La pobreza, los malos salarios y la falta de oportunidades que padeció obligaron a María Guadalupe Montero Serrato dejar a sus hijos encargados con sus padres en Valle de Santiago. No tenía todavía un lugar a dónde llegar a trabajar, pero el propósito de cumplirles a su hijo de 10 e hija de 12 años era más fuerte.

No podría lograr esta meta laborando en una de las empresas atraídas al estado, cuyos bajos salarios, según declaraciones del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, no son factibles de incrementarse sustancialmente “porque faltan capacidades” a las y los guanajuatenses en las especializaciones que buscan, aunque para su instalación a dichas empresas se han brindado diversas facilidades, condonaciones y servicios, precisamente a cambio de empleos.

Con esa meta de llegar a Estados Unidos para buscar trabajo y mandar dinero a su familia para construir una casa a sus dos hijos, María Guadalupe viajó con una prima que se encontraría con su esposo -quien radica en el vecino país-, pero que regresó tras dos intentos fallidos. María Guadalupe se quedó. Fue una de las 53 personas migrantes localizadas muertas dentro de la caja de un tráiler el 27 de junio en San Antonio, Texas.

Fotografías Edith Domínguez

María tenía 28 años de edad, el 4 de julio cumpliría 29 años. Hace tiempo se separó de su esposo, ella se quedó a cargo de su hijo e hija y vivían con sus padres en la comunidad La Enmarañada, en Valle de Santiago, Guanajuato.

Desde entonces entró a trabajar al Centro demostrativo FIRA (Fideicomisos Demostrativos en Relación con la Agricultura) que se ubica en la comunidad de Villa Diego, donde la asignaron al área de invernadero y el campo. Este centro depende de la administración pública federal y opera para proporcionar apoyo tecnológico a la producción del campo.

En esa misma empresa trabaja su papá. Sin embargo los salarios de esta empresa, como los de muchas en la región, son bajos: alrededor de mil 200 pesos era lo que percibía por semana, según relataron vecinos y familiares cercanos. Ese sueldo no le permitiría comprar un terreno para luego edificar su casa.

Buscar otro empleo no era opción porque los sueldos “eran los mismos”.

Tras el sueño americano por una casa propia

María Guadalupe era una mujer “muy alegre, amistosa con todo mundo”, siempre tenía una sonrisa en su cara a pesar de la situación que fuera.

Con sus padres siempre fue muy cariñosa, buena hija, buena madre, excelente hermana, “siempre fue muy amable”, la recuerdan.

Tenía el deseo de darles una casa propia a sus hijos y ayudar a sus padres y así, por varios meses, comenzó ahorrar dinero para llegar hasta los Estados Unidos, buscar un trabajo y comenzar a realizar sus sueños como las decenas de habitantes de La Enmarañada lo habían hecho y como lo hizo un hermano suyo que reside en Indianápolis.

Así llegó el día en que María, junto con su prima, se despidieron de sus familiares y se fueron a la frontera de México para intentar pasar a los Estados Unidos. Los padres de la mujer la despidieron, el papá de su prima su prima “estaba en contra de que se fuera por lo difícil que está la situación” y todos los riesgos que corren para poder llegar, así que hablaron muy poco al despedirse de su hija.

Ya en la frontera, María perdió su credencial de elector, por lo que logró sacar una constancia de identificación. Las dos mujeres intentaron pasar en dos ocasiones pero no lo lograron. Fue entonces que la prima de María decidió regresar a Valle, pero ella se quedó para seguir intentando llegar a los Estados Unidos. Ahí perdieron contacto.

Transcurrieron varios días, cuando por medios de comunicación se enteraron del hallazgo del tráiler con migrantes abandonado en San Antonio, Texas.

La constancia de identificación de María fue encontrada cerca de su cuerpo, así fue avisada la familia.

Una tierra sin oportunidades

El miércoles 13 de julio, el cuerpo de María regresó en un ataúd gris a la casa de sus padres. Bajo la sombra de un toldo, mujeres, niños, hombres rezan por el eterno descanso de su ser querido, sus hijos reparten pan y café a los presentes. El silencio se adueña de todos y las lágrimas demuestran el dolor de una madre, un padre, los hermanos, de los tíos, al perder a un ser querido.

