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Pendiente justicia para Celeste Nava por intento de feminicidio, familia reclama maltrato de instituciones
Este miércoles 27 se celebrará la audiencia intermedia en el juicio contra 3 inculpados como presuntos responsables de tentativa de feminicidio contra la académica e investigadora del CONACyT y la UG, madre de dos niñas; uno de ellos es su expareja
Frente a la audiencia intermedia que se efectuará este miércoles 27 de abril en el proceso judicial por la tentativa de feminicidio cometido en contra de Celeste Nava Jiménez, académica e investigadora del CONACYT y otras instituciones, su familia ha hecho un llamado al Poder Judicial del Estado para el juicio contra los tres inculpados sea llevado con perspectiva de género y logren como resultado la justicia que han esperado durante un año y medio.
Los tres hombres imputados como presuntos responsables de intentar privar de la vida a Celeste, según informó en el momento de su captura la Fiscalía General del Estado, son David (su expareja), Mario y un tercer hombre señalado como cómplice. Un cuarto detenido fue liberado por falta de pruebas.

Pero es ésta una parte de la justicia y todos sus alcances para una víctima directa y para una familia en la que hay una madre, hermana, hijas, cuyas vidas han cambiado también para siempre.
En el largo camino para ser atendidas, escuchadas y apoyadas como víctimas directas e indirectas, todas ellas se han encontrado con diversas instituciones y funcionarios, muchos de los cuales han prolongado la espera de apoyo y han respondido con indolencia, ineficiencia, maltrato, burocracia e insensibilidad, con unas pocas excepciones.
“¿Hasta qué punto también las instituciones son factores que perpetúan la violencia? las instituciones con sus trámites, con sus tratos o maltratos hacia las víctimas hacen que una se canse. Eso también incide en la violencia, ¿no? Si no lo resuelves, eso se va a acumular. La víctima también se cansa de las instituciones porque no hacen, abandonan”, dice Fabiola, hermana de Celeste, en entrevista con POPLab.
Con muchos proyectos personales, profesionales para su familia en el horizonte, unos cuantos días después de cumplir 39 años y de culminar un divorcio que buscó por la violencia ejercida por su pareja, Celeste fue atacada el 28 de octubre de 2020 en su domicilio en la ciudad de Guanajuato cuando se encontraba sola, frente a su computadora, impartiendo un taller en línea en un evento académico.
La profesora sobrevivió, pero quedó en condición de discapacidad, sin la posibilidad de valerse por sí misma.
Pasaron más de dos meses sin que se vieran avances en la investigación de la Fiscalía General del Estado sobre el o los responsables de esta muy grave agresión, lo que fue reclamado por su familia, así como por colegas del Colegio Nacional de Turismólogos, Gastronomía y Hotelería, A.C. en el estado -del cual Celeste era vicepresidenta- en un par de cartas públicas dirigidas al gobernador Diego Sinhue Rodríguez, al fiscal Carlos Zamarripa; la directora del IMUG Anabel Pulido y el Secretario de Turismo, Juan José Álvarez Brunel, entre otras autoridades a las que se les señalaba una negligencia e indolencia.
La familia solicitó la intervención de Las Libres, quienes asumieron la representación legal como asesoras jurídicas en este proceso.
El 25 de agosto de 2021, la Fiscalía estatal anunció la detención de dos presuntos responsables de la tentativa de feminicidio contra Celeste. “La información arrojó que el exesposo de la víctima, DAVID “N”, fue el que perpetró efectivamente el delito, con la ejecución de los actos externos que concretaron el ataque a la profesora, siendo señalado como instigador. MARIO “N” fungió como autor material, al ser quien ingresó en el domicilio y consumó la brutal agresión que puso en riesgo la vida de la catedrática”.
Después se logró detener a otros dos hombres señalados como cómplices, de los cuales uno logró ser liberado.
David y Mario fueron detenidos el 18 de agosto. El día 25, la FGE daba cuenta de la vinculación a proceso de ambos, luego de que un juez penal valoró los datos de prueba como presuntos responsables de la tentativa de feminicidio.
Al continuar el proceso judicial, éste ha llegado a la audiencia intermedia, que se realizará de manera virtual el miércoles 27 a cargo de un juez penal del estado.
A la expareja de Celeste lo representa Pablo González Sierra, ex subprocurador de justicia del estado.
“En la Fiscalía hicieron un trabajo largo, muy arduo, extenso”, señala Fabiola Nava.
Y narra lo que, de manera paralela al proceso judicial, la familia ha vivido con diversas instituciones responsables de la atención a víctimas del delito y a sus familiares, como es el caso de las hijas de Celeste.
En una primera etapa, durante la investigación y hasta la detención de los inculpados, el área de Atención a víctimas de la Fiscalía y de apoyo psicológico estuvieron brindando diversos tipos de apoyo, como la terapia e insumos necesarios para la atención de Celeste, atención que Fabiola reconoce como eficiente y pronta. “El trato que hemos recibido ha sido muy respetuoso, muy formal”.
