
Autores:

Para explicar el aumento en el homicidio doloso en Querétaro (o el contagio guanajuatense)
El homicidio doloso en esa entidad ha aumentado. Es un fenómeno ante el que surgen al menos tres hipótesis: la versión oficial (hechos aislados), la guerra entre cárteles y que todo se debe a factores locales
Por: Guillermo San Román Tajonar(*)
El homicidio doloso en Querétaro ha aumentado, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en el estado pasamos de 131 homicidios dolosos en 2015 a 178 en 2019 (un aumento de 36%), aunque el punto de inflexión se presentó en 2017 cuando llegamos a 175. En varios municipios (Querétaro, San Juan del Río y Corregidora, principalmente) se observó un cambio similar: en los mismos cuatro años pasamos de 60 a 89 tan solo en la capital (aumento de 48%), si bien el punto más alto lo alcanzamos en el año 2017, cuando el conteo ascendió a los 90 homicidios; en San Juan del Río pasamos de 18 a 32 (aumento de 77%) y, en el caso de Corregidora, pasar de 3 a 11 incidentes supuso un crecimiento de más del 200 por ciento.
Pero el verdadero cambio está en la modalidad del homicidio doloso con arma de fuego, el cual pasó de representar del 39% del total de los homicidios dolosos, para el año 2015, a representar el 57% en 2019. Como mostramos recientemente [i], en la capital pasamos de 20 (en 2015) a 44 (en 2019) homicidios de este tipo, siendo el 2017 el año más alarmante con 53, y en San Juan del Río de 2015 a 2019 transitamos de 11 a 21 homicidios dolosos con arma de fuego. También los homicidios de mujeres aumentaron dramáticamente en este periodo, con un punto crítico de 34 homicidios para el año 2017, de acuerdo a las cifras del INEGI, como mostrábamos acá [ii].
El homicidio doloso en Querétaro ha aumentado. Es un fenómeno que debemos explicar, y ante el que surgen al menos tres hipótesis: La versión oficial, según la cual se trata de hechos aislados y no hay nada qué explicar; la hipótesis recientemente presentada por David Saucedo, según la cual la guerra entre el Cartel de Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Santa Rosa de Lima en Guanajuato se trasladaría finalmente a Querétaro; la tercera posibilidad es que el aumento en el homicidio doloso se explique por factores locales. En las líneas siguientes me gustaría examinar una a una estas posibilidades.

I.
La primera hipótesis es la presentada por las autoridades estatales y municipales: se trata de hechos aislados, diríamos nosotros "fenómenos aleatorios" (de lo que se sigue, que lo único que se puede hacer para prevenir el homicidio es levantarse con el pie derecho).
Esta hipótesis es dudosa por al menos dos elementos que sugieren sistematicidad.
Primero: Si los delitos fueran aleatorios, no existiría tendencia, pero la hay, y no cabe predecir los homicidios en periodos futuros tomando en consideración los homicidios de periodos pasados (no hay autocorrelación en el tiempo); no hay evidencia de una evolución natural, progresiva y continua, del número de homicidios; lo que sí hay es un salto abrupto en 2017, indicativo de que el incremento está asociado a un evento externo.
El segundo elemento tiene que ver con el espacio: si los homicidios fueran verdaderamente casos aislados, la probabilidad de un incidente sería igual en cualquier parte, pero en vez de ello encontramos patrones de concentración, hotspots de homicidios, como mostrábamos en otro lugar [iii]; con información obtenida de registros hemerográficos, pudimos observar que en 2019 los homicidios dolosos se concentraron en la delegación Félix Osores, de la colonia Fundadores hacia ex-hacienda Santa Ana; en Epigmenio González, de San José el Alto a San Pedrito Peñuelas; y en el Centro, hacia el este y el Sur de la Alameda. El 50% de los homicidios reportados por la prensa ocurre a 610 metros (o en algunos casos a menor distancia) de otro homicidio.
La distribución geografía del homicidio doloso no es aleatoria; los homicidios no están en la zona turística o de AirBnB [iv] (Álamos, el Barrio de la cruz, el centro), atractivo para los visitantes, y no están sobre la carretera 57, eje de la conexión comercial de Querétaro con el resto del país, esto es, donde se mueve el capital. La existencia de una zona de exclusión podría indicar un fenómeno biopolítico clásico: el delito es tolerado mientras no exceda cierto umbral o no ocurra en ciertas zonas, de modo que la seguridad de unos es pagada con la inseguridad de otros; la probabilidad del delito es bien conocida, y dada su inevitabilidad, es más administrado y normalizado que prevenido.

