El rechazo al proyecto del acueducto Solís-León se extiende en la región sur de la entidad que se evidenció con una marcha que reunió a más de tres mil personas. También se sumó la voz del obispo Raúl Vera López, quien llamó a la sociedad civil de Acámbaro y a las poblaciones de los Altos de Jalisco a defender el territorio y el agua. Mientras, el Gobierno del Estado intenta convencer de que el proyecto no generará daños al medio ambiente ni afectaciones a las concesiones de agua para productores ni al suministro humano. El secretario de Gobierno, Jorge Jiménez Lona informó que ya hay Manifestación de Impacto Ambiental, trámite indispensable para obras de este tipo. 

Productores agrícolas del Módulo de Riego de Acámbaro han dado a conocer el convenio de colaboración para la tecnificación del riego en el Distrito 011, firmado el primero de marzo en Irapuato, en el que se afirma que los usuarios del agua dieron su anuencia para la firma del acuerdo tras consulta, y con ello avalan la implementación de sistemas de riego por goteo en los módulos de Acámbaro y La Purísima.

Durante el programa “Conectando con la Gente”, la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo sostuvo que el agua que se aprovechará no será de la presa, sino el recurso que se ahorre con la tecnificación. Dijo que Guanajuato es el único estado en todo el país que tiene tres proyectos en materia hídrica, los cuales están incluidos en el Programa Hídrico Nacional y forman parte del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y a la Sustentabilidad.

Se trata de la tecnificación del Distrito de Riego 011, que incluye los módulos de Acámbaro, Salvatierra, Jaral, Valle, Cortazar, Salamanca, Irapuato, Abasolo, Huanímaro, Corralejo y La Purísima, además de la construcción del acueducto Solís-León y el saneamiento del río Lerma.

“Son proyectos que no son solamente del estado, son proyectos que básicamente ha impulsado la federación y a los que nos hemos sumado”, sostuvo Libia García durante el programa en vivo que se transmite por redes sociales, en donde también presentó un micrositio en donde se proporciona información sobre el tema. 

Las afirmaciones surgieron después de una marcha en la que más de tres mil personas se congregaron el domingo pasado en el barrio de La Soledad, en el centro de Acámbaro, en uno de los puntos más antiguos de la ciudad. Unas horas después el obispo Raúl Vera dio a conocer públicamente su oposición rotunda al proyecto, como una muestra de apoyo a la ciudadanía.

“Expreso mi absoluta oposición a la construcción del acueducto, uniéndome a la exigencia del pueblo que legítimamente levanta la voz. Incluyó también a las y los habitantes de los pueblos del Lago de Chapala, quienes desde su experiencia y amor por la tierra advierten las consecuencias de este nuevo intento de despojo”, afirmó en su postura pública, dada a conocer en redes sociales.

Activistas de distintos municipios sostienen que las movilizaciones ya no están relacionadas con la falta de información sobre la obra, sino que pretenden posicionar una negativa definitiva a que el proyecto se realice.

Multitudes dicen “no al acueducto”

Miles de personas llenaron las calles principales de Acámbaro. Productores agrícolas, familias y activistas se movilizaron este domingo para dejar claro el firme rechazo al proyecto hídrico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del Gobierno del Estado de Guanajuato.

Durante el recorrido por la ciudad, los manifestantes gritaron consignas como “Solís no se vende, el agua se defiende” y, al concluir la caminata, entonaron el Himno Nacional. Los integrantes del Movimiento por la Defensa del Agua dieron a conocer ese día el convenio que firmaron integrantes de los módulos con el Gobierno Federal y el Estado para la cesión de agua.

El documento refiere la conformidad de los 11 módulos, acordada con los integrantes de los consejos directivos —presidentes, secretarios y tesoreros de cada organización civil—, aunque se ha denunciado la falta de consulta. También se señala que el acuerdo establece que el presupuesto para tecnificación está supeditado a la disponibilidad y que las parcelas mayores a 35 hectáreas no serán susceptibles de recibir apoyos, sino únicamente financiamientos.

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Un día después de la marcha, el mensaje del obispo emérito de Saltillo, Raúl Vera López, reforzó el movimiento. En una carta pública difundida en redes sociales, el prelado —originario de Acámbaro y reconocido por su compromiso con las causas sociales— emitió una postura de rechazo al proyecto.

