“Tengo diabetes por la mala alimentación, pero tengo la duda de que fue por los sustos”, dice Genoveva, una de las mujeres entrevistadas en el documental El Susto, tratando de explicarse porque padece esa enfermedad crónica que afecta al menos a 8.6 millones de personas en México.

El documental de Karen Akins muestra cómo es que los refrescos, pero principalmente Coca Cola, se han convertido en parte de la vida y la muerte de los mexicanos, somos el mayor consumidor de estas bebidas a nivel mundial, con un promedio per cápita de 168 litros al año. No importa qué tan remota esté una población, con toda seguridad habrá disponibles botellas del refresco.

Foto: Imagen de El Susto

En la hora y quince minutos que dura este trabajo se van desmarañando las estrategias que ha utilizado la mayor refresquera del mundo como crear organizaciones fachada que promuevan sus mensajes, desviar la atención de los productos nocivos, crear falsos debates, desacreditar a científicos serios y promover estudios que les son afines, entre otras.

También muestra cómo los directivos de la refresquera se plantearon públicamente convertir a la Coca en la bebida más consumida, por encima del agua misma, café o leche. Uno de los expertos en mercadotecnia de la refresquera dice “en cuanto cumplen 12 años y como un perro rabioso a base de algo yo intento atrapar a esa persona y ligarla a la marca, porque el valor de esa persona a lo largo de su vida en cualquier tipo de marketing es muy importante, sobre todo porque una vez que se aficiona a un producto, ya no cambia”, por eso su publicidad se centra en llamar la atención de niños y niñas.

Akins estaba preocupada por los graves efectos del elevado consumo de refrescos en nuestro país, cuando en 2008 estuvo como voluntaria en una misión médica en Quintana Roo donde midieron los niveles de azúcar en la sangre de las personas. “Me di cuenta que había muchas personas sufriendo por los altos niveles de azúcar y quedé impactada por lo que vi: había gente ciega, con amputaciones y no sabían que era por diabetes”, era mucha gente, sin distingo de edad, profesión o ubicación, fuera a donde fuera, en toda la zona había alguien con el padecimiento.

“Había muy escaso conocimiento de la enfermedad y su relación con la nutrición”, en cambio la mayoría de la gente lo asocia con la idea de que la diabetes es consecuencia de “un susto muy fuerte” o un coraje. Un mito que les viene bien a las refresqueras.

Foto: Imagen de El Susto

En 2019 murieron cada día víctimas de la violencia 94 personas, mientras que por diabetes 286, en promedio, pero siempre la primera nos ha indignado más que la segunda. Ahora con la pandemia de COVID-19 y los efectos en personas que padecen enfermedades crónicas, estos padecimientos dejaron de ser silenciosos y se ha evidenciado la urgencia de la prevención.

“Hice este documental porque vi la gran crisis que es la diabetes. Lo estábamos promocionando cuando llegó la pandemia y no sabíamos qué hacer. Pero cuando vimos que COVID-19 era peor en las personas que tienen diabetes e hipertensión, decidimos que teníamos que seguir, porque nos parece muy importante que la gente vea la relación entre salud y lo que comen” señala la directora de El Susto.

Recuerda que lo que más le impactó fue ver a una niña que ocultaba sus dientes cuando sonreía pues los tenía podridos, ella tomaba Coca Cola desde que era una bebé, pues en su comunidad se desconfía de la calidad del agua y les es más fácil acceder a un refresco. “Eso está dañando a la gente, afectando a los niños, unos tienen sobrepeso, otros tienen los dientes podridos y tendrán mala salud el resto de su vida”, lamenta Akins.

Su indignación aumenta al encontrar que “hay gente que lucha en contra de la salud de los niños, hay fuerzas externas luchando constantemente intentando hacer ganancia a costa de la salud de la infancia”.

Foto: Imagen de El Susto

Una de las estrategias de Coca Cola es invadir con publicidad todos los espacios: desde bardas, tienditas, espectaculares, canchas en las escuelas, hasta en la televisión e internet, todo para normalizar su presencia en nuestras vidas. Akins recuerda haber estado en México en la década de 1970, luego realizó otro viaje en los ochentas y nuevamente en los primeros años del nuevo milenio, en cada viaje vio como la refresquera iba aumentando su publicidad y ahora estaba a donde quiera que ella iba.

“El ambiente influye en nuestro comportamiento, si bien hay una responsabilidad personal sobre lo que se consume, la gente debe saber que algo es dañino, aunque les "de felicidad" tomarlo debe haber alternativas: si la Coca es más barata que el agua, si el agua no es potable o no está disponible, pues la gente va a optar por lo más barato y lo que esté a su alcance”, dice en la conversación exclusiva con POPLab.

“El marketing normaliza los comportamientos y si ves gente tomando algo pues crees que es lo normal. El marketing es muy poderoso y fue inventado por la Coca Cola y lo hacen muy bien, pues muestran que es genial tomarla, es algo moderno, civilizado y esa es parte de la estrategia: hacer que tú lo hagas y que todos deberían hacerlo y usan personajes famosos, atletas, entonces los niños piensan que eso es lo que deben hacer”.

En el documental se narra la estrecha relación que Coca Cola ha tenido con los distintos gobiernos, empezando con Vicente Fox quien ha presumido cómo la refresquera lo apoyó con financiamiento durante su campaña. Así, desde el más alto nivel del Estado tienen aliados que durante sexenios se han resistido a ponerle límites al corporativo. Algo que hacen “por todo el mundo, pero el ejemplo mexicano es extremo. Realmente muestra el poder que tienen esas empresas, si se les permite seguir acumulando ganancias a costa de la sanidad, y si no hay intentos de regular este comportamiento”, dice Akins.

Cartel del documental El susto

Los avances que hasta el momento se han alcanzado son gracias a algunos funcionarios públicos, pero sobre todo a académicos y organizaciones de la sociedad civil, que pese al espionaje sufrido en colaboración entre industria y el gobierno de Enrique Peña Nieto y mensajes amenazantes, han seguido luchando por que se regulen la comida y bebida chatarra.

Akins encuentra que la forma en que se podría limitar a las trasnacionales es con el etiquetado claro de advertencia, hacer los refrescos más caros que el agua, imponer impuestos a los productos con altos niveles calóricos y la regulación de publicidad dirigida a niños. “Se tienen que hacer varias cosas para contrarrestar, en México se están haciendo ahora y eso es excelente”.

La película se estrenó en Londres en diciembre, durante el Festival Global de Cine sobre Salud, de ahí seguirían a otros festivales pero fueron cancelados por la pandemia. Nuevamente fue estrenada, pero ahora online, en la semana en que México superó las 60 mil muertes por COVID-19, de las cuales cerca del 16 por ciento tenían como comorbilidad la diabetes. La versión en español de la película está disponible en Vimeo y en la página oficial.

El Susto quiere mostrar que “hay una fuerte relación entre nutrición y salud. No se trata solamente de obesidad. Se trata de la salud metabólica que afecta la capacidad para luchar contra enfermedades, tal como podemos ver en el caso del COVID-19, hoy es el mejor momento para adoptar costumbres alimenticias saludables”, concluye la cineasta.