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12/14/2025
Lo decían estudios científicos y lo confirmó COVID-19: urge enfrentar la mala alimentación en México

Lo decían estudios científicos y lo confirmó COVID-19: urge enfrentar la mala alimentación en México

Se requieren instrumentar medidas incluidas en la NOM 051, como etiquetado claro y eliminación de la publicidad engañosa, para combatir epidemias de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas no transmisible, concluyen expertos

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    Un etiquetado nutricional claro y fácil de comprender, así como la eliminación de personajes infantiles de los empaques, ayudarán al consumidor a tomar decisiones más saludables, revelan estudios científicos publicados al tiempo que la pandemia de SARS-CoV-2 se extiende por nuestro país. Ambas medidas se contemplan en la nueva NOM 051 que recientemente fue aprobada y que entrará en vigor en octubre del 2020, pese a las amenazas de la industria de alimentos y bebidas ultraprocesadas de pararla.

    Durante años se ha hablado de los efectos nocivos que la comida chatarra produce al cuerpo y su relación con la obesidad, diabetes y otras enfermedades asociadas a la mala nutrición, situación que los empresarios han negado sistemáticamente. El daño que la covid-19 provoca en las personas con estos padecimientos crónicos ha hecho evidente la urgencia de tomar medidas más eficientes para atender las otra epidemias que el país padece. De hecho, la Organización Panamericana de la Salud hizo un llamado enérgico a atender estos padecimientos: "la lucha contra las enfermedades no transmisibles debe ser parte integral de la respuesta al COVID-19 en América Latina". La doctora Carissa Etienne, directora del organismo, destacó el impacto desproporcionado de ese virus en personas que sufren enfermedades crónicas: "nunca habíamos visto una relación tan nefasta entre una enfermedad infecciosa y las enfermedades no transmisibles", señaló.

    Una de esas medidas es el nuevo etiquetado frontal de advertencia en alimentos que ha encontrado una férrea resistencia de la industria, pues impactará en la forma que consumen los mexicanos; ya han anunciado, por su parte, que preparan una “avalancha” de amparos para impedir su ejecución.

    Mientras el empresariado argumenta que el nuevo etiquetado no funciona, un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) junto con la London School of Hygiene and Tropical Medicine exploró la percepción de los consumidores en México sobre el uso y comprensión del etiquetado vigente en México, las Guías Diarias de Alimentación (GDA), la tabla de información nutrimental, el sello nutrimental y otras representaciones gráficas en el etiquetado que dan cuenta de cualidades de los ingredientes en los productos, como "bajo en grasa", “bajo en sodio”, “alto en nutrientes”.

    El etiquetado GDA, creado por la industria requiere de una calculadora para ser interpretado
    El etiquetado GDA, creado por la industria requiere de una calculadora para ser interpretado

    Sin importar el nivel socioeconómico de los participantes del estudio, existió un percepción desfavorable hacia las distintas formas de etiquetado nutrimental en los productos. Los participantes no reconocen resultados favorables en la lectura del etiquetado, reportando la gran mayoría que no lo leen porque no lo comprenden, aunque reconocen la importancia de hacerlo para conocer lo que se come.

    Los investigadores del estudio concluyen: "en general, los participantes tienen una percepción negativa con respecto al etiquetado nutrimental, sin importar su nivel socioeconómico. Perciben numerosas barreras para el uso y comprensión de las GDA; como los tecnicismos de los términos usados y el formato. Además, los estratos económicos más altos no confían en las estampas de cualidades nutrimentales”.

    La modificaciones a la NOM 051 consisten en la sustitución de las GDA por un sistema de etiquetado frontal de advertencia mucho más claro, legible, comprensible y con respaldo científico respecto a los contenidos dañinos en los productos alimenticios elaborados industrialmente. Este nuevo etiquetado frontal incluirá octágonos negros ubicados en la esquina superior derecha de los empaques con los mensajes: “EXCESO CALORÍAS”, “EXCESO AZÚCARES”, “EXCESO GRASAS SATURADAS”, “EXCESO GRASAS TRANS” y “EXCESO SODIO”. El consumo excesivo de estos elementos ha sido asociado con la prevalencia de obesidad, sobrepeso y enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) como la diabetes, el cáncer y enfermedades cardiovasculares.

    Además, serán obligatorias leyendas para evitar el consumo en niños y niñas cuando los productos alimenticios rebasen los límites aceptados de edulcorantes o por la presencia de cafeína, con los mensajes: “CONTIENE CAFEÍNA - EVITAR EN NIÑOS” y “CONTIENE EDULCORANTES, NO RECOMENDABLE EN NIÑOS”.