“Con el Acueducto Solís-León se pretende suplir el agua que nunca llegó de la presa El Zapotillo, proyecto que amenazó la existencia de tres comunidades de Jalisco: Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Esas poblaciones continúan su proceso de reestructuración tras la traición y el miedo que sembraron las autoridades. Ahora, bajo una nueva promesa, se proyecta un acueducto que recorrería Celaya, Salamanca, Irapuato, Silao y León, asegurando —según dicen— dejar agua en cada ciudad por donde pase”.

“Detrás de esas palabras se oculta un grave peligro: el desvío de 120 millones de metros cúbicos de agua al año, que pondría en riesgo el caudal que alimenta al Lago de Chapala y, con ello, la viabilidad misma del ecosistema que da vida a miles de familias”, puntualizó el sacerdote.

Vera López lamentó la falta de información sobre el tema, razón por la cual campesinos de la región fueron los últimos en enterarse del proyecto. “Son el hilo más delgado de la voracidad político-empresarial que se apropia de los recursos de las comunidades, mientras las decisiones se toman desde las cúpulas del poder”, denunció.

El obispo también señaló que en la región se ha consolidado “una alianza entre el poder político y económico que ha hecho de la naturaleza un instrumento de dominio y lucro”, y calificó el proyecto como una expresión del modelo neoliberal “que subordina la vida al beneficio privado”.

“Como ha sucedido en otras regiones de México, el agua no será para la gente, sino para las industrias y los grandes capitales. Cuando se trata al agua como mercancía y no como derecho, se comete una injusticia, un crimen ecológico y un pecado contra la vida”, subrayó.

En este sentido, exhortó a la sociedad civil de Acámbaro y de las comunidades involucradas a resistir, mantenerse unidas, organizadas, informadas y vigilantes, para no permitir que el agua se negocie; pero también llamó a las autoridades a detener las obras y escuchar las inconformidades sociales.

“Las políticas que afecten los derechos de las personas y de la naturaleza nunca más deben imponerse sin consulta popular, participación ciudadana y transparencia. No puede hablarse de progreso cuando, con el pretexto de saciar la sed de los pueblos, se alimenta la avaricia de unos cuantos poderosos. Nuestra oposición no es al derecho humano al agua, sino al uso injusto y deshonesto del agua, que despoja a los más pobres para beneficiar a quienes ya concentran la riqueza”, concluyó.

La marcha en la ciudad y el posicionamiento del sacerdote coincidieron con otras actividades realizadas por colectivos que trabajan en la preservación del medio ambiente y por activistas independientes.

Rodrigo Medina, antropólogo y activista, explicó que por la mañana se realizó una caminata en la presa Solís, convocada por un grupo de ecoturismo denominado Ak Extrem, el cual ha trabajado de manera permanente con comunidades vinculadas al embalse.

“En esta actividad, que se llamó Camina la presa, participamos otras personas, por ejemplo yo, dando una explicación histórica sobre la relación que ha tenido el sureste del estado de Guanajuato con el agua desde el período prehispánico hasta la construcción de la presa, e intercambiamos puntos de vista —especialmente con mujeres pescadoras de Santa Inés— sobre cómo fue la violencia con la que se despojó a las 22 comunidades que quedaron inundadas por la presa”, detalló el antropólogo.

Describió también que en la ribera de la presa se colocó un letrero gigante con la leyenda “No al acueducto”. En esta reunión participaron alrededor de 150 personas.

Respaldo unánime al movimiento social 

En otros momentos, la ciudadanía acambarense no se ha caracterizado por su activismo político. “Normalmente, cuando se convocan a otras marchas o actos políticos, la gente no acude tanto”, consideró el antropólogo Rodrigo Medina. Sin embargo, aseguró que la defensa del agua ha unificado un interés común.

“Se hace patente algo que ya se había visto en redes sociales: en redes era explícito el descontento de la gente, el rechazo contra el proyecto del acueducto, pero ahora se hizo visible con la corporeidad de la gente en las calles, gritando consignas contra el acueducto y, sobre todo, pidiendo que se escuche su voz”, agregó.

Dijo que, en medios de comunicación, se ha difundido que el objetivo de las movilizaciones es la solicitud de información, aunque realmente lo que la ciudadanía pide es que se detenga la obra y que se busquen otras opciones.

