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12/15/2025
Sin equilibrio UG en caso de violencia de género: máxima sanción al agresor y descuido a la víctima

Sin equilibrio UG en caso de violencia de género: máxima sanción al agresor y descuido a la víctima

La alumna agredida por un investigador y directivo universitario no cuenta con asesoría legal y la asistencia sicológica ha sido mínima; además, es objeto de hostigamiento

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    Se llama abuso sexual y se apellida Ayala Ramírez.

    Un 5 de julio personal de Recursos Humanos de la Universidad de Guanajuato le llamó a Yolanda (por protección a la víctima, fue cambiado su nombre), para notificarle que habían despedido al profesor que la atacó. Ella estaba incrédula, pues supondría que a lo mucho que llegaría su denuncia sería a darle unos días de inhabilitación con goce de sueldo (como suele hacer la universidad en el “mejor” de los casos).

    Las facultades de ingenierías suelen ser espacios violentos para las mujeres, en general, cualquier espacio masculinizado. El 21 de mayo parecía ser un día normal para Yolanda, ella realizaba sus actividades de investigación doctoral en el laboratorio de la División de Ingenierías en la Universidad de Guanajuato.

    En un momento quedó vacío el laboratorio, recuerda, entonces el responsable Víctor Ayala Ramírez se acerca disimuladamente mientras ella estaba ocupada, él aprovechó para invadir la esfera más íntima, personal y privada de su víctima. Inmediatamente ella repelió la agresión; entonces él comenzó a insultarla y a demeritar su investigación, poniendo en tela de juicio sus capacidades y logros.

    El hecho se repitió al ella intentar marcharse del laboratorio.

    Él aprovechó la desventaja en la que ella se encontraba: subordinación, edad y jerarquía. El 29 de mayo Yolanda acudió a UGénero y a principios de junio, al MP. El departamento de Recursos Humanos de la UG fue quien llevó a cabo la investigación.

    Menciona que tardaron mucho en asignarle apoyo psicológico y que no recibió asesoría legal por la universidad, ellos se excusaron con la normativa argumentando que le pueden dar acompañamiento, pero no designarle un abogado(a). Del apoyo psicológico sólo ha acudido a una sesión del Centro de Justicia para Mujeres, no le han dado más. La poca ayuda que ha tenido la ha obtenido por terceros.

    De las primeras veces que ella hizo el comentario de lo sucedido, fue a un profesor que le tiene confianza, quien le respondió “no me sorprende, Víctor es un misógino, a veces no se aguanta”. Yolanda recuerda que su agresor en clases sobresalía por comentarios machistas como el rechazar trabajar con mujeres por ser muy complicadas o dudando de sus conocimientos.

    “No quería pasar siendo re victimizada de ventanilla en ventanilla” recuerda Yolanda, tuvo que pensarlo mucho para denunciar los hechos. “Deseaba tanto que eso nunca hubiera sucedido, fue muy duro para mi esposo y mi familia”

    Muchos de los trabajadores de la UG miran con sorpresa y morbo a Yolanda, hay largos e incómodos silencios. Hay quienes le han increpado que primero hubiera negociado bajo el agua, pero para ella no hay nada que esconder, las cosas se hacen bien y legal.

    Anteriormente alumnas de ingenierías habían contactado a personas cercanas a ella para hacer denuncias, pero ella nunca pensó que algún día tendría que denunciar. Algunas otras estudiantes de la Universidad le han reprochado el despido de su agresor, sin embargo, las víctimas no determinan los castigos, en este caso fue la Universidad. Ella estaba en su derecho de defenderse.

    A principios de este año Víctor Ayala ya había sido denunciado ante la ventanilla de UGénero. Actualmente se desconoce el estado procesal de dicha denuncia.

    Ilustración: Pinche Einnar
    Ilustración: Pinche Einnar

    Yolanda recuerda que llegó un momento en el que no podía hacer nada, "todo el asunto me daba muchas vueltas a la cabeza". A ella solo le importa que otras mujeres no pasen por lo mismo, pues le aterra la idea de pensar que alguien más viva la misma desafortunada situación.

    Desde aquella agresión ha pasado mucho desgaste físico y emocional, ha sido víctima del estrés de muchas formas; pesadillas, contracturas, miedo y llanto. Estos son síntomas propios de las víctimas en casos como el de Yolanda. Sin duda, ella tuvo la madurez, el coraje y la valentía de denunciar.

    El 29 de julio por medio de entrevista para Zona Franca, Víctor Ayala denunció que la Universidad de Guanajuato no le dio oportunidad de defenderse, además contrató al mismo abogado que defendió al ex regidor Julio César García Sánchez, quien pasará a la historia por su pasado violento y misógino.
    Ante la situación de los acoso y denuncias, como sociedad estamos obligados a tomar partido y apoyar, escuchar y creerle a las víctimas de los delitos.

    En el primer cuatrimestre de este año, las cifras oficiales señalan que van 4 agresiones reportadas en el campus Irapuato- Salamanca, sin embargo, podrían ser más, ya que la Universidad de Guanajuato ha sido tenaz al maquillar sus cifras en cuanto a violencia se trata y persuadir a las víctimas de no denunciar a sus agresores.

    1 de agosto de 2019, 16:07

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