Estimados lectores las últimas semanas les compartí reflexiones respecto a que en la mayoría de los casos en México y por supuesto en Aguascalientes, los problemas del sector agua, con esto me refiero a todos los subsectores, ya que no sólo es el uso público urbano, sino involucro también al agrícola e industrial, al ámbito de producción de servicios y el rubro ambiental, todos ellos quieren administrarse a través de boletines gubernamentales, que a fin de cuentas se le puede considerar como “malas prácticas”.

Aunado a lo anterior aparecen las declaraciones de figuras del denominado ámbito político que de alguna manera asumen ser expertos en los temas de agua, y lo digo en plural porque no hay experto que domine todos los temas, es amplio el espectro hídrico, hay quienes saben de servicios públicos, o bien de uso público urbano, pero dentro de este denominado subsector hay áreas específicas, como comercialización, medición, redes, alcantarillado, saneamiento etc. aún dentro de cada una de ellas existen especializaciones. Lo mismo acontece en el denominado subsector hidroagrícola.

La semana pasada un exalcalde de Aguascalientes apareció con unas declaraciones respecto al caso de MIAA, (Modelo Integral de Agua de Aguascalientes) que es el organismo operador que hace casi dos años sustituyó a la empresa Veolia o mejor dicho la empresa que durante 30 años tuvo la concesión de los servicios de agua (parcialmente) y digo parcialmente, porque el saneamiento no fue asumido.

Las declaraciones del exalcalde tienen cierta atención porque además de ser una figura histórica, por el hecho de haber sido el primer alcalde de origen no oficialista, es decir no fue candidato, ni pertenencia al PNR, PRM o PRI, sino al PAN, me refiero a Alfredo Reyes Velázquez, quien continúo teniendo posteriormente una trayectoria dentro de su partido, pero al ser el primer alcalde panista (1995) sin duda es parte de la historia política local.

Fuera de los señalamientos algunos o muchos infundados respecto a la novatez del alcalde y su equipo, sin duda, los hubo aquellos desatinados, incluso polémicos desde la censura a exposiciones fotográficas, (bueno con Martín Orozco lo hubo con respecto a una obra de Helguera, así como otras del exgobernador en las que con ridiculez e ignorancia posteo en torno a la polémica generada en la inauguración de los juegos olímpicos de Paris). Bueno volviendo con Alfredo Reyes, la polémica se dio con el tema de los servicios de agua, que son de competencia municipal, esto no lo debemos perder de vista, además se le recuerda por que en su administración se dio una extensión al título de concesión por diez años más, ya que originariamente era de 20 años y terminó siendo de 30 a la empresa prestadora de los servicios de agua.

Como ya advertí la semana pasada varios medios locales publicaron las declaraciones del exalcalde entre las que destaca: “Sin el apoyo del gobierno federal será muy difícil que MIAA pueda continuar otorgando el servicio del agua en el municipio capital, así lo aseguró el exalcalde panista de Aguascalientes, Alfredo Reyes Velázquez”. Pudiera parecer esta declaración cierta o falsa, pero vamos a decir que es imprecisa, en materia municipal es relevante saber que el Artículo 115 fracción III, de manera muy clara establece que los servicios públicos que ahí se plasman son de competencia exclusiva del municipio, de nadie más.

En el inciso a) de dicha fracción III, se describen y enumeran los servicios públicos de agua, de esa competencia municipal, desde 1999 con la reforma constitucional eso quedó claro, la redacción anterior hablaba de concurrencia entre los gobiernos estatales y municipios. Tener en claro este enramado nos lleva décadas atrás con el papel que desempeñaba el gobierno federal a través de la entonces SARH (Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos) que, tras su extinción por decreto presidencial, las funciones de agua pasarían a la recién creada Conagua.

Estimado lector, desde finales del siglo pasado, la responsabilidad de la función en la prestación de los servicios públicos de agua es totalmente municipal, ahí viene también parte de ese penoso desempeño que tienen casi la totalidad de organismos operadores municipales en la prestación de los servicios, por la precariedad e improvisación de quienes ocupan los cargos. Sin embargo, un párrafo más adelante, el propio 115 dispone que las entidades federativas con sus municipios pueden celebrar convenios para prestar dichos servicios. Ahí tenemos el caso de Aguas de Monterrey o SEAPAL Vallarta. Incluso se menciona la figura de prestar los servicios a través de un organismo intermunicipal. No dice que sea la federación.

Sin embargo, desde 1992 que se creó Conagua han existido diversos programas federalizados, lo cual si es función de dicha paraestatal, y nos encontramos los PROSSAPYs (Programa para la Sostenibilidad de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento en Comunidades Rurales, para poblaciones de hasta 2,500 habitantes), APAZU (Programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento en Zonas Urbanas, para localidades con más de 2,500 habitantes) a los anteriores se suman Agua limpia, maleza acuática, PROTAR  (Programa de Tratamiento de Aguas Residuales), PRODDER, ( Programa de Devolución de Derechos) etc. algunos no existen o a lo largo se han creado otros PROSANEAR, PROAGUA y otros que serán creados o extintos, el tiempo lo dirá.

