El luto envuelve una vez más al municipio de Salamanca, las familias de los cinco salmantinos asesinados lloran por sus hijos, hermanos, hermanas, padres y madres muertos en el ataque en el restaurante bar La Típica, que dejó 21 personas lesionadas el pasado 14 de marzo. Cinco días antes los habitantes recordaban a las 16 víctimas mortales que dejó el ataque al bar La Playa en 2019.

Las personas que murieron fueron identificadas como: Leonardo Ortiz García de 12 años de edad; Jorge Iván Méndez Leyva de 20 años; Dulce Giovanna Fernández Mosqueda de 26 años; Emmanuel Conejo García de 22 años de edad y la quinta víctima identificada como María Lourdes, quien presuntamente iba pasando por el frente del establecimiento cuando fue asesinada.

Noble y sonriente es como los amigos y compañeros de la pastoral juvenil del templo del Señor del Hospital recuerdan a Jorge Iván Méndez Leyva, tenía dos semanas trabajando de mesero en La Típica. Una bala le arrebató sus sueños y el deseo de titularse para conseguir un mejor trabajo y apoyar económicamente a su familia.

Fotografías de Edith Domínguez

Jorge Iván es el segundo estudiante universitario asesinado en una semana en Salamanca. La primera fue Nadia Verónica Rodríguez, estudiante de Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana de León, acribillada luego de dejar a una amiga en su hogar y regresaba a su casa en el camino a la comunidad La Ordeña el domingo 8 de marzo.

Además de la muerte de Jorge Iván, en otros cuatro hogares salmantinos lloran la pérdida de sus familiares que se encontraban divirtiéndose en el bar la Típica, algunos otros solo pasaban por el lugar cuando las balas les arrebataron la vida.

Juan Francisco Ortiz Paniagua padre de Leonardo Ortiz García de 12 años de edad, menor que falleció en el ataque, entre lágrimas rogaba a las autoridades que le entregaran los restos de su hijo para cremarlo, porque después del terror que vivieron la noche del 14 de marzo no buscaba a los culpables.

“Un padre no debe enterrar a su hijo, los hijos deben enterrar a sus padres”, reclamó Juan Francisco en un video difundido por redes sociales. Horas después, ya con el pronunciamiento del gobernador para intervenir en el caso, la Fiscalía General de Estado otorgó la autorización para que cremaran el cuerpo del menor de edad.

Despiden a Jorge Iván Méndez Leyva

Entre lágrimas y aplausos, familiares y amigos despidieron a Jorge Iván Méndez Leyva de 20 años de edad, estudiaba Sistemas Computacionales en la División de Ingenierías Campus Salamanca de la Universidad de Guanajuato. La mayoría vestía de blanco y cargaba en sus manos una rosa blanca.

Alejandro, compañero de Iván, lo conoció en el año 2014 cuando ingreso al grupo de la pastoral Betania del templo del Señor del Hospital. Recordó a Iván como una persona trabajadora, alegre, era el amigo quien siempre le daba una palmada a los demás para que no decayera el ánimo, si se distanciaba alguno del grupo era la persona que los unía.

“Siempre que estaba alguien un poco decaído, siempre iba con la persona, le brindaba el consejo, estaba al pendiente de cada uno de nosotros, incluso cuando no estábamos muy cercanos siempre él trataba de alguna forma de (jalarlos) otra vez”.

Iván era el hermano de en medio, entre dos hermanas a quien siempre cuidó, procuró y salía al frente por ellas. La aspiración que tenía el joven era “concluir su licenciatura, poder trabajar, apoyar a sus hermanas económicamente, a sus papás, a su familia, a su tía que siempre estuvo al pendiente de él”.

Carlos recordó que normalmente en el atrio del templo del señor del Hospital jugaban, platicaban, cantaban las alabanzas. El compañero explicó que la relación de Iván con sus padres “no era muy estrecha, era un poquito distante porque los dos trabajaban, estaban fuera de casa, quien estuvo pendiente fue su tía”.

El pasado sábado 14 de marzo, Iván no fue con el resto de sus compañeros al retiro espiritual de la pastoral juvenil del templo del Señor del Hospital porque tenía que trabajar en La Típica, bar ubicado en la avenida Faja de Oro; sin embargo, alrededor de las 21 horas los fuertes vientos ocasionaron que se fuera la energía eléctrica, al estar oscuro solo se escuchó una ráfaga, las balas asesinaron a Jorge Iván Méndez Leyva.

