En medio de la incertidumbre que ha generado el anuncio de la Universidad de Guanajuato sobre el regreso a clases de manera virtual, surgen cuestionamientos no solo del alumnado, sino de la plantilla de docentes por las complicaciones de los procesos de enseñanza-aprendizaje a distancia.

¿Cómo y cuándo podrán presentar examen los aspirantes a nuevo ingreso? ¿Qué pasará con los programas educativos donde las prácticas y los laboratorios son imprescindibles? ¿Se pagará inscripción completa? ¿Qué pasará con las prácticas profesionales y el servicio social?, son algunos de los cientos de cuestionamientos que se hacen estudiantes en la publicación del comunicado que hizo la UG en el perfil de Facebook.

Con la curva ascendente de contagios por COVID-19, la comunidad estudiantil de la Universidad de Guanajuato tendrá que volverá a las actividades académicas de manera virtual a partir del 17 de agosto.

La institución educativa emitió un comunicado dirigido a la comunidad universitaria en el que se confirma que las clases para el semestre agosto-diciembre serán virtuales, incluidas las actividades de laboratorio, las actividades de investigación y de extensión.

La Universidad de Guanajuato también dejó abierta la posibilidad de que en los próximos meses pudieran reanudarse las actividades presenciales de manera gradual. “Solo en el caso de que las condiciones lo permitan”.

El anuncio dejó a estudiantes foráneos en la incertidumbre, porque al existir la posibilidad de regresar a tomar clases presenciales tendrían que seguir pagando la renta del lugar donde viven, pero con las complicaciones económicas que ha dejado la pandemia no resulta opción para todos.

En redes sociales algunos estudiantes ya se pronunciaron por solicitar la baja temporal de la Universidad de Guanajuato, para regresar el próximo semestre, a la espera de que se reanuden las clases presenciales.

#BájameLaInscripciónUG

Tras el anuncio de que el año podría terminar con clases en línea, estudiantes de la Universidad de Guanajuato comenzaron a promover una iniciativa para que la institución baje la cuota de inscripción al semestre.

Con el uso del hashtag #BájameLaInscripciónUG estudiantes comparten mensajes en redes sociales donde recuerdan que la pandemia y la violencia en el estado han traído problemas económicos a las familias, por la suspensión de actividades y la pérdida de empleos.

A los problemas económicos que ha acarreado la pandemia se suma que hay estudiantes becados que no han podido cobrar el apoyo. En un testimonio para POPLab, un alumno mencionó que al iniciar la segunda semana de julio todavía no le pagan la beca de junio.

El costo de inscripción semestral a un programa educativo de nivel superior es de aproximadamente 2 mil pesos. La condonación para algunos y prórrogas para el pago a otros no tiene conformes a alumnos de la institución.

Además, han pedido a la Universidad de Guanajuato que comiencen a acondicionarse las bibliotecas, laboratorios y centros de cómputo para que puedan ser utilizados por la comunidad estudiantil.

En redes, reclamaron que mientras negocios como bares y restaurantes comienzan a tomar medidas sanitarias para tener de regreso a los clientes, en la Universidad no se tengan contemplados protocolos que permitan abrir espacios para el desarrollo y formación de los estudiantes.

Incluso, no descartaron que pudiera implementarse un sistema semipresencial con grupos pequeños habilitados en las diferentes sedes que tiene la Universidad de Guanajuato.

Clases en línea, cúmulo de malas experiencias

Problemas económicos, familiares y la experiencia de profesores poco comprometidos con las clases en línea, llevan a estudiantes a analizar la posibilidad de la baja temporal para el semestre que está por iniciar.

Consultados por POPLab, estudiantes de diferentes programas educativos de la UG coincidieron en que las clases en línea no son la opción para seguir con el programa de estudios.

Las deficiencias en las clases que imparten profesores, la falta de conectividad de todo el estudiantado y obligados a tomar clases prácticas de laboratorio a través de una computadora, son los factores por los que los alumnos no están de acuerdo con continuar solo con clases virtuales.

Con la experiencia que dejaron las clases virtuales a partir de marzo, hay estudiantes que aseguran existen múltiples deficiencias.

