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12/15/2025
Esto no es Charlie Hebdo

Esto no es Charlie Hebdo

En respuesta a la sentencia por ejercer violencia política en razones de género, el columnista aludido reaccionó a través de las publicaciones tituladas “La policía del pensamiento”. No obstante, estas columnas resultaron igual de misóginas que la primera

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    En respuesta a la sentencia del Tribunal Estatal Electoral de Guanajuato del 1 de abril, Enrique Gómez Orozco, director del diario a.m., reaccionó a través de las columnas tituladas “La policía del pensamiento” realizando un análisis crítico del discurso, es evidente un sentimiento de enojo e indignación por parte del autor. Es obvio que se siente atacado por el TEEG, pero no, este acontecimiento está lejos de parecerse a los ataques que ha recibido el periódico Charlie Hebdo.

    Analicemos por partes todo este autoproclamado melodrama, comencemos por las líneas que dieron pie a esta sentencia:

    La tragedia se triplicó

    Los partidos requieren equilibrar la participación por género y el PAN sale con la ocurrencia de enviar candidatas en las dos ciudades más pobladas de Guanajuato: León e Irapuato. En tiempos de paz, cuando los problemas mayores eran la buena aplicación del presupuesto, el diseño urbano o la construcción de obras públicas útiles, la experiencia en seguridad pública se puede delegar. Hoy no.

    Basta con una lectura simple para advertir en esta fracción de la columna “La persona idónea” implica, que es un error apostarles a las mujeres un cargo público de alta responsabilidad, especialmente en municipios grandes, esto nos manifiesta varias cosas:

    En principio llamar ocurrencia a enviar a candidatas a dos de las ciudades más pobladas del Estado de Guanajuato, es demeritar la capacidad de las mujeres para asumir una responsabilidad en el espacio público. A contrario sensu, esas líneas sugerirían que a las candidatas mujeres habría que delegarles menores responsabilidades. El autor nos da a entender que el género de las candidatas es impedimento para gobernar adecuadamente.

    Además, se hace una distinción etnocentrista entre municipios relevantes y municipios irrelevantes. Finalmente, todo municipio por pequeño o grande que fuese es merecedor de una administración pública decente.

    Por último, afirmar, que es una tragedia el hecho de que haya mujeres candidatas a cargos públicos, en lugar de afirmar, que la tragedia sea la situación desbordada de inseguridad, violencia, pobreza, etc., es desviarnos de los fines últimos de la responsabilidad política y desviarnos a circunstancias personales de las candidatas.

    Ilustración: Pinche Einnar
    Ilustración: Pinche Einnar

    La policía del pensamiento

    Haciendo alusión al libro de George Orwell “1984”, en donde existe una policía omnipresente y omnipotente que castiga todo aquel pensamiento que no va acorde con las ideas de “el partido”, surgió la respuesta pública a la sentencia emitida por el TEEG. A través de tres partes publicadas consecutivamente, Enrique Gómez Orozco terminó confirmando que sus palabras son misóginas. Analicemos algunas de sus líneas:

    Primera parte, del 05 de abril de 2021

    Gómez Orozco afirma que la alcaldesa Paniagua pudo inmediatamente recurrir al derecho de réplica. El columnista cuestiona:

    ¿Cómo construir una democracia con igualdad de género cuando a una mujer no se le puede criticar por incompetente, por esconderse de la terrible realidad? Si nos fijamos bien, al tratar de protegerla a ella o a cualquier otra representante popular del escrutinio público por su condición de mujer, las disminuyen. Las discriminan.

    Recriminarle a las candidatas qué acciones legales o determinaciones personales pueden o no pueden ejercer es decidir por ellas. Esto en efecto sería disminuir a la otra persona. No es que no se les pueda criticar por incompetentes, insisto, no hay que absolverlas de sus responsabilidades.

    Límites a la libertad de expresión

    Al margen de lo que enuncia Enrique Gómez Orozco en sus columnas, creer que la libertad de expresión es inclaudicable, innegociable, imprescriptible e inagotable es estar en un error. Entonces, ¿cuáles son los límites a la libertad de expresión?

    El artículo 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos puntualiza algunas excepciones a la libertad de expresión tal como lo es la incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia. De igual manera la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 6 contempla más límites a esta libertad, los cuales fueron trastocados por las palabras de Enrique Gómez.

    De esto podemos inferir que si bien es cierto que es la regla proteger la libertad de expresión, tenemos límites taxativos en la ley, que es la negación de la dignidad humana. Nuestro columnista con su respuesta reafirma que la sentencia emitida por el TEEG fue en buen camino. Prosiguiendo a la segunda parte de la columna emitida el día 06 de abril de 2021:

    El hecho de que un guía de turistas sueco haya vertido un chiste misógino sobre las mujeres en la política, no le da razón al ser misógino con las gobernantes. Ello sólo desmiente aquella falacia de la utopía del fetichismo jurídico colonialista.

    El ejemplo no es Europa.

    Recordemos las declaraciones del eurodiputado que hace pocos años afirmaba que las mujeres son más débiles y menos inteligentes que los hombres, por lo que es correcto que tengan salarios menores por el mismo trabajo.

    Por último, en la tercera y última columna publicada el día 7 de abril de 2021:

    El columnista afirma que la discriminación y los roles de género entre hombres y mujeres son problemáticas del pasado. No obstante, dichas violencias siguen estando vigentes, fenómenos como la feminización de la pobreza, los techos de cristal y los feminicidios son una realidad diaria en nuestro entorno cotidiano.

    Basta una mirada somera en los diarios para notarlos, aunque hace falta más que eso para que podamos aminorar dichos problemas. El periodismo con enfoque de derechos humanos podría ayudar a visibilizar la importancia del reconocimiento a la dignidad humana y ser un periodismo de paz.

    A manera de conclusión, a cada uno nos corresponde erradicar la discriminación en la trinchera en la que tenemos nuestro margen de actuación.

    Tenemos muchas formas de reconocer la dignidad de las mujeres desde la prensa. Por ejemplo, al no encasillar exclusivamente a las periodistas en las secciones de espectáculos, pues esto reafirma roles de género.

    Que los varones dejen de monopolizar la sección de opinión en la prensa sería reconocer que las mujeres también tienen razonamiento crítico.

    Incluso el abstenerse de publicar en los diarios empleos de edecanes que denigran y ponen en riesgo la integridad de las mujeres. Sería dejar de contribuir en la cosificación, explotación y sexualización del cuerpo de las mujeres.

    Esto diría más de un enfoque con perspectiva de género del director de un diario, y no cuatro columnas que, para colmo, no sólo ejercen violencia contra las mujeres políticas, sino también ahora contra las propias audiencias.

    Queda abierta otra discusión: ¿por qué los demás medios de prensa callan frente a este tema?

    20 de abril de 2021, 06:18

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