Sus amigos se enteraron cerca de la medianoche, cuando empezaron a llegar los mensajes de su muerte. La mañana del domingo confirmaron que lo velarían en la funeraria Latinoamericana, todos oraron.

Arman colecta

Al estar enterados que a la abuelita de Iván la sepultaron hace un mes y que la familia necesitaría el dinero, amigos organizaron una colecta junto con los sacerdotes, dinero que entregaron a la familia.

Jorge Iván también tenía el gusto por los animales y formó parte del voluntariado de la asociación no gubernamental, Salmantinos Asociados para la Protección de los Animales (SAPA), organización sin fines de lucro que busca promover la cultura de protección animal y ambiental.

Una ciudadana, Marisela, al saber la historia de trabajo y dedicación de Iván, decidió convocar a la sociedad para costear el funeral, ahí la solidaridad de los salmantinos se reflejó, algunos cooperaron con recursos y un ciudadano ofreció el servicio que tenía ya pagado en la funeraria.

Con 12 años, Leo se suma a las víctimas

Dos balas del ataque que fue perpetrado desde fuera del inmueble esa noche de sábado, hirieron en la cabeza a Leonardo Ortiz García de 12 años de edad, quien se encontraba a un costado de su padre Juan Francisco, que resultó con una herida en el brazo. Su hermano Juan Ángel de 13 años resultó lesionado en la espalda. Habían decidido retirarse del lugar porque ya era tarde, incluso Juan Francisco ya había pagado la cuenta, pero esperaban el baucher cuando se fue la luz y se dio el ataque, Leonardo falleció en el hospital.

“Un padre no debe enterrar a su hijo, los hijos deben enterrar a sus padres… no busco culpables”.

Juan Francisco, el padre del menor de edad, publicó un video en redes sociales apenas dos días depués del ataque, en el que solicitaba a la Fiscalía General de Guanajuato de Carlos Zamarripa o bien al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ayuda para que lo dejaran incinerar a su hijo. “No busco culpables”, repetía en el video que se hizo viral.

Fotografía Especial

“Algo pasó afuera que rafagearon el lugar, una querida amiga de la secundaria falleció y al lado de ella murió mi hijo Leonardo. Mi hijo tenía 12 años, mi otro hijo también está mal, pido a todos, necesito contacto con el procurador, algún senador, el presidente, si pudieran contactarme porque mi municipio no pudo ayudarme más, lo único que pido es que liberen el cuerpo de mi hijo para que lo pueda incinerar, pueda ir a casa con su familia, a mi hijo le daba miedo muchas cosas y estar enterrado solo en un panteón le va a dar pavor a mi bebé. Necesito que el ministerio público le dé la liberación para que su papá y su mamá lo podamos cremar”.

“No me permiten que lo incinere porque, según procedimientos, así como mi hijo, las demás víctimas son parte de una investigación porque fue homicidio, mi hijo es parte de una prueba, tiene 12 años. Nosotros no buscamos a los culpables, no buscamos nada, no tenemos nada en contra de nadie, puedo estar tranquilo porque no le debo nada a nadie, somos gente trabajadora, nos tocó estar en el lugar equivocado; el conflicto entre los cárteles son entre los cárteles, nos tocó estar en un daño colateral”.

Siguió: “no me interesa participar en ninguna investigación, no puse denuncia, después que le hicieron la necropsia si ya estaba muy herido el cuerpo de mi hijo me lo entregaron peor…nos tocaron a todos en general, los primeros disparos terminaron con la vida de mi hijo y de mi amiga. La atención fue inmediata, rápida, oportuna, los medios y enfermeras hicieron lo necesario pero no se podía más porque tenía dos ojivas en la cabeza, lo intentaron reanimar pero no lo logró, mi bebé de 12 años no lo logró, si lo hubiera logrado hubiera quedado con una secuela de por vida”.

Hasta hoy la Fiscalía General del Estado no ha detenido a los responsables del ataque donde cinco personas fallecieron.

Después de que se viralizara el video, hubo respuesta a través de redes sociales tanto del gobernador, Diego Sinhue Rodríguez, como de la Fiscalía General del Estado.

Del ataque también resultaron 21 personas resultaron heridas por impactos de arma de fuego, esquiarlas y vidrios rotos.

