Mi apreciado Suéter, remitiéndose a la lucidez del pueblo sabio, solía recordar que “chango viejo no aprende maroma nueva”, pero el padre de Patricia —recientemente fallecido, por desgracia— no alcanzó a confirmar que toda regla tiene su excepción, como lo demuestra esta historia protagonizada en la sede del Congreso del Estado de Aguascalientes, donde pretenden contener otra barrabasada del alcalde capitalino Leonardo Montañez Castro, regidores y síndicos emanados del PAN, Morena, PRI y MC.

El diputado Cuauhtémoc Escobedo Tejada, del PRD, informó que la Comisión de Vigilancia ha decidido no aprobar “variantes” del Derecho de Alumbrado Público (DAP) para el ejercicio fiscal de 2024, para dar cumplimiento a lo dispuesto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el 23 de septiembre.

El reciente 9 de octubre escribí en Diálogos en Pluralidad: “La Corte electrocuta al ‘Impuesto de la Iluminación’ en Aguascalientes”.

Dije que como hay un Dios que todo lo ve, a los malogrados apóstoles de la justicia social (PRI), el bien común (PAN), primero los pobres (Morena), por México en movimiento (MC), patria para todos (PRD), y el verde sí cumple (PVEM), la probidad celestial dejó al descubierto, nuevamente, que los partidos y sus políticos de lengua se comen cincuenta tacos en una sentada.

A los regidores y síndicos del Ayuntamiento de Aguascalientes, y a los diputados al Congreso del Estado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación les volvió a dar palo con una resolución que los exhibe como violadores de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al imponer por sus pistolas el cobro del Servicio Integral de Iluminación Municipal (SIIM), recaudado por la Secretaría de Finazas capitalina por concepto de Alumbrado Público: 10 por ciento aplicado al total del consumo.

El argumento principal del Pleno es que este tipo de impuestos son inconstitucionales. No se especifican los elementos que fundamentan las cuotas establecidas. Y vulneran los principios de proporcionalidad y equidad tributaria. Así o más claro.

Recordé que ya se había declarado la inconstitucionalidad del Derecho de Alumbrado Público (DAP) —antecedente del SIIM—; sin embargo, los diputados locales legislaron la imposición del gravamen el 23 de diciembre de 2020, ignorando el acta de defunción suscrita por la SCJN donde declaró la invalidez del DAP y les tronó los dedos a los solípedos de cuatro patas que pastan en el Congreso del Estado de Aguascalientes, para “no repetir los mismos vicios de inconstitucionalidad al legislar para el próximo año fiscal 2019, ya sea en la Ley de Hacienda o en las Leyes de Ingresos de los municipios”.

Hasta aquí la historia del DAP, que se repitió con el nombre del SIIM, tumbado recientemente, otra vez, por la Corte.

Los tóxicos integrantes del Cabildo deben entender que el derroche del gasto público —10 por ciento del Presupuesto de Egresos 2023—, se está reflejando en una deficiente prestación de los servicios de los servicios públicos con resultados —medibles y tangibles—, de poca monta, como es el caso de la seguridad pública, abastecimiento de agua potable, mantenimiento de áreas verdes y vialidades, y limpia.

El dinero del contribuyente, dicen en la comuna, no les alcanza para cubrir sus obligaciones constitucionales, pero el dispendio llega, entre otras linduras, a contratar exagerada publicidad en los informativos impresos y electrónicos; financiar una “academia taurina” y dependencias dedicadas al “turismo municipal”, a la “economía social”, al “enlace ciudadano”, por citar algunos disparates; y desarrollar actividades que supuestamente cubre el gobierno de la panista María Teresa Jiménez Esquivel, como es el de la cultura, en una ciudad-estado.

El pago ciudadano del SIIM sirve, además, para organizar eventos populistas, como por ejemplo: “Feria en tu Colonia”, “Navidad en tu Colonia”, “Festival Navideño”, “Festival del Condoche” y traer a Aguascalientes al conocido actor Omar Chaparro y a Juan Pablo Escobar, hijo del sanguinario narcotraficante colombiano Pablo Escobar.

¿Qué se espera para 2024 en la Ley de Ingresos del Municipio de Aguascalientes? El alcalde, regidores, síndicos y diputados locales vistieron a la mona con trapos de seda, aunque mona se habrá de quedar. Violarán la Constitución. Violentarán el estado de derecho (su especialidad). Y pasarán por encima de la implacable excitativa de los ministros de la Corte: “No lo vuelvan a hacer”. A menos que los legisladores cumplan la palabra empeñada por su compañero Escobedo Tejada.

El DAP/SIIM mira con sus ojitos bizcos. Acusa inmediata discapacidad jurídica. Tiene una existencia por demás accidentada. Es el pecado mortal de la administración municipal.

Porque alguien tiene que escribirlo: Un decisión equivocada, que antecedió al penalti anotado por Julián Quiñones, del arbitro Fernando Guerrero y el VAR, le abrió la puerta a los pollos del América llegar a las semifinales de la liguilla.

El atraco de los nazarenos pintados de amarillo —ahora perpetrado al club León—, forma parte de la tradición en la industria del futbol mexicano, gobernado por la familia Azcárraga y Televisa desde tiempos inmemoriales.

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