Esos programas que enumere son la forma en que la federación participa, ¿Qué deben entonces hacer las autoridades municipales? La respuesta es fácil: proyectos, sin embargo, aquí existe otra realidad, no es tan sencillo hacer proyectos, cumplir los requisitos que implica un verdadero proyecto, así como el apoyo de las entidades federativas en la integración de la correspondiente “cartera de proyectos” además de su gestión ante la federación. Por supuesto, antes de ello existen los convenios de desarrollo social, convenios marco, Reglas de Operación por cumplir, etc.

Pero la realidad es que no todos los proyectos son factibles, varios son mal elaborados, porque se los dejan a los “empresarios consentidos del régimen” o a los funcionarios recién incorporados a las administraciones estatales o municipales en las áreas de agua, como resultado de esa mala práctica de pagar favores de campaña, ahí se cae todo.

Vale la pena mencionar que aparece otro vicio que afecta el desempeño y visión en las autoridades municipales, asumirse como expertos, no es mi intención descalificar pero el exalcalde Alfredo Reyes ha dicho que tuvo al mejor experto en agua en su administración, el Ing. Manuel Reed Segovia, estuvo a cargo del que se supone debió ser el ente regulador, es decir CCAPAMA, Manuel Reed, empresario del giro de la producción de hielo, pudiera entender que conocería el apartado de pozos, derechos de extracción, algunos de calidad del agua, pero eso dista mucho de ser experto, lo que primero debe plantearse uno, es: ¿De qué agua estamos hablando?, insisto servicios públicos de agua es otro universo, no basta con saber de pozos o hidráulica, no basta con conocer sólo de redes, porque olvidan la otra parte de un servicio público que es el usuario. El usuario continúa ignorado.

Pero a Manuel Reed, lo sucedieron otros profesionistas, algunos aprendieron, pero no llegaron sabiendo del sector agua, en específico servicios públicos. Pero el desconocimiento permitió que funcionarios de segundo nivel continuaran abusando de sus conocimientos y participaran en el tráfico de derechos de agua, formando parte de esa anarquía inmobiliaria disfrazada de desarrollo urbano.

También el exalcalde menciona lo siguiente: “Se requiere para poder cambiar las líneas de drenaje, hay 2 opciones, una que cambien la línea de drenaje porque no puede ser que se tenga una sola y por ahí va el agua negra y cuando llega una torrencial tormenta como la de ayer, pues no hay volúmenes que soporten los tubos que son diseñados exclusivamente para agua negra; entonces tendría que estar ya planeando, programando, presupuestando tener líneas de conducción exclusivamente para agua de lluvia”.

Otro de los problemas que se vive en la generación de indicadores, es confundir drenaje con alcantarillado, aquí lo he insistido, alcantarillado es la infraestructura para el alejamiento del agua residual, y drenaje puede ser cualquier espacio en el el agua se destinada, donde drene, pueden ser acequias, fosas sépticas, arroyos, etc, y como podrán ver amables lectores no es lo más sano ni recomendable. El exalcalde no se puede permitir hacer esos comentarios. Debe haber alcantarillado sanitario y alcantarillado pluvial, pero no es tan fácil, demanda claridad y estudios serios para el diseño e implementación, necesario sí, pero de que es simulación lo es también y mucho.

A casi dos años que se creó MIAA y entro en funciones, se visualiza un colapso presenta varios sesgos en modelos predictivos, redes de alcantarillado colapsadas, fugas, en la más simple luvia provocan inundaciones y daños al patrimonio de los ciudadanos, vienen los baches que también afectan el patrimonio en los vehículos y son riesgo en la circulación, pero hay algo oculto que son los socavones, no se tapan los baches a tiempo, ni los trabajos que realizan duran días y semanas en tapar, aumentan los tandeos, con lo cual se exhiben el fracaso de MIAA, y me atrevo a decir, y ¿La transparencia en lo financiero,? ¿Quién revisa el manejo financiero desde los orígenes, aplicación y destino? En conclusión, ni MIAA sabe lo que son los servicios de agua. al igual que los actores a nivel estatal y municipal que deben dirigir la política hídrica.

Aguascalientes, no es un gigante, es vulnerable, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL, 2022) reportó que el 34.4% de la población vive en situación de pobreza. Si falta agua, si se colapsa el alcantarillado y se generan inundaciones y afectan el patrimonio de los hogares, los automóviles, la mercancía de los comerciantes. La omisión de las autoridades y seguir hablando sin conocimiento que valga la pena. La amenaza crece y no se diga los socavones que pueden afectar no sólo calles, sino viviendas, incluso la vida de las personas está en juego. Esto es una amenaza que se tiene a la vuelta de la esquina.

Mis apreciables lectores, nos vemos la próxima semana, no olviden la importancia de emprender políticas y acciones que permitan que en México el agua nos alcance.

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