    Ilustración: Pinche Einnar
    Ilustración: Pinche Einnar

    En consonancia con lo anterior, un experimento de compra del Centro de Investigación en Nutrición y Salud aplicado a una muestra de adultos mexicanos con diferentes niveles de ingreso y de escolaridad, confirma que las GDA toman más tiempo y esfuerzo de comprensión a los consumidores que otros mecanismos de etiquetado de advertencia como el chileno o el ecuatoriano. De igual forma, se muestra que las GDA llevan a los consumidores a hacer compras de productos menos saludables. Sin embargo, aun los etiquetados chileno y ecuatoriano requieren ser complementados con campañas de información adecuadas a los sectores más vulnerables para que haya un impacto mucho más equitativo en la población. Esto refuerza las demandas de organizaciones sociales de promover campañas de consumo informado.

    Otra investigación pionera en América Latina, desarrollada por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública y las universidades de Carolina del Norte, Carolina del Sur y Nacional de Australia, exploró el impacto de los personajes de caricaturas en cereales infantiles en las creencias de consumidores adultos respecto a los beneficios alimenticios.

    El estudio concluye que los personajes de caricatura pueden influir determinantemente en las preferencias de niños y niñas, quienes optan por los productos que los contienen en su empaque. Por otro lado, en los adultos existe una percepción dominante de que esos productos con figuras infantiles son menos saludables. Aún así las personas con hijos e hijas son más susceptibles de adquirir estos productos que tienen altos niveles de azúcar, entre otras cosas, dada la influencia que sus vástagos ejercen en los padres al solicitar la compra de alimentos con publicidad infantil. El reporte tuvo resultados cercanos y en la misma línea que otras investigaciones realizadas en Reino Unido, Escocia, Australia, Canadá y Guatemala.

    Así hay que recordar que el 35 por ciento de los niños y niñas mexicanos entre los 5 y 11 años padecen sobrepeso y obesidad, por ello en la nueva NOM 051 se establece que cuando un producto tenga uno o más sellos de advertencia, los empaques no podrán llevar “personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, elementos interactivos, tales como, juegos visual – espaciales o descargas digitales, que, estando dirigidos a niños, inciten, promueven o fomenten el consumo, compra o elección de productos con exceso de nutrimentos críticos o con edulcorantes”.

    En un artículo elaborado por un comité de expertos en 2018 y publicado en la revista científica Salud Pública de México se afirmaba que el etiquetado GDA no funciona y debe ser reemplazado, ya que es de difícil comprensión para la mayor parte de la población, incluso para aquella con escolaridad elevada; es excluyente para la población que no sabe leer y escribir; y los valores de referencia utilizados como límites máximos de los ingredientes carecen de sustento científico. Recuerdan, por otro lado, que el etiquetado de las GDA se diseñó sin participación de expertos libres de intereses.

    El nuevo etiquetado informa de manera clara y sencilla sobre los ingredientes críticos en los productos
    El nuevo etiquetado informa de manera clara y sencilla sobre los ingredientes críticos en los productos

    Una victoria de la salud frente al lucro

    El 27 de marzo de 2020 se publicó la modificación a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 sobre Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-información comercial y sanitaria mismo que entrará en vigor el 01 de octubre de 2020. La modificación a la norma representa una conquista de salud pública y un paso adelante en la construcción de la soberanía alimentaria para la población mexicana; ambas son parte del camino para mejorar la salud de la población y fortalecer la autonomía de los consumidores.

    La NOM 051 establece “la información comercial y sanitaria que debe contener el etiquetado del producto preenvasado destinado al consumidor final, de fabricación nacional o extranjera”, que es comercializado en el territorio nacional.

    El antecedente más importante de la nueva norma es el etiquetado chileno que se implementó en 2016 y que después influyó en algunas políticas similares en otros países, como Perú, Uruguay, Israel, Canadá, Ecuador y Brasil. El paquete de política chileno consistió en someter a restricciones publicitarias a los alimentos y bebidas procesados con exceso de nutrimentos críticos, la prohibición de su venta en escuelas y el sistema obligatorio de etiquetado frontal de advertencia, además de campañas de comunicación dirigidas a desincentivar el consumo de productos con una gran cantidad de sellos de advertencia.

    Un estudio de evaluación de dichas políticas en un periodo del 2015 al 2017 confirma que, “el consumo de bebidas azucaradas se redujo cerca del 24%; esa reducción es mayor que la que se observa con otras políticas para reducir el consumo de bebidas con azúcares añadidos en América Latina instrumentadas individualmente, tales como los impuestos”. También encontraron una reducción del consumo en general en los hogares con mayor nivel educativo en sus compras de bebidas con azúcares añadidos; lo cual indica la importancia de que el etiquetado sea claro y sencillo de comprender para toda la población.