II.
La segunda hipótesis para explicar el aumento del homicidio doloso con arma de fuego es la de David Saucedo [v]. Según propone Saucedo, en 2015, el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) incursionó en Guanajuato; sin embargo, su avance es frenado por la presencia del Cartel de Santa Rosa de Lima (CSRL); en los meses siguientes, el estado se convierte en el más violento del país (de 600 a 2600 homicidios dolosos con arma de fuego). En 2019, con la ofensiva federal contra el robo de hidrocarburos, se dio una alianza tácita entre el gobierno federal, el gobierno estatal de Guanajuato, y el CJNG contra el CSRL, que expandió la violencia a la “retaguardia” de esta organización, en la frontera con Querétaro.
El CSRL se replegó entonces hacia Querétaro, donde su líder tiene vínculos y ya operaba, supuestamente, desde el año 2018 con narcomenudeo, extorsión y lavado de dinero, y donde ha obtenido desde tiempo atrás otros recursos: soldados, municiones y financiamiento. La guerra llegaría entonces a Querétaro.
La hipótesis de Saucedo sugiere que Querétaro nunca ha sido ajeno a las disputas entre organizaciones criminales; es decir, que no sea un territorio de conflicto como otras entidades no implica que no entre en una relación funcional con la guerra; en este sentido, según Saucedo, Querétaro proporcionó recursos financieros, soldados y armas, hasta que la guerra lo alcanzó, entonces, también se convirtió en escenario bélico.
Si la hipótesis de Saucedo es correcta, aunque en Querétaro hagamos todo bien, el solo desplazamiento (efecto cucaracha) aumentará los homicidios; entonces, la solución pasaría por un pacto con el narco, y el problema radicaría en decidir con cuál de las partes vamos a aliarnos y a cuántas garantías civiles debemos renunciar; el lado positivo es que eventualmente los homicidios se reducirían, como pasó en Guerrero, Sinaloa o Tamaulipas; el aumento que presenciamos sería un hecho social patológico que con el tiempo desaparecería.
Las hipótesis de Saucedo se pueden verificar por sus implicaciones: 1) un desplazamiento de la zona de operaciones de uno de los cárteles debería implicar aumentos en los delitos contra la salud; 2) si Querétaro es un proveedor de armas, por ende, debería haber más decomisos de armas; 3) si provee de recursos financiaros, también debería haber un aumento en los robos, en el lavado de dinero, fraudes, extorsiones y demás; 4) si proporcionamos soldados, debería haber queretanos muertos en la zona de conflicto y encerrados (por homicidio) en la zona de conflicto. Por lo que, si la guerra se desplaza, además de un incremento en los homicidios, esperaríamos observar un patrón de contagio estadísticamente reconocible. Todo esto ya ha ocurrido.
- AUMENTARON LOS DELITOS CONTRA LA SALUD. A nivel nacional, de acuerdo a las cifras del SESNSP, los delitos contra la salud han disminuido drásticamente de 27 mil 870 casos en 2012 a 7 mil 513 en 2019, lo que representa una caída del 73%; la mayor disminución se encuentra en las modalidades de posesión, comercio y las formas no especificadas; sin embargo, otras modalidades van en aumento: la de transporte creció 96%, suministro 385% y la de tráfico más de mil por ciento, al pasar de 49 casos en 2012 a 825 en 2019. Pero en Querétaro la historia es diferente, los delitos contra la salud alcanzaron un pico histórico en 2019, con aumentos dramáticos en posesión, tráfico y transporte de drogas; para la modalidad de producción el punto más alto se alcanzó en 2018, como mostramos acá [vi]. Incluso en comercio de drogas, un delito en el que Querétaro iba a la baja, volvimos a tener un repunte; crecemos tanto en las modalidades que van en declive como en las que van en aumento, lo que implica que QUERÉTARO se ha reestructurado en términos de delitos contra la salud y ha llegado a ocupar un lugar prominente en la reestructuración de la geografía de los delitos contra la salud. Este tipo de delitos se han redistribuido, con cambios mayores en las modalidades suministro y en el tráfico de drogas, y justo en este rubro Querétaro ha llegado a ocupar el tercer lugar nacional, justo debajo de Baja California y el Estado de México.
