La última asamblea panista del año en Guanajuato reunió a más de 2 mil militantes de todo el estado. El evento con tono de posada en el que no faltó ni la piñata ni el ponche, sirvió a la dirigencia estatal, encabezada por Aldo Márquez Becerra, para orquestar el regreso del exgobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, ausente de la vida pública y política desde que concluyó su sexenio en septiembre de 2024. 

En el discurso, la presencia de Diego Sinhue fue exaltada por el presidente estatal del PAN, quien le agradeció estar presente acompañando a su partido. Quien no acudió al llamado fue la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos, que en cada evento marca más distancia con Acción Nacional. Aunque ni la presidenta ni nadie de su grupo cercano aceptó la invitación del Comité Estatal, quien sí se dejó ver en las primeras filas fue el regidor Ramón Hernández Hernández, señalado por ser el informante del gobierno estatal en el ayuntamiento de León. 

La celebración no fue menor. La noche del lunes 15, en los jardines de la Hacienda del Conde, en León, se dieron cita políticos del ámbito local y federal, operadores de comités municipales, burócratas, panistas de a pie que militan fuera de la administración pública y liderazgos juveniles. Al salón abarrotado, pasadas las 6:30 de la noche, llegaron en dupla los invitados especiales: el dirigente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera y la gobernadora, Libia Denisse García. 

Mientras transcurrían las presentaciones protocolarias, un personaje se escabulló hacia los asientos de la primera fila, pero sin lograr pasar desapercibido. Era el exgobernador, Diego Sinhue Rodríguez, que pese a su acostumbrada impuntualidad, no se libró de ser mencionado como uno de los invitados especiales de la noche por la maestra de ceremonias. Los aplausos de la militancia cayeron en cascada y Diego, agachado, pasó a ocupar el lugar que le cedió el diputado federal y exvocero de su gobierno, Alan Márquez Becerra. 

Diego estaba en casa, para sorpresa de muchos. Tras su aparición hubo un abrazo con su sucesora, la gobernadora Libia García, quien tras el encuentro intercambió palabras con Jorge Romero Herrera. Quienes también mantuvieron viva la conversación durante la asamblea fueron el secretario de gobierno, Jorge Jiménez Lona y el exalcalde de León, Héctor López Santillana con Diego Sinhue en el centro. 

Con el acomodo quedaron juntos los dos exgobernadores, aunque uno de ellos asumió la encomienda por interinato. Fueron los únicos exmandatarios panistas presentes.

A la posada, a la que sólo se podía ingresar mostrando un código QR, no se invitó a los medios de comunicación. Sin embargo, POPLab logró acceder para abordar a Diego Sinhue sobre las acusaciones de corrupción que pesan en su contra. 

“Una de mis promesas fue que no iba a dar entrevistas saliendo, ni para defenderme”, respondió Diego Sinhue a esta reportera y continuó dando fotos a la militancia que lo recibió con brazos abiertos y aglutinó a su alrededor para intercambiar un saludo con personas que todavía lo llaman “gobernador”. 

A espaldas de Diego estuvo siempre Juan Carlos Alcántara Montoya. 

Las breves intervenciones en el micrófono de Aldo Márquez, Jorge Romero Herrera y Libia García, fueron la antesala para una pastorela planeada e interpretada por Acción Juvenil. 

Entre risas incómodas y silencios, aquellos que ocupaban la primera fila seguían con preocupación los diálogos de los personajes, que compararon la búsqueda de posada de José y María con una burda travesía contra las transas y malos gobiernos. “Me quedé como funcionario cuando le cae auditoría”, dijo el diablo de la puesta en escena, que a lo largo de la interpretación intentó corromper con sobornos al resto de los personajes. 

La pastorela no fue del entretenimiento de todos los presentes, pues hubo quienes salieron del festejo panista antes de romper la piñata. Fue el caso del coordinador de la bancada del PAN en el congreso local, Jorge Espadas Galván, que abandonó el salón no sin antes despedirse del exgobernador de Guanajuato. 

El retorno de Diego no fue obviado por la gobernadora, Libia García. Cuando tomó el micrófono, la panista agradeció la presencia de quien fuera su jefe cuando ella ocupó la secretarías de gobierno y posteriormente, de desarrollo social y humano, ya con miras a ser la candidata a la gubernatura. Pese a las muestras de reconocimiento al exmandatario, este fue recortado de las fotos oficiales.

Pero además de las muestras de gratitud, se evidenció a aquéllos que decidieron ausentarse de la fiesta panista. 

“Ninguno de nosotros, por grande que sea el propósito, está por encima de Acción Nacional”, dijo Libia García. La retórica híper partidista de la gobernadora se ha hecho parte de sus discursos recientes como un mensaje que se interpreta como dirigido a la alcaldesa de León Alejandra Gutiérrez, inconforme con decisiones que se han tomado dentro del PAN y que le han quitado margen de maniobra, pero también para aquéllos que, como la presidenta de León, han decidido poner distancia con la marca. 

 Ni la presencia del dirigente nacional en León impidió que Alejandra ajustara su agenda privada. Más tarde se supo que, mientras la familia panista compartía el ponche y los villancicos, la alcaldesa hacía lo propio en las celebraciones navideñas que encabezó con los comités de colonos y con el personal de seguridad pública municipal. 

Alejandra de nuevo fue claridosa: atender un municipio como León no le deja tiempo para lo que ha optado por llamar “grillas partidistas”.