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Hospital veterinario de Alejandra duplica su costo pero no convence a animalistas
La obra avanza con retraso y su costo se supera los 78 millones de pesos; mientras el Centro de Control y Bienestar Animal funciona con carencias, exponen activistas
El hospital público veterinario, proyecto emblema de la primera administración de la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos, incluído con urgencia en el primer paquete de obras de la consulta ciudadana del Presupuesto Participativo en 2022, llegará al segundo trienio de la presidenta reelecta sin poder culminar siquiera su primera etapa y con el costo total de la obra duplicado, al pasar de 35 a casi 79 millones de pesos aún en la etapa de construcción.
El proyecto fue anunciado por la edil como una solicitud expresa de los encuentros de escucha ciudadana que sostuvo con organizaciones animalistas y rescatistas independientes durante su campaña electoral y después de ser elegida presidenta en 2021.
“Necesitamos tener un lugar donde la gente pueda llevar a sus mascotas y hay gente que no tienen los recursos para atenderlos. Para que se den una idea, de 10 familias 7 tenemos mascotas, por eso la gente salió y votó por el hospital veterinario”, defendió la alcaldesa momentos antes de colocar la primera piedra del hospital, en julio de 2023, cuando apuntó que el hospital operaría regionalmente, para beneficiar a personas de otros municipios.

El proyecto del hospital para mascotas fue declarado ganador en la consulta ciudadana con un porcentaje cercano al 25 por ciento de un total de 8 mil 924 participantes.
Con el presupuesto asignado al Hospital Público Veterinario hasta el cierre de esta nota, podrían realizarse 1 millón 300 mil 557 consultas veterinarias de bajo costo -equivalente a 60 pesos- en el Centro de Control y Bienestar Animal (CCBA).
Sin embargo, integrantes de asociaciones animalistas en León advirtieron a POPLab que no fueron tomados en cuenta para la planeación del proyecto, que al día de hoy ha duplicado el recurso base de 35 millones de pesos que le fue asignado por presupuesto participativo.
Advirtieron que durante los tres primeros años de la administración no fueron cubiertas las funciones básicas del Centro de Control y Bienestar Animal, como la respuesta a reportes de maltrato, la atención de enfermedades de las especies bajo su resguardo y la venta irregular de animales en los tianguis.
Para la licitación, que se ejecutó en 2023, se contempló un recurso de 41.6 millones de pesos que pasó a 46.9 millones al colocar la primera piedra de la edificación en julio de 2023. En aquel momento, el plazo para concluir la primera etapa -que consta sólo del edificio del hospital- era de 11 meses. Hoy, el proyecto lleva un avance del 55 por ciento y cinco meses de retraso. Se estima que será concluído durante el mes de octubre.

Cuestionado por este medio respecto a los retrasos en la construcción del hospital veterinario, el titular de Obra Pública de León, Israel Matínez Martínez, respondió que éstos se deben a que el proyecto sufrió modificaciones “relacionadas con especificaciones en materia de salud”, como “salidas de líneas eléctricas, aire acondicionado, e hidrosanitarias en áreas como el quirófano, áreas de adopción, de tomografía y postoperatoria”.
Además, el funcionario sostuvo que debido al diseño circular del edificio, la construcción se realiza de forma manual y “los trabajos de cimentación llevan más tiempo de ejecución a comparación de otro tipo de obras”, y que el respeto a las zonas arboladas del predio “ha requerido trabajos más cuidadosos”.
Israel Martínez afirmó que se han realizado diversos convenios modificatorios de tiempo con el contratista, sin que esto signifique alguna penalización para la empresa Construcción y Servicios del Bajío, de acuerdo con la Ley de Obra Pública del Estado de Guanajuato.

Un arquitecto consultado por este medio, declaró que los avances de la obra y las justificaciones reflejan un proyecto arquitectónico y de ingeniería que no fue bien planteado, pues no se consideraron inicialmente aspectos como el diseño circular, las especificaciones técnicas de la naturaleza del edificio y el dictamen de impacto ambiental. Asimismo, consideró que para concluir la obra de forma cabal, al contratista podría tomarle al menos 8 meses más de construcción.
Esta reportera solicitó una entrevista al apoderado legal de la contratista Construcción y Servicios del Bajío, el arquitecto Enrique Aranda Anaya, quien se abstuvo de declarar.
El proyecto ejecutivo del hospital veterinario estuvo a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad de Guanajuato (SICOM), y fue entregado al municipio en mayo de 2022. Así lo confirmó la propia alcaldesa, Alejandra Gutiérrez, así como el entonces subsecretario de Edificación y Proyectos de la SICOM, Pedro Peredo Medina, quien calificó al hospital como un “proyecto ambicioso e innovador” en una entrevista con el diario AM.
Más dudas que certezas
De acuerdo con información obtenida vía transparencia, desde la colocación de la primera piedra en julio de 2023, la Dirección de Obra Pública y la contratista Construcción y Servicios del Bajío han suscrito cuatro ampliaciones de plazo y una ampliación presupuestal por más de 5 millones de pesos para el proyecto emblema de Alejandra Gutiérrez.
El pasado 24 de junio la Comisión de Patrimonio aprobó el requerimiento de la Dirección de Salud por 10.9 millones de pesos para adquirir el equipamiento médico para el hospital, dando un costo total a la edificación y equipamiento- sólo en la primera etapa- de 56.9 millones de pesos. A este recurso se suma una nueva solicitud de Salud de 8.2 millones de pesos para adquirir mobiliario e insumos de oficina, herramientas, material de limpieza, entre otros conceptos.