- AUMENTARON LOS ROBOS. Por otro lado los registros del Secretariado, que no son obtenidos por muestreo aleatorio, sólo son confiables mientras la cifra negra sea ínfima, esto es, en los delitos que siempre o casi siempre se denuncian (como el robo de vehículo) o en los que no es necesaria una denuncia y siempre son perseguidos por la autoridad, como el homicidio (mientras no haya narcofosas y la autoridad clasifique bien el delito); en cualquier otro caso, los datos no reflejan la realidad delictiva en el país, sino los ritmos de actividad de quien genera la información; de manera que para cualquier delito con cifra negra, las encuestas de victimización son mucho más confiables. La serie histórica de la Encuesta Nacional de Victimización (ENVIPE) de INEGI muestra un crecimiento sistemático en delitos patrimoniales: entre 2014 y 2018 el robo a casa habitación creció 42% en la Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ), pasando de 13 mil 229 incidentes a 18 mil 734; el robo o asalto en la calle o en el transporte público creció 97%, al pasar de 26 mil 308 incidentes a 52 mil 526 entre 2014 y 2018; el robo de vehículo pasó de 3 mil 653 a 9 mil 293 eventos, creciendo 154%. En tanto, el robo de autopartes pasó de 38 mil 361 a 55 mil 937 incidentes, con un crecimiento de 33% en el periodo; con 61 mil 782 incidentes, sólo en la ZMQ, la extorsión ya es el delito más frecuente en la capital. Este tipo de crecimiento, desproporcional, si se considera la estructura delictiva del país y sugiere que se roba para alimentar otro mercado... o para financiar otra actividad.
- HAY MAS ARMAS. Del análisis de la serie histórica de la ENVIPE también se sigue que entre 2014 y 2018 el número de hogares en la zona metropolitana de Querétaro que adquirió un arma para protegerse de la delincuencia pasó de mil 787 a 2 mil 071, un aumento del 15%, mayor que el aumento de la población en el periodo. Entre 2015 y 2016, en arreglo con el anuario estadístico y geográfico por entidad federativa de INEGI, a nivel estatal no se decomisaron ni siquiera 100 armas; es urgente que abogados expertos en transparencia se sumen a la discusión sobre el origen de las armas usadas en homicidios y contribuyan a liberar información en este rubro.
- HAY MAS HOMICIDIOS, HAY QUERETANOS MUERTOS EN GUANAJUATO Y GUANAJUATENSES MUERTOS EN QUERÉTARO; HAY UN EFECTO CUCARACHA RECONOCIBLE. Hay residentes de Querétaro asesinados fuera de Querétaro, y residentes de otras entidades asesinados en Querétaro. Los residentes de Querétaro asesinados en Guanajuato pasaron de 7 en 2016 a 22 en 2017 y a 13 en 2018, según INEGI, como mostramos acá [vii], los queretanos muertos fuera de Querétaro pasaron de 13% del total de los queretanos víctimas de homicidio (en 2016) a 19% (2017) y a 12.7% (2018), mientras que los foráneos fallecidos en Querétaro pasaron de ser el 10% de los homicidios en Querétaro en 2016, a ser el 15% (en 2015) y luego el 13.5% (2018). La Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2016 muestra también que en Querétaro tenemos a guanajuatenses sentenciados por homicidio, y Guanajuato es el segundo estado con más queretanos sentenciados por homicidio. En forma adicional, el efecto cucaracha se ha verificado empíricamente: mediante un ejercicio estadístico para detectar interacción espacial, es posible ver que Querétaro y Corregidora son parte de una dinámica de difusión espacial (contagio) de los homicidios dolosos con arma de fuego, desde Guanajuato [viii].