Pero a partir de septiembre u octubre del año pasado, todo cambió. La responsabilidad de brindar apoyos a Celeste y su familia directa pasó a la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEAIV), que preside Jaime Rochín del Rincón, con cuyos funcionarios les fue imposible comunicarse en un principio.
“Tengo copia del oficio que la Fiscalía manda a la Comisión con fecha 20 de septiembre de 2021. Me avisan por mensaje (de la FGE) que la comisión me va a contactar. Pero eso no pasa”, cuenta Fabiola, quien se puso a buscar un número telefónico o domicilio y encontró un número que resultó ser el personal de Jaime Rochín, “pero en ese número nunca contestó”.
Ya en diciembre, consigue a través de funcionarios de la Secretaría particular del gobernador un contacto y logra hablar con personal de la CEAIV. “Me atiende una persona llamada Daniela, me dice que no tiene el oficio y yo se lo reenvíe. Habían pasado ya tres meses”.
La canalizan con otra persona del organismo. “Es bien arduo, enfadoso, tortuoso, es un trámite traumatizante que cada institución te pide exactamente los mismos papeles. Lo más fácil es mandarles el drive porque son documentos que ya tengo, pero lo doloroso es cuando te piden una fotografía de Celeste actualizada. ¿No es suficiente cuando la trabajadora social viene y constata el estado de Celeste? Se me rompe el corazón cada vez que he tenido que hacerlo, y me lo han pedido varias veces”.
“Con la CEAIV tuve que hacer un documento de casi 10 hojas, con la lista de todo, los precios, las opciones de dónde se pueden comprar, hasta Mercado Libre le metí”, explica Fabiola.

Mes y medio después, Mayra -la funcionaria del organismo que es su interlocutora por mensajes de Whatsapp y llamadas- le pasó una copia del oficio que la CEAIV mandó al DIF estatal, “donde dice que la comisión no puede y que dentro de este ámbito de instituciones del estado que atiende a víctimas, le pide al DIF que se haga cargo. Eso fue en febrero; yo estaba esperando ese apoyo desde septiembre”.
Al comunicarse al DIF estatal, le dicen que no están enterados y que no tienen el oficio de la CEAIV, que les fue remitido a principios de febrero pasado, pero que “para ir adelantando trámites” le solicitan que envíe, de nuevo, toda la documentación sobre Celeste y su situación.
Su hermana recurre de nuevo a la Secretaría particular del gobernador y entonces “se activa” una respuesta del DIF, que envía una primera entrega de insumos.
Atención a víctimas de la FGE también canalizó a Celeste al Instituto Guanajuatense para las Personas con Discapacidad (INGUDIS) para que recibiera terapia. “Ha sido muy bueno para ella -señala su hermana-, aunque también se necesita gestionar el servicio de ambulancia; se hizo contacto con SUEG (Sistema de Urgencias del Estado) y hay una atención directa, aunque ha sido muy complicado en ocasiones y nos hemos quedado sin ir o hemos tenido que cancelar de último momento, porque son estrictos y reciben a mucha gente y no alcanzamos a llegar”.
En una publicación en Facebook, Fabiola contó que, simbólicamente, Celeste fue llevada por primera vez para su atención en el INGUDIS el 25 de noviembre de 2021, Día internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres.
Para cubrir los traslados, se les sugirió que gestionaran también el apoyo de la CEAIV, pero en este organismo le indicaron que acudiera al SUEG. “Ellos ya nos atienden y ha sido un servicio muy bueno. Es importante decirlo, no todo ha sido negro y gris; hemos tenido muy buen contacto con personas en instituciones que sí han respondido”.
Mientras tanto, para otras víctimas de esta familia -las hijas de Celeste- deben gestionarse también algunos apoyos como la terapia psicológica, que inicialmente recibían con personal de la Fiscalía y que debió interrumpirse para pasar a ser responsabilidad del DIF municipal, lo que de entrada afectó a las niñas.
Por otra parte, a la madre de Celeste y a su hermana las canalizaron al Instituto de las Mujeres Guanajuatenses para que recibieran también atención con terapia psicológica, la cual se vio interrumpida en diciembre pasado.
“Fue buena, pero es muy desafortunado y una pena que las víctimas seamos víctimas también de la reducción de presupuesto o de personal, porque nos quedamos sin atención, porque a las psicólogas no les renovaron su contrato, o las corrieron. No sé qué pasó, desde diciembre del año pasado no tenemos atención; me he comunicado y no me han regresado la llamada”, fue lo que en esta parte relató Fabiola Nava.