El Observatorio Acambarense por los Derechos Humanos también manifestó su apoyo a la postura ciudadana de que no se realice el acueducto. El observatorio forma parte de la Asociación de Líderes y Organizaciones Sociales en Defensa de los Derechos del Agua en Acámbaro y la región sureste de Guanajuato, explicó Juan Manuel Ayala.

Como representante de la organización, aseguró que hay un rechazo unánime a la obra por considerarla criminal y porque podría generar afectaciones a las vidas presentes y futuras de las poblaciones del sureste de Guanajuato.

“Yo, en la historia de vida que tengo, jamás había visto ese rechazo unánime hacia alguna cuestión de carácter público o de cualquier otro tipo. Literalmente, la gente de todos los rincones de los municipios del sureste de Guanajuato —amas de casa, niñas, niños, jóvenes, agricultores, pescadores— todos están en contra”, mencionó.

El exalcalde de Jerécuaro, Luis Alberto Mondragón Vega, quien también se ha unido a las movilizaciones en Acámbaro, lamentó la falta de información con la que se manejó el proyecto desde su inicio y el olvido en que, desde los gobiernos, se ha mantenido a la zona sureste del estado; razones que, dijo, han generado el descontento social.

“Es una zona totalmente olvidada por los gobiernos estatales, totalmente aislada y marginada en todos los aspectos, tanto económicos como, incluso, de obras trascendentales”, destacó.

Además, subrayó las preocupaciones relacionadas con las filtraciones de agua que dejaría de recibir la zona de la presa al entubarse el agua, lo que tendría repercusiones en los mantos acuíferos y en la disponibilidad de agua subterránea, es decir, en los pozos de la zona.

“Y eso impactaría las pocas oportunidades de empleo que tenemos nosotros. Hablamos del tema de los pescadores que sobreviven de la presa, básicamente de toda la región de Tarandacuao, Jerécuaro y Acámbaro. Entonces, es un impacto económico muy severo. Acá no tenemos industrias, no tenemos empresas, no tenemos ningún otro empleo; el único empleo que tenemos es el campo, es la pesca, y que pueda llegar a ser afectado provoca incertidumbre”, recalcó. 

Gobierno defiende el acueducto; promete que el agua será para uso urbano

La gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo sostuvo que la vocación rural de Guanajuato se ha modificado con el tiempo y que ahora las ciudades ocupan mayor espacio y tienen mayores demandas de agua, por lo que dijo que la necesidad de promover proyectos de abasto para la ciudadanía es esencial.

“Hoy podríamos decir: nosotros no generamos este proyecto del acueducto, nosotros no nos metemos ahí o generamos otro tipo de proyectos, pero lo que dejemos de hacer estos seis años va a tener una repercusión muy importante en las futuras generaciones… Hoy tenemos poblaciones en el estado, comunidades que no tienen agua. Tenemos que ser muy responsables y hacer lo que nos toca hacer hoy día”, expresó.

Durante el programa Conectando con la gente, estuvo acompañada por el secretario del Agua y Medio Ambiente, José Lara Lona; la secretaria del Campo, Marisol Suárez Correa, y el secretario de Gobierno, Jorge Jiménez Lona.

Cada uno de ellos presentó explicaciones sobre el proyecto y sus bondades. Lara Lona detalló, por ejemplo, el proyecto de saneamiento que se tiene previsto para el río Lerma, el cual ha arrancado este año con un diagnóstico sobre las condiciones del afluente para planear las obras de infraestructura necesarias para su limpieza.

Marisol Suárez, secretaria del Campo, confirmó que la tecnificación contempla el revestimiento de canales con cemento para evitar la filtración profunda de agua, con lo que se pretende ahorrar el 30 % del recurso.

“En la tecnificación parcelaria, con sistemas modernos donde se ahorra mucha agua, como el riego por goteo o por aspersión, incluso el riego por compuertas —que es el más sencillo y menos tecnificado—, también se ahorra mucho, porque el agua va conducida por tubería y se evita la filtración. Hay muchos ahorros”, declaró.

Aunque el convenio firmado en marzo con la Conagua solo refiere el sistema de riego por goteo en un anexo, se dijo que hay ocho modelos que se podrían establecer para el ahorro de agua, por lo que no se impondría alguno de ellos a los productores. “Cada agricultor elegiría el que mejor le convenga”, precisó.

