La Universidad de Guanajuato intentó ocultar las malas condiciones de la Escuela de Nivel Medio Superior de Silao, la Prepa Oficial, tras una inundación provocada por aguas negras que afectó patios, pasillos y áreas comunes el viernes 22. Padres y alumnos denunciaron que la institución minimizó el impacto del incidente y que, en lugar de informar de manera oficial, la comunidad se enteró del alcance real del daño a través de fotografías filtradas que circularon en redes sociales.

Padres y madres de familia señalan que la inundación evidenció la falta de mantenimiento en baños, alcantarillado y mobiliario, además de la deficiente comunicación de las autoridades universitarias que no ofrecieron un canal de información para los padres ni soluciones académicas suficientes para que la institución no viera afectadas sus actividades académicas.

La inundación. 

El viernes 22 de agosto, poco después del mediodía, las alcantarillas del patio de la Escuela de Nivel Medio Superior de Silao comenzaron a expulsar aguas negras. El líquido corrió por pasillos y jardineras. La dirección suspendió de inmediato las clases, aunque todavía quedaban varias horas de jornada, y envió a los alumnos a casa.

El lunes 25 de agosto, un correo electrónico notificó a los alumnos que las actividades presenciales se posponían hasta el 1 de septiembre, debido a “dificultades derivadas de las condiciones climáticas”  y que, mientras tanto, las clases se realizarán en línea. 

La gravedad del episodio, sin embargo, no se conoció por los canales oficiales: fue hasta el martes 26 cuando circularon fotografías del interior inundado que encendieron la preocupación entre padres y estudiantes.

Aunque la versión oficial de la UG atribuye el incidente a las lluvias, para padres y alumnos la inundación no fue más que la prueba del abandono: un plantel con años de deterioro y sin el mantenimiento necesario.

“Todo está en mal estado, desde los baños hasta las canchas. El auditorio ya estaba lleno de butacas rotas. Ahora ni siquiera podemos usar lo poco que tenemos porque todo sigue cerrado”, comentó un estudiante de último año. 

“Antes de la inundación fuerte, solo con las lluvias mi hijo tenía que dar toda la vuelta a la prepa para salir porque los baños y pasillos se inundaban. No se podía pasar”, afirmó una madre de familia. 

También se cuestionó el papel de las autoridades municipales, particularmente de la alcaldesa Melanie Murillo —exalumna del plantel—, quien apenas el 4 de agosto, durante la ceremonia por el 50 aniversario de la Preparatoria, aseguró estar trabajando en favor de la institución en coordinación con la Universidad de Guanajuato.

El 27 de agosto, cuando POPLab acudió a la preparatoria, los guardias negaron el acceso a los reporteros con el argumento de que solo podía ingresar “personal de sanitización”. Sin embargo, el medio constató que a personal administrativo y a algunos alumnos sí se les permitió entrar.

Las Quejas.

POPLab entrevistó a un grupo de padres y madres de familia inconformes con el proceder de las autoridades de la Universidad de Guanajuato ante este incidente; pidieron mantener el anonimato por temor a que haya represalias para sus hijos.

“Es incómodo y frustrante, nunca ha habido un canal de comunicación oficial. Nos enteramos de la gravedad por fotos que circularon en medios, no por la escuela” 

La madre de familia recordó que no es la primera vez que padres de familia reclaman opacidad: En meses anteriores habían solicitado reuniones con directivos por temas de acoso, dentro del plantel, sin obtener respuesta.

“No estamos enterados oficialmente de nada. Todo lo sabemos porque mi hijo nos dice o por lo que vemos en Facebook. A los padres nunca nos avisaron.” Dijo otra madre de familia. 

El malestar se amplifica porque, según los testimonios, al comenzar la inundación no estaba lloviendo, el agua brotó directamente de las alcantarillas internas del plantel, lo que apuntaría más a una falla de mantenimiento que a un fenómeno meteorológico. 

“Ha llovido un chorro de veces con truenos y relámpagos, y nunca se había inundado así la prepa. Se nota clarito que es problema del drenaje; ¿desde cuándo no lo revisan?” Reprochó un padre de familia y ex alumno de la preparatoria. 

“No es lógico que se justifiquen con que el drenaje estaba mal. Tuvieron mes y medio de vacaciones para prevenirlo. No es una escuela privada, pero sí pagamos inscripciones y merecemos instalaciones seguras”, cerró una madre de familia. 

Las autoridades.

Apenas el 4 de agosto, semanas antes de la inundación, la alcaldesa de Silao, Melanie Murillo, encabezó junto con el director de la preparatoria, Cruz Alberto Gaona Contreras, una ceremonia por el 50 aniversario del plantel. En febrero, además, la misma alcaldesa había participado en una mesa con autoridades universitarias, incluyendo a la Rectora general de la Universidad de Guanajuato,Claudia Susana Gómez,  para supuestamente reforzar la “prevención de riesgos en el entorno escolar”. Sin embargo lo acordado en esa reunión no se hizo público. 

POPLab preguntó a la Universidad sobre la situación en la escuela y qué acciones ha tomado ante los problemas de la infraestructura, a lo que la responsable de atención a medios contestó que la inundación se debió a las lluvias y detalló acciones de limpieza: desazolve del auditorio, lavado de pasillos, fumigación contra el dengue y cloración de las cisternas, que se contaminaron con mezcla de agua potable y aguas negras. El mensaje incluyó la promesa de reanudar las clases presenciales el 1 de septiembre.

Entre tanto, los alumnos continúan a la deriva académica. Un estudiante relató que, en la modalidad virtual, apenas ha tenido dos clases completas en la semana: “Vienen los exámenes y no hemos visto nada. Una cosa es perder una materia teórica, pero en dibujo o cálculo necesito estar en la escuela. Así es imposible”.

El caso de Silao no es aislado. Es la segunda preparatoria oficial de la Universidad de Guanajuato que suspende actividades por problemas de infraestructura. El 11 de noviembre del año pasado, la Escuela de Nivel Medio Superior Centro Histórico de León (ENMSCHL), conocida como Prepa Nocturna, sufrió un incendio en su auditorio. 

Más que el siniestro, lo que preocupó a la comunidad fue la falta de comunicación de la UG, que solo informó a los alumnos por WhatsApp y decidió regresar al modelo virtual, a pesar de contar con otras instalaciones en la ciudad. La medida provocó molestia y desembocó en una manifestación estudiantil el 22 de febrero para exigir el regreso a clases presenciales y canales de comunicación más directos. 

Hasta hoy, la Prepa Nocturna permanece con las puertas cerradas y opera bajo un modelo híbrido ampliamente cuestionado por sus alumnos. A pesar de que un estudio normativo recomendó la demolición de parte del edificio por considerarlo estructuralmente inseguro, el destino de las instalaciones sigue siendo incierto. La propia rectora general de la Universidad de Guanajuato reconoció ante padres de familia que no hay recursos para llevar a cabo la demolición, ni a corto ni a mediano plazo, por lo que, aunque existe el dictamen técnico, la comunidad continúa sin una solución clara sobre el futuro del plantel.