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12/14/2025
El efecto Zapotillo

El efecto Zapotillo

El proyecto Presa El Zapotillo, que ha sido la gran apuesta de las autoridades estatales y municipales para garantizarle agua a León durante las próximas décadas, tiene un vicio de origen

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    La viabilidad de León se finca en la demanda extrarregional de agua. Para su supervivencia, nuestra ciudad ha intentado desplegarse más allá de sí misma hacia otros territorios ocasionando conflictos con nuestros vecinos, como el incidente con Romita

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    en el 2002 o el que existe, actualmente en curso, con las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo en los Altos de Jalisco a causa de la Presa El Zapotillo.

    Sin embargo, el proyecto Presa El Zapotillo, que ha sido la gran apuesta de las autoridades estatales y municipales para garantizarle agua a León durante las próximas décadas, tiene un vicio de origen: se ubica fuera de su jurisdicción territorial y, por lo tanto, es un proyecto que no depende de ellas.

    Foto: Gio Franzoni
    Foto: Gio Franzoni

    Desde el inicio de la construcción de la cortina de la presa en el año 2009, múltiples obstáculos han impedido que las aguas del Río Verde lleguen a nuestra ciudad. El conflicto con los pueblos de los Altos es útil para ilustrar que el escenario de las disputas con relación a proyectos de desarrollo e infraestructura no es únicamente ideológico, sobre preferencias éticas o posiciones políticas (me refiero, por ejemplo, a la preferencia o resistencia frente un determinado modelo de desarrollo). Aunque sin duda, en conflictos de esta naturaleza, ese componente existe, también sin duda, hay razones materiales para su existencia. Más allá del legítimo derecho de los pueblos por defender su territorio, el conflicto por El Zapotillo se explica también por la actitud y el comportamiento de políticos y tecnócratas ineficaces, que al operar bajo la lógica de que tener el poder es tener la razón, impusieron el proyecto a los alteños.

    En los planes de las autoridades, el agua de El Zapotillo debió fluir a León en el 2018. Sin embargo, la realidad es que pese a su ingenuo e irresponsable optimismo, el proyecto se encuentra sepultado desde hace 5 años bajo varias suspensiones judiciales y no hay mucho que puedan hacer para rescatarlo. Ante la imposibilidad de participar en esos procesos judiciales, los gobiernos estatal y municipal han optado por litigar el tema en los medios de comunicación intentando mantener vivo, al menos en el imaginario colectivo, un proyecto que murió hace tiempo.

    Foto: Gio Franzoni
    Foto: Gio Franzoni

    Apenas en febrero pasado, aunque con la misma lógica de los últimos años, Angélica Casillas, directora de la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato, declaró, a propósito del agua que no llega, que el plan B que se tiene para El Zapotillo es justamente más perforaciones, estaríamos hablando de perforaciones de 600 a 700 metros.

    Pero el PLAN B para El Zapotillo en realidad no es tal; sería, en todo caso, la profundización del único plan realmente existente al día de hoy para abastecer de agua a la Ciudad. Además, la experiencia de daños a la salud en la región conocida como la Cuenca de la Independencia que abarca los municipios de Dolores Hidalgo, Doctor Mora, San Diego de la Unión, San Felipe, San José Iturbide, San Luis de la Paz y San Miguel de Allende, donde la incidencia de enfermedades vinculadas a la ingesta de agua contaminada con fluoruro y arsénico se ha disparado justamente debido a la profundidad que alcanzan los pozos de extracción, nos indica que el PLAN B no parece la mejor idea.

    Foto: Gustavo Lozano
    Foto: Gustavo Lozano

    La respuesta a la crisis del agua en nuestra Ciudad no puede venir desde el paradigma dominante que la ha provocado. La aproximación exclusivamente técnica al problema ha resultado y resultará inoperante y aunque algún día lograra llegar agua de El Zapotillo a León, el daño a la ciudad está hecho. Han pasado más de doce años desde la firma del Convenio de Coordinación entre el gobierno federal y los gobiernos de Jalisco y Guanajuato para llevar a cabo la construcción de la presa y desde entonces no se ha tomado una sola decisión que apunte a la solución definitiva de la problemática. Esperanzados en el agua de El Zapotillo, gobiernos y empresarios han evitado, durante todo ese tiempo, una discusión necesaria sobre el futuro de la ciudad que debería iniciar en breve y no años después cuando la presión regional sobre el agua sea aún mayor.

    Las soluciones, al igual que las crisis, se construyen. Para recuperar el tiempo perdido por El Zapotillo, debemos imaginar y operar cambios profundos en el pensamiento y la práctica social, cambios que empujen y promuevan políticas complejas, integradas, multidimensionales, que tengan en cuenta, al mismo tiempo, las implicaciones sociales, económicas y ecológicas. Me refiero a una gestión integral del agua.

    Para apuntar hacia una gestión integral del agua, entre otras medidas deseables, la autoridad debe asegurar de manera real y efectiva la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones.

    Foto: Gio Franzoni
    Foto: Gio Franzoni

    Un buen comienzo -aunque no sólo- podría ser revisar y modificar la composición del Consejo Directivo del SAPAL que hoy se encuentra colonizado por intereses corporativos. Salvo tres representantes del Ayuntamiento, una representación sindical y otra de una institución educativa, el resto de los consejeros (la mayoría) están asociados o representan intereses de algunas de las mayores industrias consumidoras y contaminantes de agua de la ciudad. En cambio, hay una subrepresentación de los usuarios domésticos que constituyen la mayor cantidad de consumidores del agua de una institución cuyo objetivo principal no puede ser otro sino el de garantizar el derecho humano al agua a los habitantes de León.

    1. La extracción de agua del territorio de Romita por el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) derivó en un enfrentamiento violento entre las fuerzas de seguridad del Estado y los campesinos afectados. La habilitación y explotación de 19 pozos de la batería La Muralla estaba reduciendo en un promedio de 3 metros al año el nivel del agua del acuífero de Romita. La nota completa aquí: https://goo.gl/K4uJgK
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    24 de marzo de 2019, 15:29

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