Las flores impregnan su olor sobre el ataúd gris, encima del cual también fue colocada una fotografía de María Guadalupe.
Su padre poco puede hablar. Su madre, desconsolada, duerme un poco.

Los discursos de los políticos y autoridades solo quedan en letra muerta, son palabras que hoy no tienen sentido para la familia de María, porque esas inversiones millonarias de empresas nacionales e internacionales de las que funcionarios de todos los niveles hablan en cada momento, así como las promesas de mejores salarios y prestaciones, se han perdido en el aire. Y es que las oportunidades en Valle de Santiago y en Guanajuato a María no llegaron.

Margarita Rodríguez Hernandez, delegada de la comunidad La Enmarañada, confirmó que las mejores casas de la comunidad son de los habitantes que se tuvieron que ir a Estados Unidos porque las opciones en el municipio son pocas y mal pagadas. Es la necesidad la que los obliga a buscar oportunidades.

“Aquí no alcanza realmente, si quieres hacer una casita o algo tienes que irte porque aquí no alcanza, malamente pa’ comer. Son mil pesos los que ganan, ¿qué vamos a hacer con eso? Las casas que se ven bonitas es porque andan en el otro lado; de aquí no se hace nada”.

Los mil pesos por semana en fábrica o en el campo no alcanzan para mantener a una familia, “es muy poquito y ahorita ya todo está bien caro, ni qué comprar con mil pesos. Emigran, ni modo, no queda de otra. La vida aquí está muy difícil. Por eso a ella (María) le pasó lo que le pasó, ella iba a buscar para sus hijos y mire, muy triste que fue”.

La gente no ve para cuándo mejoren las cosas. “A como vamos creo que no, está muy difícil y creo que no se va mejor y no queda de otra más que arriesgarse e irse a migrar, no queda de otra”.

El alcalde Alejandro Alanís Chávez (del PAN), quien se presentó en la casa de María para ofrecer sus condolencias, reconoció que la falta de oportunidades en el municipio es lo que obliga a las personas a emigrar.

“Es la falta de oportunidades, la cuestión económica, son muchas causas”.

Según el alcalde, el municipio de Valle de Santiago tiene “una tradición, (una) cultura de migración”. Principalmente del área rural son los que migran porque “hay familias asentadas en California, Carolina del Norte, Illinois, y Texas y eso ha hecho que muchas familias por necesidad migren” a los Estados Unidos, a pesar de que la política migratoria de ese país se ha endurecido “y eso ha hecho que muchos migrantes se expongan”.

De los 150 mil habitantes que tiene Valle de Santiago, alrededor de 20 mil son migrantes.

Explicó que por este momento el municipio apoyará a la familia de María con los gastos de la inhumación y que está en pláticas con la Secretaría del Migrante “para ver cómo le pueden ayudar a los dos hijos de María con una beca”.. Además, el municipio condonó el costo para sepultar el cuerpo de María en el panteón municipal de Santiago Apóstol.

Vecina de la comunidad la Enmarañada, María, otra mujer de 65 años, hoy vive con su esposo. Tiene dos hijas casadas que radican en Guanajuato y dos hijos varones que desde muy pequeños se fueron a Estados Unidos a trabajar. “La maldita pobreza los obligó”, dice. Hace 20 años que no los ve, platica, mientras llega a dar sus condolencias a la familia de María Guadalupe.

Ocho vidas perdidas

El 27 de junio la noticia del hallazgo de los migrantes muertos en la caja del camión de carga en San Antonio, Texas, conmocionó a estas comunidades, cuando se conoció que entre los 54 había 27 mexicanos muertos, ocho de ellos guanajuatenses y entre ellos María Guadalupe y un menor de edad.

Los fallecidos son:

María Guadalupe Montero Serrato, de 28 años de edad, de Valle de Santiago.

Álvaro Enrique Ojeda Salazar, de Cortazar, de 22 años.

Omar Rico Almanza, de Cortazar, de 29 años de edad.