• Juan Ángel 13 años, lesionado en brazo izquierdo. Hospital General de Irapuato
• Jessica Itzel C. 25 años, lesión en la espalda por impacto de arma. Clínica Guanajuato en Salamanca
• Sergio Arturo M. 31 años, lesión en pelvis. IMSS Salamanca
• María del Carmen M. 43 años, lesión en espalda y cabeza.
• David Fernando N. de 19 años, lesión en pulmón, brazo y pierna derecha.
• Alejandro N. 16 años, lesión en pierna.
• Ricardo R. 15 años, lesión en pierna y glúteo.Al Hospital General llegaron por sus propios medios:
• Juan Francisco O. 37 años, lesión en abdomen, no se reportó grave.
• Noé Alejandro L. 15 años, lesión en pierna y brazo, no se reportó grave.
• Gustavo Ángel P. 21 años, lesión no grave en mano izquierda.
• Melinda Marisol M.18 años, lesión en la espalda.
• Mónica Alejandra R. 19 años.
• Ximena M. de 17 años, lesión pierna y muslo derecho, no se reporta grave.
• Carmen Paulina P. 18 años, lesión brazo derecho, no grave.
• Rosario del Carmen P. de 41 años, rozón en la cabeza, no se reporta grave.
• Dana Cristina R. 17 años, lesión en la espalda, no grave.
• José Alberto C. de 24 años, lesión tobillo, no grave.
• Jesús Antonio N. de 24 años, lesión en pie izquierdo, no grave.
• Carmen P. de 19 años, lesión en cabeza por vidrios, no grave.
• Gustavo M. 22 años, lesión en pie derecho, no grave.
• José Israel A. 22 años, lesión de bala en mano derecha, no se reporta grave.

Juventud expuesta

Es un desafío el que tiene la sociedad en general: los padres deben de reencontrase con sus hijos y las autoridades en los tres niveles de gobierno tienen la obligación de hacer políticas públicas que impacten en el entorno. Cuidar y proteger a la juventud que hoy está expuesta, luego con los asesinatos faltan hijos e hijas en los hogares de Guanajuato, señaló el sacerdote católico Carlos Abrahán Zamora López. “Como Judas, hay jóvenes vendiendo a otros jóvenes”.

La vida de todo joven, obrero, campesino, universitario o no, es “sagrada como cada vida humana”, explicó, y cuestionó si los padres de familia saben que sus hijos están armados.

“El contraste, de alguna manera vemos a veces a los jóvenes y pensamos que ellos son responsables de ser víctimas del crimen, personalmente me ha tocado acompañar a familias que pierden jóvenes que en ocasiones están como envueltos en esta atmósfera, funerales donde la familias, los amigos llevan armas para protegerse de otros que lleguen a tomar venganza. Me pregunto ¿si los papás saben que su hijo, su nieto tiene un arma?, a veces pienso que hay familias de jóvenes que viven armados y sus papás ni en cuenta, y cuando sucede son los primeros en decir mi hijo no es así, los hijos se han convertido muchos de ellos en extraños en sus propios hogares”.

El sacerdote destacó que es importante que los padres dialoguen con sus hijos trabajen o no porque hay una pérdida de valores e ideales de los jóvenes.

"Es un desafío muy grande…no son solo los valores si no los ideales, jóvenes que roban a otros jóvenes, asaltan a otros, no les importa destruir a otro para poder tener el placer el objetivo material... en Pascua recordamos a Judas que vendió a Jesús por 30 monedas, creo que hay jóvenes que están vendiendo a otros jóvenes, no creo que sean solo los papás…”.

“Ojalá que la persona que le disparó a Jorge Iván, que le disparó a Diana, a otros, diga me equivoqué, ¡esto no valió la pena!, tiene que recapacitar”.

Consideró que los tres niveles de gobierno deben hacer políticas públicas que impacten en la vida de los jóvenes, ofrecerles oportunidades de estudiar y trabajo, porque “hay muchos que les hacen falta oportunidades de estudio o de trabajo, tengo contacto con jóvenes de alguna colonia de la periferia de Salamanca y es triste que algunos tienen que dejar la secundaria, que están en la preparatoria y la tengan que dejar, que a veces terminan la prepa y son jóvenes con buenos promedios y si alguien quiere estudiar una carrerea fuera de Salamanca no tiene los medios, los pasajes, hay una desigualdad muy fuerte y estas oportunidades de estudio, las becas las aplaudo y las celebro pero debería de haber más”.

Incluso, propuso que les otorguen vales de útiles escolares, un pasaje más barato, porque en las calles hay jóvenes con mucha esperanza, trabajadores y con un deseo de vivir, algunos más maduros que sus padres.

Finalmente, y aunque dijo que no se puede generalizar, reconoció que nunca los jóvenes han tenido tantas oportunidades de salud, estudio y diversión, pero a la vez “pareciera que nunca han sido tan vulnerables”.