Pons, Jorge Ramírez y Gustavo Guraieb. 

El distrito 4, que el PAN retuvo en 2018 y 2021 con el ex gobernador Juan Carlos Romero Hicks, fue finalmente ganado por Morena en 2024 con el abogado de San Felipe Francisco Estrada Domínguez. 

No se descarta que políticos cercanos a Romero pudieran acudir mañana a la asamblea de Somos MX y que, tarde o temprano, el propio exmandatario opte por esa ruta.

Por lo pronto quien está convocando activamente es Carlos Arce Macías, panista histórico de la capital cercano a Vicente Fox y a Carlos Medina, quien ha vivido en los últimos años un proceso de hostigamiento jurídico desde el comité estatal del PAN, debido a su papel crítico de las administraciones de Alejandro Navarro y Samantha Smith.

Pronto sabremos si este esfuerzo se consolida.