Estimados lectores, continuamos con las reflexiones que inicié la semana pasada respecto a los “simplismos” que se externan o proponen como soluciones a graves problemas en materia ambiental y en el propio sector agua. Vale la pena también señalar que esa inercia de los “simplismos” aparece en diversas áreas de lo público, sea economía, salud, seguridad pública, medidas anticorrupción y en la simulación de lo que denominan participación ciudadana, observatorios ciudadanos, consejos municipales, etc.

El riesgo de estos “simplismos”, es que al adolecer de claridad y factibilidad, así como sensatez, los intentos de medidas gubernamentales (no los llamo políticas públicas, por que no lo son), es que terminan por olvidarse, vamos al siguiente ejemplo, desde hace dos años, específicamente los años 2023 y 2024, que fueron calurosos y los cuerpos de agua superficiales quedaron disminuidos a casi nada, volviéndolos insuficientes para el fin destinado, sea agricultura o ganadería, la sequía propició el sacrificio de miles de cabezas de ganado, en Aguascalientes, se habla de 350,000 cabezas sacrificadas.

Los ganaderos y productores hablaron de implementar tecnologías o recurrir incluso a “membranas” para disminuir la evaporación, el gobierno estatal destinando algunos millones en “bombardear nubes”, que no fue de gran resultado como se había advertido. Precisamente por ser un “simplismo”.

Bueno que sucede con los “simplismos” que cuando llega un buen temporal de lluvias y las presas se llenan, la tragedia queda en el olvido, los proyectos “simplistas” como el Acuaferico, muy distinto al que se propuso en 2001 y que obtuvo el tercer lugar en un concurso convocado por Banobras y que resultó ganador el Ing. Alfonso Rodríguez Ferreira (+). O el proyecto de “Incremento de la disponibilidad” eso queda en el olvido.

La problemática del agua deja de ser importante por que ya llovió, y esta actitud cobrará su factura en algunos años más que vuelva la sequía, o sean más severos los efectos del cambio climático, por supuesto magnificados por otra grave omisión que es la ausencia de una planeación urbana sensata, incremento poblacional, gentrificación, corrupción inmobiliaria, etc.

Amables lectores si le echaron un vistazo con detenimiento al artículo que les compartí en el enlace, habrán podido apreciar el nivel superlativo de “simplismos”, se habla de limpiar ríos, en Aguascalientes, con el río San Pedro, organizar brigadas aprovechando la buena fe de los ciudadanos, pero de qué sirve perder tiempo en limpiar, si continua se ensuciando,, permítanme usar un simplismo, creo que todos vivimos en casa los regaños de la madre, que decían: “una casa está limpia, no porque se barra y se trapee, sino por no tirar”. Es decir, la solución no es limpiar el río, sino dejar de descargar desechos tóxicos, ¿Es muy difícil comprender esto?

Se organizan brigadas no para limpiezas definitivas, sabedoras que de aguas arriba no volverán a ensuciar, pero no es así, las descargas clandestinas solapadas por esquemas viciados o corruptos, así como de la ausencia de una clara y eficaz política de saneamiento, así como de un sistema sensato de operación de plantas de tratamiento, lograrían en la limpieza del río o presas, pero no es así, y basta con acercarse a las zonas y percibir el hedor de la descomposición.

Eso es falta de visión y conocimiento del sector agua, así como una falta grave de principios que garanticen una mejora y por supuesto el cumplimiento de lo dispuesto en el marco legal, partiendo desde la propia constitución política y su artículo 4º.

Los simplismos también afectan en el desempeño del organismo operador de agua, en el caso de Aguascalientes con su órgano municipal MIAA, que es una mala copia de SAPAL León, que si bien tuvo una buena época, ya no la tiene, las disputas entre empresarios según su ramo e interés, lo han deteriorado, SAPAL nunca evolucionó, y MIAA, con ese simplismos y deificación al “empresariado”, han extraviado al punto que ese errar afecta la calidad del servicio y las autoridades y su director terminan con insensateces, como condenar a las personas que se manifiestan por no tener agua, diciendo que no afecten a terceros, lo cuestionable es que la ineficiencia e incompetencia de quienes dirigen MIAA si provoca severas afectaciones con la falta de atención no sólo en los recibos y errores de facturación, o con que serán más eficientes al enviar los recibos vía whatssapp.

Ese “simplismo” es muy parecido a eso que dicen que es modernidad en el transporte público al haber implementado como única forma de pago a través de una tarjeta, una medida que es excluyente, y muy lejana a evitar que los autobuses pasen cada 40 0 50 minutos, o si les hacen la parada no se detengan. Esos simplismos impiden que se cumpla con lo que debe ser un servicio público: “permanente, continuo y regular”, el servicio de agua dista mucho de cumplir esos tres aspectos, al igual que el transporte.

La otra es que se persiste en sembrar arbolitos por sembrar, si dieron lectura al artículo que les compartí la semana pasada, podrán ver que el impulso sin planeación, ni conocimiento de plantar árboles es contraproducente, podemos observar con detenimiento que se adolece de un programa y política pública sensata y real, sólo se hace para que los alcaldes o titulares del ejecutivo se tomen fotos, en esa mala práctica que es la perversión que conlleva la “mercadotecnia política”, otro simplismo que es nocivo.

Igual de simplista es escuchar a consejeros ciudadanos o personajes públicos que su participación única en esos espacios se centra en decir que ponen una cubeta bajo la regadera mientras sale el agua calientes, como si esa acción fuera a salvar el planeta, lo que reduce la brecha es que cumplan y sean rígidos ante la negligencia e incompetencia de las autoridades responsables del sector que por sus omisiones se pierden no una cubeta, sino millones de metros cúbicos, como sucede en una red mal atendida por las autoridades municipales que no saben cumplir con su tarea.

Mis apreciables lectores, nos vemos la próxima semana, no olviden la importancia de emprender políticas y acciones que permitan que en México el agua nos alcance.

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