
Autores:

El oro de Laura Galván solo es mérito de una persona: la joven corredora de La Sauceda
Su magistral regreso a las pistas apenas en enero de este año la deja a tan solo cinco segundos del récord panamericano
Apenas con el apoyo de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, entrenando en un modesto campo de 300 metros que se encharca a la menor llovizna, la deportista guanajuatense Laura Galván Rodríguez regresó a las competencias internacionales, luego de tres años de retiro que motivaron a las autoridades de Guanajuato a retirarle el apoyo que ganó a pulso desde los 10 años, cuando comenzó su carrera y que la llevó a ganarse el mote de “La Gacela” por los récords que alcanzó en las competencias.
Esfuerzo, disciplina, concentración y el deseo de retomar una carrera deportiva, fueron algunos de los ingredientes que “La Gacela” combinó para regresar a casa de los juegos panamericanos de Lima con una medalla de oro en la bolsa, pero también con el reto de conseguir las marcas que le permitan llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio el año próximo.
La Sauceda, una comunidad marginada del municipio de Guanajuato marcada por la violencia, donde sus jóvenes cada vez son más vulnerables a caer en las garras de la droga, mientras el gobierno es indiferente a las necesidades de sus habitantes, hoy tiene un gran ejemplo a seguir: una joven de 27 años que ha demostrado carácter y determinación a lo largo de su carrera, que vio coronada el pasado 9 de agosto.

Laura Galván, la deportista que sin más apoyo que el de su entrenador y la Federación Mexicana de Atletismo, puso en alto a Guanajuato al ganar la carrera de los 5 mil metros, sin ser la favorita, cuando los ojos de la mayoría de los mexicanos se concentraba en Risper Biyaki, la keniana nacionalizada mexicana que apenas unos días antes había ganado para México la medalla de plata en los 10 mil metros.
“Tenía tiempo sin competir aquí, hasta ahorita que el resultado se da, creo que se vienen muchas cosas buenas en cuestiones económicas de apoyo, pero sí, hasta que no das el resultado surgen cosas buenas”, reconoció la Gacela de la Sauceda a su regreso a la comunidad que la vio nacer y crecer.
“No hacía otra cosa que entrenar”
A partir de enero, cuando decidió regresar al atletismo, dedicó todo su tiempo a entrenar para volver a las competencias internacionales, esas que la llevaron a ganar una beca para estudiar en la Universidad de Kansas, Estados Unidos.
Laura entrena en un campo de la comunidad La Sauceda que tiene una extensión no mayor a los 300 metros, sin las condiciones que una atleta de alto rendimiento requeriría para poder llegar a las competencias, pero que para la Gacela era lo que estaba a su alcance.
Desde niña, la deportista guanajuatense ha tenido a Cecilio Blancarte como su entrenador, solo durante los años que pasó estudiando en Estados Unidos dejó a su mentor.
“Estuvimos paso a paso, fue un mes, luego otro mes, conforme se fueron dando las cosas íbamos planeando. No teníamos planeado que íbamos a llegar a este nivel tan rápido a mi regreso, fue paso a paso la planeación”.
A su regreso de Estados Unidos, Laura tenía claro que se dedicaría al 100 por ciento al deporte, porque de niña y adolescente había que combinar la escuela y los entrenamientos con el trabajo para ayudar a su familia.

La carrera
La joven acarició el preciado oro desde que planeó su regreso, logró colocar la medalla que para muchos puede ser solamente un simple pedazo de metal, pero para nuestra guanajuatense lo es todo.
Se enfrentó a una dura prueba en la que las mejores atletas del continente buscarían la marca para subir al pódium y escuchar el himno de su nación. Inició la competencia, la mexicana que no estaba entre las favoritas rápidamente logró hacerse notar sobre el tartán del Estadio Atlético de la VIDENA.
Tras 15 desgastantes minutos, pese a ser pocas personas, el público mexicano dejó que se escucharan los gritos para apoyar a Laura, quien a buen paso ya se colocaba entre los primeros lugares.
A los 15:36.47 minutos Galván logra la hazaña, mientras cruzaba la línea final agradecía a Dios persignándose, convirtiéndose en la mejor de la prueba.
A 4 mil 527 kilómetros de Lima, La Sauceda también festejaba la proeza de su vecina, a esa que muchos vieron crecer, la joven que contra toda dificultad emprendió el viaje al país inca para convertirse en leyenda.

Festejo para la deportista de oro
Tras un merecido descanso, y varias horas de vuelo, La Gacela llegó a su tierra en taxi, a diferencia de los futbolistas que son paseados en un autobús turístico por la ciudad tras ganar una copa de ligas menores.
Toda la comunidad se dio cita para recibir a su campeona, el mariachi amenizaba con su melodía el ambiente, opacado sólo por los gritos de júbilo, las felicitaciones y claro, el brillo de la medalla de oro en el cuello de Galván, La Sauceda es una fiesta total.
Apenas unas horas después de su regreso a la comunidad, sus habitantes se concentran en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, como si de una celebración de XV años se tratara, Laura Galván es el centro de atención, el párroco celebra la proeza de La Gacela mientras pide por su futuro deportivo.
“Necesitamos hacer cosas buenas con nuestros jóvenes, vamos a hacer que nuestro pueblo haya oportunidades para los jóvenes. A las autoridades les pedimos que propicien jóvenes exitosos que se desarrollen con toda plenitud, que sirvan para la sociedad”, expresa en su sermón.
Tras la misa, el salón de fiestas de la comunidad espera la llegada del contingente encabezado por Galván, las carnitas emanan vapor perfumando el ambiente con ese exquisito aroma, el mole espeso que marida a la perfección con el esponjoso y suave arroz preparado para la ocasión, sin faltar su salsa pico de gallo.
Afuera del salón se colocó una manta que abarcaba todo el muro del recinto, con los tonos de la bandera nacional, y el mensaje “Bienvenida Campeona Panamericana, La Gacela, Laura Esther Galván Rodríguez”.

Inspiración para la niñez
Con una sonrisa en el rostro que no se opacó ni por un minuto, recibió emocionada las muestras de cariño de los habitantes de la comunidad que no escatimó en la organización de una comida para todos los que quisieran llegar a felicitar a la ganadora de oro.
“Espero inspirar a los niños chiquitos, que los niños chiquitos se motiven, no tiene que ser de deporte, pero que sigan sus sueños, hay mucho talento no nada más en la Sauceda. Como autoridades, ya lo sabemos, no se da el apoyo hasta que no hay resultados”.
La carantoña no pudo haber sido posible sin el gran sacrificio de Galván, quien día a día se levanta a entrenar en un precario campo.
Luego una larga jornada de ejercicio regresa a su casa, una modesta construcción que no goza de lujos, solamente los servicios básicos para subsistir, pero que emana un ambiente de fortaleza, pasión y compromiso por salir adelante.
Además, las pésimas condiciones para entrenar, a los obstáculos de Galván se suma la indiferencia del gobierno de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y la administración municipal de Alejandro Navarro Saldaña en apoyos para el deporte, pero que hacen propios los logros de la guanajuatense.
El talento, la disciplina y el apoyo incondicional de su familia y entrenador, Laura logró viajar a Lima para demostrar su capacidad aletica a quienes le negaron la oportunidad.
Hoy La Sauceda tiene una nueva figura que motiva a los niños y jóvenes para alejarse del camino delictivo y la drogadicción, que los impulsa a salir adelante con valores, compromiso, deporte y pasión por lo que hacen.
21 de agosto de 2019, 16:07
Explora más contenido de este autor
Descubre más artículos y perspectivas únicas