    Ante las exigencias que representa la nueva norma para la industria alimentaria, esta ha comenzado desde hace tiempo con procesos de defensa legal mediante amparos, alegando públicamente que la nueva regulación sobre etiquetado frontal significará sumas millonarias de inversión que no podrán ser cubiertas en un corto plazo. La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA), por ejemplo, ha solicitado al gobierno en un comunicado no implementar las regulaciones, arguyendo altos costos económicos para el sector.

    Simón Barquera, doctor especialista en obesidad, miembro de la Academia Nacional de Medicina y de la World Obesity Prevention & Control, señaló la “poca seriedad” y la falta de ética de Bimbo al cambiar el empaque de productos para rendir homenaje a su personal durante la pandemia, pero protestar por las incalculables pérdidas económicas por las nuevas regulaciones que le impone al sector la nueva NOM 051.

    Previo a la aceptación de la NOM 051 se sometió a un profundo y amplio proceso de participación reflejado en la diversidad de actores sociales incluidos en los comités y grupos de trabajo integrados por la industria, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil, centros públicos de investigación, centros de enseñanza, instituciones públicas, entre otros. Más de 20 reuniones con expertos en la materia dan respaldo al proceso de participación.

    Dos meses duró la consulta pública, en ella se vertieron más de 5 mil 200 comentarios que fueron aprobados por consenso en un 98%, el resto se aprobaron por mayoría de votos. La industria, por su parte, argumenta que no fueron consultados y busca posponer la entrada en vigor de la norma oficial alegando altos costos para el sector por los efectos de la pandemia, ante una decisión que ha sido ampliamente celebrada por organismos internacionales como la Unicef, la OMS y la OPS.

    México es uno de los países con tasas más altas de obesidad y enfermedades crónicas, lo que nos pone en una situación de vulnerabilidad frente al COVID-19
    México es uno de los países con tasas más altas de obesidad y enfermedades crónicas, lo que nos pone en una situación de vulnerabilidad frente al COVID-19

    Para recordar: los datos de las morbilidades

    Desde 1980 más de 70 países en el mundo han duplicado su prevalencia de obesidad, habiendo globalmente un total de 107.7 millones de niños y niñas y 603.7 millones de adultos que la padecen. De acuerdo con el Observatorio Mundial de la Obesidad de la Federación Mundial de la Obesidad, México se encuentra en el lugar número 5° de los países con mayor obesidad masculina en la región de las Américas. Con obesidad y sobrepeso juntas, las mujeres mexicanas se encuentran por encima de las mujeres norteamericanas. De acuerdo con la FAO, “en la región de las Américas el 58% de los habitantes vive con sobrepeso y obesidad (360 millones de personas)”, siendo Chile, México y Bahamas los que tienen las tasas más elevadas.

    “La disponibilidad y accesibilidad a alimentos o productos procesados ha desplazado a los alimentos frescos y preparaciones caseras, lo cual ha modificado los hábitos de alimentación de NNA [niños, niñas y adolescentes] y sus familias”, aseguran la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y Unicef. Existe abundante literatura científica que respalda la estrecha vinculación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el aumento de la masa corporal. Hay estudios que confirman que entre mayor es el mercado de productos ultraprocesados, mayor es el índice de masa corporal de la población (IMC).

    Los altos índices de obesidad, sobrepeso, hipertensión y diabetes nos han puesto en una situación de vulnerabilidad frente a la COVID-19. Desde antes de la pandemia, el sistema de salud se encontraba comprometido por los costos para la atención del exceso de peso, así como de enfermedades no transmisibles, es sumamente alto respecto al total del presupuesto destinado a salud. El sobrepeso y la obesidad costaron entre 82 y 98 mil millones de pesos, equivalentes al 73% y 87% del gasto programable en salud del 2012, considerando únicamente los costos de la diabetes, de acuerdo con un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

    La pandemia ha hecho más visible la urgencia de tomar medidas para promover la alimentación saludable, hemos visto como los efectos del virus SARS-CoV-2 se incrementan por las morbilidades existentes en la población mexicana que están vinculadas a la industria alimentaria y a la nula o casi nula comprensión de la información nutrimental en los productos disponibles para los consumidores.

    El nuevo etiquetado ayudará a contribuir a enfrentar las otras pandemias de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles que afectan la salud de la población y absorben cantidades ingentes de recursos públicos. Esta medida permititirá tomar decisiones informadas y críticas respecto al consumo de alimentos industriales, fortaleciendo la soberanía alimentaria de los mexicanos. Como se ha visto en otros países, obligará a la industria alimentaria a asumir transformaciones sustanciales en la producción de alimentos.

    Y finalmente, toma en cuenta el interés superior de los niños, niñas y adolescentes, para que las infancias puedan comprender la información de las etiquetas y que durante las primeras etapas de su vida aprendan a tomar decisiones saludables.

    1 de junio de 2020, 06:18

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