“Este semestre para mi nadie aprendió nada. La UG tiene un problema, todos los maestros saben de la materia, pero no todos saben compartir el conocimiento”, comentó una estudiante de Derecho.

“Hay algunos (profesores) que en presenciales no saben dar clases, menos en línea. No había tiempo para hacer preguntas”.

También está la experiencia de los estudiantes que tiene aprobada una materia, sin que el profesor diera una sola clase en línea desde el momento en que se decretó que no había condiciones para regresar a las aulas.

“Algunos se esfuerzan por la clase en línea, muchos maestros no daban clase, nunca dieron clases”, compartió un estudiante de la División de Política y Gobierno de la UG.

“El hecho de elegir una Universidad presencial no fue al azar, pues no creo en los sistemas de aprendizaje exprés o distancial, y durante la cuarentena del semestre anterior ese fue el servicio que recibí por parte de mis profesores. Una carga injustificada de archivos que se debían revisar, abandono total del grupo”.

Una estudiante de la División de Ciencias Sociales y Humanidades del campus León, mencionó que, como foránea, tiene que trabajar los fines de semana para poder pagar la renta de la casa en la que vive, con la modalidad de clases a distancia podría regresar a su poblado, pero el problema es la conexión a internet.

“Allá la conexión no es buena. El hecho de no trasladarse a un plantel educativo automáticamente se traduce en un ‘no está estudiando’ (para mis padres), así que se me asignan tareas de la casa durante el día y que no me la pase ‘metida en facebook’”.

La pandemia trajo pérdidas de empleo que ahora obligarían a estudiantes a interrumpir sus estudios.

“La conexión la tengo gracias a mi vecino, yo no puedo pagarla y mi mamá y mi papá no tienen empleo ahorita, a veces se va por un rato (la conexión) pero pues no sé si se deba a que no lo tengo instalado aquí en la casa”.

Otra de las grandes preocupaciones del alumnado es que las clases de laboratorio seguirán a distancia, en línea, y tal vez, podrían reprogramarse algunas sesiones como medida de “recuperación”.

Profesores sin insumos

La decisión de mantener a distancia las clases no solo afecta a los alumnos, sino también desde los docentes, que carecen de equipos tecnológicos para poder cumplir con los horarios.

Aunque las clases a distancia comenzaron desde marzo, a la fecha la UG no ha preguntado ni a estudiantes ni a profesores cómo funciona la medida de las clases en línea.

“Estoy angustiada, esa es la palabra, a ninguno de los profesores nos preguntaron si contábamos con las herramientas para dar clases virtuales, conectividad, computadora”.

Si bien la UG ha ofrecido cursos para profesores, no se les ha preguntado cómo están los alumnos, si hay estudiantes que no han podido cursar su materia a distancia.

“Les di clases por teléfono, no están tomando en cuenta, paquete de datos adicional, comprar un equipo adecuado”, comentó un profesor del campus Guanajuato.

Maestros coincidieron en que no existe planeación por parte de la institución, porque mientras hay equipo de cómputo sin utilizar en los centros de la Universidad, afuera están profesores y estudiantes que no cuentan con una computadora para las clases en línea.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que inició la contingencia? ¿Qué ha mejorado?, son preguntas que desde la parte académica ha surgido para las autoridades universitarias.

Comunicado

A mes y medio de que inicien las clases del semestre agosto-diciembre, la Universidad de Guanajuato confirmó que el semestre tendrá que arrancar con clases en línea, con la posibilidad de que regresen a las aulas de manera gradual si las condiciones sanitarias lo permiten.

En el comunicado firmado por los rectores de campus, el director del Colegio de Nivel Medio Superior y el rector general, anunció dos cursos de capacitación para el uso de herramientas tecnológicas que van dirigidos a los estudiantes, profesores y personal administrativo.

En cuanto a los exámenes de admisión algunos serán presenciales y otros tantos de manera virtual, aunque todavía no se ha confirmado qué programas tendrán cada modalidad.

De acuerdo con el calendario ya publicado por la UG, los exámenes de admisión se realizarán del 27 de julio al 1 de agosto. Los resultados saldrán publicados el 8 de agosto y el inicio de clases el 17 de agosto.