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Tatiana Clouthier en León, entre la admiración del 'fandom' morenista y algún reproche panista: “se me educó para no robar, no mentir y no traicionar”
La diputada federal y voz de la campaña de AMLO en 2018 presentó en la Fenal su libro de memorias “Juntos hicimos historia”
Tatiana Clouthier sigue siendo una gran comunicadora, aunque ahora con un peso a cuestas: no es fácil explicar ni defender todas las decisiones del nuevo gobierno federal y salir airoso en el intento.
Sin embargo, gozar de la gran hazaña que fue la campaña y la elección de 2018 sigue siendo posible, máxime cuando se ha escrito un libro coloquial y sincero sobre las múltiples aventuras que constituyen una campaña y más una ganadora, donde hasta los errores tienen glamour.
La diputada federal de origen sinaloense, de origen familiar panista y con una rica historia familiar vinculada a ese partido, es sin duda un personaje de frontera: le dio pluralidad y riqueza al lopezobradorismo, quizá más que su amigo el empresario regiomontano Alfonso Romo, pues su trayectoria aparece límpida del lado de la lucha democrática.
Tatiana fue disidente del panismo, gracias a Vicente Fox, la gran sombra que se cierne sobre López Obrador por haber sido el primer presidente de una alternancia que a la postre se fue a la basura por frivolidad, ineptitud y autocomplacencia. Jura que esta vez no pasará.
Directa, fresca, sin dobles discursos, la hija del recordado Maquío tiene respuestas para todo y para todos. Responde a cada pregunta refiriéndose a su interlocutor por su nombre de pila, lo que de inmediato crea un lazo, y no elude ningún tema, ni siquiera los enredados y aburridos entresijos de Morena, el movimiento que no termina de darse cuenta de que ya es gobierno y menos en Guanajuato.

Tatiana Clouthier abarrota el auditorio mayor de la Fenal 2019 como pocos autores de polendas lo han hecho, al presentar su libro “Juntos hicimos historia”, y la cola para solicitarle la firme en el ejemplar era de decenas de metros. Sin embargo, no se escapó de que una señora le reclamara (es León) antes de entrar a la sala: “qué lastima que lleve este apellido”.
Y ante eso, Tatiana solo dice: “no nacemos para cumplir las expectativas de nadie, ni las de los padres, aunque los amemos”. Para enseguida lanzar la frase que más aplausos le gana en este auditorio, en León, aunque bien cobijada por sus fans: “En mi casa nos educaron para luchar por lo que creemos; nos educaron a no mentir, a no robar y a no traicionar”.

Es una de las personalidades más llamativas en la escena política de este México nuevo e incierto, polarizado a más no poder y con un pesado reto a cuestas, que no es precisamente el que plantean sus críticos, sino quienes les dieron el poder, esos millones de mexicanos expectantes que quizá no saben bien qué quieren, pero sí saben que ya no quieren.
La fila de admiradores con un libro en la mano seguía creciendo media hora después de terminada la presentación. Imposible esperar, no tendré un ejemplar autografiado de Juntos hicimos historia, pero quizá más vale esperar el siguiente tomo de memorias para saber si, en efecto, esa historia le sirvió para algo a este país hambriento de buenas historias.

3 de mayo de 2019, 07:16
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