Efraín Ferrel García, de Cortazar, con 23 años de edad

Oscar Aguado Romero, de Celaya, de 31 años de edad.

José Guadalupe Narciso López Muñiz, de Celaya, con 35 años de edad.

José Antonio Pérez Ramírez, de Celaya, con 29 años de edad.

Pedro Daniel Téllez González, de San José Iturbide, de 17 años de edad.

Álvaro salió de su hogar el pasado 7 de junio, pero el 23 la familia perdió contacto con él.

Del 2015 al 2020, de Guanajuato salieron 62 mil 476 personas a vivir a otro país; 93 de cada 100 se fueron a Estados Unidos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). A nivel nacional 802 mil 807 emigraron; de ellos, 77 de cada 100 se fueron a Estados Unidos. Entre las principales causas de la migración que se registran están: el reunirse con un familiar, el 18.9% es por cambio u oferta de empleo. El 16% se fue a buscar trabajo.

Durante ese mismo periodo, 92 mil 215 personas se fueron a radicar a otros estados, como Querétaro, Jalisco, Estado de México, Michoacán y la Ciudad de México, en su mayoría por los mismos motivos anteriores.

Sinhue se va al extranjero a “perrear” por empresas que ofrezcan los mismos sueldos

El gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, aseguró que no puede exigir a las empresas transnacionales instaladas en Guanajuato que paguen mejores sueldos porque el personal guanajuatense no tiene la preparación académica para poder aspirar a otros cargos dentro de los corporativos que vienen del extranjero con los incentivos que paga el Gobierno del Estado.

"Yo no puedo decirle a una empresa: te vienes a Guanajuato, pero tienes que pagar tanto... sí, claro, lo que marca la ley, no puedes pagar menos del salario mínimo, tienes que dar las prestaciones... si queremos empleos mejor pagados, tengamos gente con especialidades en electrónica, mecatrónica, todo eso, porque nos va a traer empleos mejor pagados".

Lo anterior, luego de que anunció que en los próximos meses hará giras en busca de nuevas inversiones que generen empleos, pero al cuestionarlo sobre la precariedad de los sueldos que ofrecen las empresas y que provoca que guanajuatenses arriesguen sus vidas al cruzar la frontera con Estados Unidos de manera ilegal, Rodríguez Vallejo dijo que no puede obligar a los corporativos a que paguen más.

"No puedes poner por decreto que ganen tanto, ellos te dicen: 'ok, ¿qué sabe hacer tu gente?', por ejemplo, yo tengo dos empresas: una arma las piezas, otro diseña, pero para el diseño necesito que sea ingeniero y que tenga ciertas capacidades, preguntan si tenemos en Guanajuato y pues -les decimos- 'no, apenas están las primeras generaciones'. Ah, bueno, entonces ahorita te puedo ofrecer este tipo de empleos, obviamente gana menos el que arma una pieza que el que la diseña".

Diego Sinhue Rodríguez agregó que actualmente en Guanajuato hay "universidades que te sacan como tortillas títulos de abogados, ya no se ocupan contadores, ya no se ocupan psicólogos, no se ocupan nutriólogos. Se ocupan ingenieros, programadores, técnicos".

Hizo un llamado a las universidades públicas y privadas del estado para que revisen la oferta educativa y apuesten más por ingenierías relacionadas con la industria automotriz.

El gobernador tiene planeado hacer una gira por Estados Unidos y países europeos como Italia, Francia, España y Alemania para finales de agosto e inicios de septiembre. En noviembre viajará a Singapur y a China, gira a la que invitará a las alcaldesas de León e Irapuato, y al alcalde de Celaya. Para el mes de marzo tiene programada una visita a Japón.

"Hay que ir a perrear las inversiones porque hoy hay un gran apetito de traerlas a todos lados. Todos los gobernadores andan en el mundo trayendo las empresas porque ahorita estamos a río revuelto, los que salgan son los que van a lograr traer empleos a sus estados", sostuvo.

Finalmente, sugirió dejar de ver solo el tema de los gastos que implican los viajes al extrajero para buscar inversiones: "lo que se gaste en los viajes es nada comparado con el beneficio de estas empresas, tenemos que empezar a tener esa mentalidad".