Un papel que la familia sigue sin entender es el de la Procuraduría Estatal de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes (PEPNNA). “En la UNAIM me dicen que esta instancia tiene la representación de las niñas; en el DIF me dicen que no, que la tengo yo… nadie sabe, pero de todos modos, he pedido a la procuraduría que intervenga, que me acompañe a la Fiscalía ante la UNAIM y me dicen: no, vaya usted sola”.
-Esto no ha terminado, ¿Qué sabor de boca tienes?
-Amargo, muy cansado, es un sentimiento de: chingada madre, si no me levanto diario no pasa nada. Tengo que estar insistiendo e insistiendo porque si no, nada se mueve; si no, entonces se vuelve cierto lo que me dijo un funcionario del DIF: el caso es un número más. Hay un maltrato institucional, maltrato y oportunismo de quien se dice que va a hablar por Celeste.
Y es que, en este punto, Fabiola también reclama que buscó el apoyo del Observatorio Nacional del Feminicidio y de Iovana Rocha Cano, con quien sostuvo una entrevista en la que ésta le ofreció que el organismo podría visibilizar el caso y apoyarla ante algunas instancias locales, lo que nunca se concretó.
“Íbamos a tener una segunda reunión, yo me comunico con el Observatorio Nacional y me dicen: no podemos hacer nada si no tenemos un intermediario, que no tenemos ese alcance y que la única institución con la que tienen contacto es Alerta Violeta, una AC de la que es parte Iovana. Y ella me cancela la cita y me deja tirada, con la impresión de que usó el caso para lucirse, para ganar likes”, expresa Fabiola.
“Le cortaron las alas”

Al haberse resuelto un juicio de interdicción -que autoriza a un juez familiar a otorgarle un tutor o representante a una persona mayor de edad que sufre de una discapacidad física o mental, como es el caso de Celeste- Fabiola ha quedado como su representante.
“Ya soy la asistente, tengo una lista de responsabilidades u obligaciones que hacer y cuentas que dar a la juez. Es triste, porque dices: Celeste pasó de ser una persona brillante, una investigadora en apogeo, en crecimiento, a ser una persona discapacitada. Legalmente es ahora eso, necesita ayuda para todo, no hay nada que ella pueda hacer más que respirar”, aunque los primeros meses después de que intentaron matarla, necesitó de ayuda también para eso.
Una mujer amante de los rompecabezas, con toda una actividad profesional desplegada en diversos ámbitos, además de la maternidad: profesora e investigadora de la Universidad de Guanajuato Universidad de Guanajuato y de la ENES de la UNAM en León; vicepresidenta del Colegio Nacional de Turismólogos Guanajuato, integrante de la Academia Mexicana de Investigación Turística (AMIT) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores CONACYT, forman parte de la vida profesional de Celeste hasta el 28 de octubre de 2020.
Fabiola describe así a su hermana:
“Es una persona muy respetuosa, amistosa, un ser que sabe querer, que sabe dar, es una persona en quien puedes confiar, apoyarte y sabes que estás a salvo, una persona entregada. Profesionalmente una mujer inteligente, brillante, gran capacidad para pensar y reflexionar; le gusta mucho armar rompecabezas, tiene la capacidad de ver la foto completa”, pronuncia, resistiéndose a ver el presente de la vida de Celeste.
“Tenía bastantes ideales en su vida personal, de pareja, siempre creyó que era posible que la situación cambiara, que algún día David iba a recapacitar y a cambiar. Le puso todas las ganas a esa relación. Le dije en más de una ocasión que estaba construyendo castillos en el aire; me dijo ‘pero son mis castillos, déjame con estos castillos’. Le apostó a esa relación”.
Ahora, aunque para instituciones el caso de Celeste sea uno más o un número, para su familia hay un nombre y apellidos y su historia tiene mucho qué enseñar.
“Si Celeste estuviera en forma de poder opinar diría: sí, que se sepa para que no te pase lo mismo, para que pongas atención, para que cualquier mínimo gesto de violencia no lo dejes pasar, lo llames como tal, que no tengas miedo de hablar con tus amigas”.
Un recuerdo muy significativo que tiene es de un 22 de octubre de 2016, día del cumpleaños de Celeste, en que le regaló un rompecabezas de Frida Kahlo de mil piezas, con la frase “pies, para que los quiero, si tengo alas para volar”.
Celeste comenzó a armar ese rompecabezas hasta mayo de 2020, justo cuando comenzó con el divorcio de David por la violencia que vivía “de la que nadie tenía la película completa, ni sus amigas ni nosotras, porque ahora que hemos estado preguntando, contaba un poco a una y a otras y era totalmente reservada en su ámbito profesional. Hasta mayo de 2020 ella tomó la decisión y el tiempo para armar ese rompecabezas, lo termina unos días antes de la tragedia”.
Así concluye Fabiola:
“Ella terminó de armar su rompecabezas. Pero le cortaron las alas”.
26 de abril de 2022, 11:21
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