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12/14/2025
Muere en Guanajuato Virgilio Fernández del Real, exiliado español, acérrimo oponente del fascismo

Muere en Guanajuato Virgilio Fernández del Real, exiliado español, acérrimo oponente del fascismo

Participó en la defensa de Madrid durante la Guerra Civil; llegó a México en 1939 y se estableció en Guanajuato con su primera esposa, la artista plástica Gene Byron. Fallece días antes de cumplir 101 años

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    El médico y promotor cultural Virgilio Fernández del Real, exiliado español tras combatir con las fuerzas de la Brigada Internacional en la Guerra Civil Española, falleció en la madrugada del martes en su casa del barrio de Marfil en la ciudad de Guanajuato.

    Estaba a unos cuantos días de cumplir 101 años –el 26 de diciembre-.

    Nació en la región de Larache, Marruecos, en 1918. Allí acuñó sus primeras inquietudes sobre la pobreza y la inequidad social, al ver la explotación a que eran sometidos los jornaleros en los campos de vid y olivo.

    Además, conoció a jornaleros sindicalistas y anarquistas que exigían una paga mejor y debían recorrer distintas regiones con sus familias a cuestas y a veces pidiendo un mendrugo, pues les negaba el trabajo.

    “Desde entonces comencé a ver la parte injusta de la vida, las clases sociales, los que tenían; los que no tenían estaban jodidos”, describió en una conversación con la reportera en julio del año pasado en su casa, llena de luz y cuyos muros revientan de pinturas, grabados, dibujos, artesanías de latón y fotografías, siempre acompañado por su esposa Estela.

    Virgilio se hizo auxiliar técnico en medicina y cirugía (el equivalente actual a un enfermero). “Nos cambiamos de Cabras a Madrid para que yo pudiera estudiar medicina, lo que yo quería estudiar. Estando en Madrid, en 1936 comenzó la guerra; vi un anuncio de que en el frente se necesitaban practicantes” y así se enroló, un día de julio del 36.

    Foto: Marivi Rodriguez Marabot
    Foto: Marivi Rodriguez Marabot

    Se integró al Batallón Dombrowski, el primero de la Brigada Internacional (BI), que participó en la defensa de Madrid. Permaneció en la guerra los 32 meses que duró la misma, los últimos dos en el Hospital de San Pablo en Barcelona; “ponía vendas, inyecciones, inmovilizaba fracturas, era ayudante de cirujano, anestesista. Tuvimos ahí una epidemia de tifoidea y perdimos a muchos soldados de Suecia, Dinamarca, Noruega, países avanzados donde la enfermedad no la sufrían, así que no tenían defensas contra esas bacterias”.

    Fue en esta experiencia donde conoció las caras del militarismo y aprendió una cosa: “no fiarme de ningún militar en ningún país”.

    Después fue enviado a un campo de concentración en territorio francés, de donde salió en 1939 tras ser localizado por su madre para viajar a México, país donde fue recibido junto con cientos de refugiados españoles y donde vivió el resto de su vida.

    Practicante médico desde los 14 años, primero en España y posteriormente ya titulado en México, pugnó siempre por una atención de calidad y accesible a una mayoría de la población.

    “Nadie tiene derecho a lo superfluo cuando hay gente que carece de lo indispensable. El sistema que tenemos cada día es peor contra los que ganan menos. Les roban el porvenir. El régimen se defenderá con uñas y dientes –advierte- pero si poco a poco hacemos las reformas en educación, en sanidad, laboral como debe ser, se puede”, dijo en aquella conversación de julio de 2018.

    Asentado en Guanajuato desde fines de la década de los cincuenta, tras recorrer prácticamente todo el país, el doctor Fernández del Real y su entonces esposa, la artista plástica Gene Byron, se establecieron en una antigua ex hacienda en Marfil.

    Tras la muerte de la artista en 1987, Virgilio convirtió la ex hacienda en el Museo Gene Byron, que está abierto actualmente para exposiciones temporales, conciertos y recitales, además de contar con el acervo de la obra de Gene.

    En marzo del año pasado, Virgilio Fernández recibió sendos homenajes en España por su participación como combatiente en la Brigada Internacional.

    Sus inquietudes políticas desde la visión de la izquierda las canalizó inicialmente participando en el Partido de la Revolución Democrática, del que fue uno de los fundadores en Guanajuato y candidato a un cargo de elección en 1991, además de respaldar la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo a gobernador ese año.

    Posteriormente abandonó las filas del perredismo y se adhirió al movimiento lopezobradorista del que surgiría Morena.

    18 de diciembre de 2019, 06:19

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