Se establece que se subsidiará a agricultores de acuerdo con la disponibilidad presupuestal prevista en 6 mil 400 millones de pesos y que las parcelas menores a ocho hectáreas recibirán apoyo de forma gratuita. Por encima de esa extensión, serán candidatos a financiamiento y también se ofrecerán capacitaciones.

En este punto, la gobernadora intervino para referir que el agua que se ahorraría con la tecnificación de 10 mil hectáreas en el distrito de riego 011 —alrededor de 120 millones de metros cúbicos— es la que se pretende utilizar para apoyar el suministro de León y otras ciudades del corredor industrial.

“Hay que decirlo de manera muy clara: lo que se va a llevar del acueducto no va a ser de manera inmediata. Es decir, no es que se vaya a tomar de la presa Solís y se vaya a llevar; por eso se comenzó primero con la tecnificación, porque se visualiza que esa sea el agua que se lleve a través del acueducto Solís”, resaltó.

El secretario del Agua subrayó que el modelo de gobernanza de las cuencas, establecido en un decreto presidencial, es lo que permite afirmar que la obra no generará afectaciones para los municipios, porque en la cuenca Lerma-Chapala están distribuidos los volúmenes de agua. Conviven en esta cuenca cinco estados: Estado de México, Michoacán, Querétaro, Jalisco y Guanajuato; y, a través de fórmulas matemáticas establecidas desde 2004, hay dotaciones para 26 usuarios de la cuenca.

Detalló que, a través de esos mismos acuerdos, se determina que cuando no haya agua por falta de lluvias, la dotación es proporcional tanto para el acueducto como para el distrito de riego, que es uno de los usuarios que recibe mayor cantidad de agua de la cuenca. Aclaró que el agua para uso urbano en Acámbaro no proviene de la presa, sino de los pozos.

Otra de las explicaciones que se mencionó fue que, al utilizarse aguas superficiales, se dejarían de extraer recursos subterráneos, lo que podría beneficiar a los mantos acuíferos de la región y apoyar su recuperación, pues en Guanajuato actualmente se extrae agua de un promedio de 250 metros de profundidad.

Descarta Conagua daños ambientales; dice secretario de Gobierno 

El secretario de Gobierno informó sobre reuniones realizadas con los ayuntamientos de los municipios involucrados en el proyecto los días jueves y viernes de la semana pasada. Dijo que se aclaró que el agua no se destinará a la industria, pues está establecido en el convenio firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que el recurso debe aplicarse para uso público urbano.

Expuso que se estima que con la tecnificación los ahorros podrían alcanzar alrededor de 300 millones de metros cúbicos, y que lo que se enviaría a los municipios del corredor sería solo 120 millones de metros cúbicos; es decir, quedaría un excedente de 180 millones de metros cúbicos, en un escenario de lluvia abundante.

Jiménez Lona afirmó que Conagua descartó daños al medio ambiente y dijo que ya existe una Manifestación de Impacto Ambiental de la obra, la cual está siendo realizada por personal del Ejército Mexicano. Este trámite lo otorga la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), otra instancia federal.

Añadió que, con el convenio, se establecen responsabilidades de cuidado del agua para los municipios beneficiarios, como la implementación de obras para su uso eficiente. “Estos proyectos traen beneficios exclusivamente; no localizamos puntos de riesgo ni afectaciones”, aseguró.

Durante la transmisión del programa surgieron comentarios de rechazo al proyecto, por la falta de información que mantuvo el gobierno desde la firma del convenio hasta hace algunas semanas, los posibles efectos ambientales de la obra y la ausencia de la gobernadora —como liderazgo de la administración estatal— para escuchar de manera directa las voces de la ciudadanía en Acámbaro.

En el micrositio Agua para la gente se encuentra un mapeo del recorrido de la obra, comparativas sobre ahorro y volúmenes de agua, preguntas frecuentes, entre otros datos.

Por otro lado, en una entrevista relacionada con el proyecto Solís-León, la alcaldesa de esta última ciudad, Alejandra Gutiérrez Campos, dijo que el municipio tiene avances en torno al tema y cuenta con un equipo preparado para trabajar.