En su recurrente Días de Guardar, que se publica cada domingo en este mismo medio, Arnoldo Cuellar mencionó a Sergio Contreras Guerrero, secretario general del Partido Verde en Guanajuato, quien en días pasados divulgó un video en el que, con falsa indignación, se refiere al accidente del 13 de noviembre de 2020 (13N) en el que cinco trabajadores perdieron la vida en el Módulo de Desbaste que opera SAPAL, lugar en el que se intentan sanear las aguas sucias de la industria curtidora de la ciudad de León. Arnoldo señaló que:

Contreras publicó un video en redes sociales donde simula indignación y aborda el tema de los cinco trabajadores muertos en la planta de tratamiento de aguas residuales de León, administrada por el SAPAL.

Plantea ahí su lema de campaña: "que las cosas sucedan", y groseramente utiliza una tragedia para tratar de ganar bonos políticos. Es penoso, peor aun, es inmoral.

El partido de Contreras, donde nada "sucede" si él no lo aprueba, ni siquiera se ha posicionado en el Cabildo sobre esa tema, no ha cuestionado al presidente de Sapal ni a su director, mucho menos al contralor de León que con un talante similar ha reducido la muerte de los desprotegidos trabajadores a un asunto de pesos y centavos.

En su comentario sobre Sergio Contreras Guerrero y Los Verdes, Arnoldo aborda tres procesos en los que Acción Colectiva Socioambiental, la organización en la que colaboro, está involucrada. La “defensa del humedal del Parque Los Cárcamos contra el centro comercial City Center” en León, la ”defensa de la Sierra de Santa Rosa contra el fraccionamiento La Cucursola” en Guanajuato y el “acompañamiento a las víctimas del SAPAL del 13N”, también en León, y si bien, en los dos primeros asuntos dejamos pasar la oportunidad de pronunciarnos sobre el rol que han tenido Los “Verdes”, en este caso, ello parece inevitable.

Como integrante de la organización que hace parte del “acompañamiento a las víctimas del SAPAL del 13N” a las que Sergio Contreras hace referencia en su video, estoy en posición de confirmar que, hasta la publicación de esta nota, ni Sergio Contreras Guerrero, ni nadie del Partido Verde se ha acercado a las familias, siquiera para preguntar qué necesitan u ofrecer su solidaridad.

La actitud de Sergio Contreras de aprovechar las desgracias o las causas ambientales, desde la comodidad de su oficina, no sólo es inmoral, como dice Arnoldo, también es perversa o, si se prefiere, maquiavélica. Porque pronunciarse políticamente sobre la desgracia ajena sin mover un dedo, pudiéndolo hacer, es perverso.

A Sergio Contreras le parece buena idea usar la tragedia de estas familias para su beneficio político, pero flaco favor les hace a las víctimas porque, al tiempo que ante la opinión pública manda el mensaje de que “Los Verdes” pueden hacer cargo, haciendo “que las cosas sucedan”, la realidad es que, pese a contar con la presencia de la regidora Fernanda Rentería Muñoz en el Ayuntamiento, no lo han hecho, no han intentado siquiera hacer “que las cosas sucedan”. Desde el acontecimiento del 13N, Fernanda Rentería no ha realizado ni un sólo pronunciamiento a favor de las víctimas en el cabildo municipal.

Una desgracia de proporciones mayúsculas en el contexto de una de las más grandes crisis de legitimidad en la historia del SAPAL -lo que supone siempre malas noticias para el agua de nuestra ciudad- y el Partido Verde guarda silencio en los espacios institucionales en los que podría hacer valer el voto de sus electores, quienes cada vez más reivindican mejores condiciones para su entorno.

Imagen; Juan José Plascencia.

Pero no sólo es Sergio Contreras, es la institución que en él se encarna y el grupo que lo acompaña. Como ecologista y defensor del medio ambiente, del agua y del territorio, tengo muchas diferencias ideológicas y, desde luego, políticas, con el Partido Verde de Guanajuato.

Si a Los Verdes se les preguntara por el proyecto Presa El Zapotillo, que supondría uno de las mayores desequilibrios ecológicos en la historia de nuestra región -al trasvasar agua de una cuenca a otra- se pronunciarían a favor.

Y si hablamos de la “defensa del humedal del Parque Los Cárcamos contra el centro comercial City Center” en León, la regidora verde, Fernanda Rentería, ha dejado mucho qué desear pues más allá de solicitar información a las autoridades, no hemos visto una acción contundente de su parte.

Y si hablamos de la ”defensa de la Sierra de Santa Rosa contra el fraccionamiento La Cucursola” en Guanajuato, no hay que olvidar que el hoy diputado local “Verde”, Israel Cabrera Barrón, ex delegado de la SEMARNAT en Guanajuato, emitió un oficio en el que le mal-informa al desarrollador del fraccionamiento que, para su proyecto, NO REQUIEREN AUTORIZACIÓN EN MATERIA DE IMACTO AMBIENTAL pero le deja de informar que SÍ REQUERÍAN TRAMITAR Y OBTENER UN PERMISO DE CAMBIO DE USO DE SUELO, lo que desde luego no ocurrió.

Y si hablamos de la ”defensa del Cerro del Gallo y las comunidades aledañas contra la minera canadiense Argonaut Gold” en Dolores Hidalgo, un caso alarmante en el que la minera posee derechos para extraer 1,440 millones de metros cúbicos de agua subterránea cuando las comunidades del entorno no tienen acceso a ella, vimos a la diputada local Vanessa Sánchez Cordero, también del “Verde”, pronunciarse a favor de la minera:

“Lo que tiene que tomar en cuenta la Semarnat es primero el gran impacto que tiene la minería en las comunidades y en las zonas donde se establecen y por el otro lado ver si es posible reubicar o hacer algún acuerdo de modo que pueda haber esta compatibilidad entre una actividad que sabemos es dañina para el medio ambiente y la falta de actividad económica, que haya este binomio, que se cuide el medio ambiente pero que sí se llegue este desarrollo económico”.

“Las afectaciones son seguras, todos sabemos y no es algo escondido que la minería a cielo abierto tiene un impacto*, hay que ver si este impacto puede no dañar a la comunidad aledaña,* evidentemente no le podemos pedir a la minera que se vaya a otro lado porque el yacimiento está ahí, hay que ver cómo hacer esta compatibilidad”.

Durante años, quizá como otros, esperé -ingenuamente- que el Partido Verde en Guanajuato reaccionara y abandonara el ecologismo “elegante” y “pro empresa” que le caracteriza y asumiera posiciones políticas consistentes con el Pensamiento Político Verde, lo que implica no sólo abstenerse de hacer uso de la desgracia ajena como lo suelen hacer las formaciones políticas tradicionales, sino también dejar atrás la versión verde claro del ecologismo e incorporar a su agenda política posicionamientos contundentes sobre el extractivismo, la crisis hídrica, el calentamiento de nuestra región, etc., y, sumamente importante: colocarse del lado de las y los afectados por el modelo de desarrollo y no, como suelen hacer, acompañar y reforzar el pensamiento hegemónico y dominante.