La segunda etapa, que consta de un parque para mascotas dentro del predio donde se construye el hospital, aún no ha sido licitada por el municipio. Pero para su ejecución se ha contemplado un recurso de 12 millones de pesos que se suma al monto de la primera etapa y eleva el costo del proyecto a 78 millones de pesos, más del doble de los 35 millones proyectados en 2022, cuando fue elegido en el Presupuesto Participativo.
El proyecto se ubicará en la colonia Desarrollo el Potrero, cerca de la salida este de la ciudad del Eje Metropolitano, y tendrá un área de construcción aproximada de 2 mil 430 metros cuadrados.
Además de las modificaciones en el recurso, la primera etapa del Hospital Público Veterinario ha presentado severos retrasos en su entrega, que rebasará a la primera administración de Alejandra Gutiérrez. En el segundo convenio de prórroga, la Dirección de Obra Pública y la contratista Construcciones y Servicios del Bajío acordaron como fecha de entrega el 19 de julio.
Sin embargo, dos días antes de vencer el plazo -el 17 de julio- se acordó mediante convenio una nueva prórroga para entregar la edificación el 5 de octubre.
Cuestionado por este medio, el síndico y presidente de la Comisión de Patrimonio del municipio de León, José Arturo Sánchez Castellanos, declaró que aunque existe el compromiso de llevar a cabo la obra porque fue aportada por los ciudadanos en la primera edición del Presupuesto Participativo, ésta “no está exenta” de una planeación irregular.

“Es evidente que el presupuesto inicial tuvo muchas deficiencias que ha ocasionado el incremento en el costo total del proyecto (...) Habrá que revisar bien todo el proceso para determinar si esas omisiones y prórrogas violan alguna normatividad o si son sancionables”, sostuvo.
El edil agregó que una nueva solicitud de suficiencia presupuestal para el proyecto ante la Comisión que preside, podría ser motivo para solicitar una revisión al proceso y avances de la obra.
Un proyecto innecesario: animalistas
Este medio consultó a la activista animalista Gabriela Sánchez, fundadora del albergue canino Amor Mestizo, quien manifestó que la construcción de un hospital veterinario no fue solicitada por el gremio de rescatistas de León, con quienes Alejandra Gutiérrez sostuvo reuniones de escucha durante su campaña electoral en 2020. La alcaldesa ha transitado en distintos cargos de elección popular con la bandera animalista. A través de sus redes sociales comparte rescates que realiza durante eventos o recorridos oficiales.
Aunque Gabriela Sánchez reconoció que las jornadas de esterilización y el tratamiento gratuito para la sarna han sido puntos positivos del primer trienio de Gutiérrez Campos, la activista sostuvo que la administración de alcaldesa reelecta ha quedado a deber en temas como la atención a los reportes de maltrato animal y el seguimiento de los mismos desde el CCBA.

La activista también sostuvo que no se ha erradicado el comercio de especies en mercados y tianguis públicos, pese a las denuncias de animalistas y la supervisión constante de Fiscalización y Seguridad Pública en estos espacios.
“Las dependencias públicas hacen lo que se puede con lo que se tiene, pero imagínate si en el Centro de Control y Bienestar Animal trataban a veces sin material de suturas para esterilización, sin alimento para los animales que tienen resguardados, cómo es que piensan en algo más grande, si no pueden cubrir las necesidades básicas de lo que ya se tiene”, cuestionó.
Entre la incertidumbre que rodea al proyecto respecto a su futura operatividad, activistas han cuestionado la integración de la plantilla de personal que tendrá el hospital, pues advierten que el municipio deberá ofrecer salarios competitivos con los ingresos que obtienen los profesionistas de la medicina veterinaria en el sector privado.
“A mí un ultrasonido en un particular me sale en 600 pesos, o sea, si en el hospital público le van a pagar un veterinario 20 mil pesos mensuales no le va a convenir, porque esos 20 mil los sacan una semana en su clínica particular”.
En 2024, los salarios del personal del CCBA oscilan entre los 8 mil pesos mensuales brutos para el personal operativo y administrativo, y entre los 22 mil pesos para el personal médico veterinario, de acuerdo con el tabulador de la administración municipal.

Para Gabriela Sánchez, una alternativa sustentable para atender a los animales domésticos en el municipio sería establecer convenios con clínicas veterinarias, en los que el municipio pudiera subsidiar diversos procedimientos como esterilizaciones, radiografías, tomografías y ortopedia.
La sostenibilidad financiera para mantener operando el hospital y su continuidad en las futuras administraciones municipales son dos preocupaciones en las que coincide Beatriz Lozano, activista y rescatista de la Fundación Animare, organización leonesa con más de 20 años de trayectoria.
“Sin duda hay una necesidad, desafortunadamente los costos de atención veterinaria de alta gama son poco accesibles; sin embargo, me parece que la necesidad principal es tratar de ser un municipio en el que el tema del maltrato animal sea atendido y castigado”, insistió Beatriz, quien sentenció que la petición primordial del gremio de rescatistas a esta y otras administraciones ha sido la correcta y rápida atención de denuncias.
“Creemos que implementar y mantener todos los servicios que ofrecieron será complicado por cuestiones de presupuesto y de intereses de próximos ayuntamientos”, concluyó.
29 de julio de 2024, 13:08
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