Ciertamente, por fechas, los tiempos de los delitos contra la salud parecen coincidir con los de Saucedo (picos en 2019); pero los de homicidios dolosos no, la locura empezó antes de lo que Saucedo indica, en el año 2017, por otra parte, tampoco es viable concebir que todos los homicidios se deban a crimen organizado. Existe la posibilidad de un fenómeno más complejo, derivado del crimen organizado, pero sin el crimen organizado. En 2011 Fernando Escalante escribía:
"...una parte de las víctimas serán contrabandistas y pandilleros, una parte de los victimarios serán también contrabandistas y pandilleros, pero hay en el país muchos otros actores armados que en los últimos años también han adoptado una estrategia violenta, por el motivo que sea. Y habría que tratar de entender ese motivo, por supuesto. [...] En México, como en cualquier país del mundo, hay mucha gente con armas, dispuesta a defender lo suyo. ¿Quiénes están armados? Bien: comuneros, ejidatarios, rancheros, talamontes, contrabandistas, ambulantes, policías privadas, guardaespaldas, policías municipales, judiciales, federales, estatales, sindicalistas. Normalmente vivimos —en eso consiste la civilización— bajo un pacto de no agresión, donde se han negociado los derechos de cada quien, y no hay necesidad de recurrir a las armas. Mi impresión es que en los últimos años, en el empeño de imponer el cumplimiento de la ley, en el empeño de imponer el Estado de derecho a la mala, desde el ejecutivo federal, se han roto los acuerdos del orden local y cada quien tiene que proteger lo suyo de mala manera: lo suyo es el lindero de un ejido, un estero donde desembarcar contrabando, un puesto en la calle para vender juguetes, el tránsito o la embarcación de mercancía sin pagar impuestos, la madera de un bosque, una esquina donde vender mariguana. [...]Parece claro, sin embargo, o al menos a mí me parece claro que la crisis del orden local es el factor decisivo para explicar los niveles de violencia en el país (Escalante 2011 [ix])."

III.
La tercera hipótesis para explicar el incremento con arma de fuego es aún más escabrosa: No hay crimen organizado, y el aumento en el homicidio lo causamos nosotros. El estado no falló en proveer seguridad, falló en proveer seguridad y en todo lo demás, y desde 2017 entramos en una dinámica de conflictividad sin precedentes que sólo puede explicarse por una acelerada descomposición social y lo que los teóricos llaman anomia institucional, una pérdida de la fuerza vinculante de las instituciones, derivada de que los ciudadanos fueron abandonados por el Estado. En un ejercicio reciente (INFOGRAFÍA), encontramos que el perfil del homicida no es muy distinto al de la víctima, siendo el siguiente: hombre de entre 30 y 35 años, con escolaridad máxima de preparatoria; el 50% vive en hacinamiento, con al menos otras 4 personas, al menos dos menores de edad. El 64% abandonó los estudios para trabajar o porque no tenía dinero, es un trabajador en servicios personales y vigilancia, en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca, o un trabajador artesanal. Evidentemente no es parte del 1% más rico.
Dominado por el derecho, el discurso de la seguridad pública nos enfrenta a una (¿falsa?) disyuntiva: libertad o seguridad y, dominado por el derecho, el discurso sólo encuentra una solución: más control, más leyes, más cámaras, más armas. La inseguridad justifica la opacidad y el autoritarismo. Al día de hoy, la autoridad señala que los homicidios en Querétaro se resuelven, y eso está muy bien; el problema es que ese es un indicador de gestión, no de impacto: nos dice que hacen muy bien su trabajo, no que su trabajo sirva para algo; los homicidios van en aumento, lo que significa que el efecto causal independiente de las aprehensiones sobre la tasa de homicidios es estadísticamente igual a cero, esto es, que la posibilidad de aprehensión y sentencia no disuade a nadie.
Haz clic




* Guillermo San Román Tajonar es coordinador del Laboratorio Universitario de Seguridad Ciudadana y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Querétaro.
[ i ] https://www.facebook.com/110859463610385/posts/176607580368906/
[ ii ] https://www.facebook.com/110859463610385/posts/152616049434726/
[ iii ] https://www.facebook.com/110859463610385/posts/182433739786290/
[ iv ] https://gsanroman.carto.com/builder/804b65d9-180d-4ab7-aa70-dc537c65b850/embed
[ v ] https://poplab.mx/article/ElMarroVsElMenchoLabatallaporQueretaro
[ vi ] https://www.facebook.com/110859463610385/posts/192112642151733/
[ vii ] https://www.facebook.com/110859463610385/posts/187103739319290/
[ viii ] https://www.facebook.com/110859463610385/posts/176607580368906/
18 de febrero de 2020, 08:28
Explora más contenido de este autor
Descubre más artículos y perspectivas únicas
