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El doble juego de Gabriel Padilla: no devuelve el terreno al kínder pero alardea ser benefactor
Transcurren cinco meses de investigación interna sin responsabilidades contra funcionarios involucrados en caso kínder; mientras los vecinos organizados no desisten en la exigencia para revertir la venta del predio
Una caseta improvisada y una tercia de vigilantes supervisan a las personas que se aproximan a las instalaciones del kínder Juan Aldama. “Se los trajo de La Valenciana”, asegura Don Rafa, vecino del Mirador Campestre, quien hace alusión al empresario Gabriel Padilla Cordero y al desarrollo residencial que éste construye en los límites de Jalisco y Guanajuato.
El preescolar, hace no mucho olvidado por las autoridades educativas y saqueado por la administración encabezada por Héctor López Santillana, persiste ahora a la sombra de quien pasó de ser un depredador a querer convertirse en benefactor y vecino: Gabriel Padilla, quien en 2020 adquirió en una amañada subasta y a través de un prestanombres más de 1 mil metros cuadrados de la superficie del plantel con el objetivo de ampliar su residencia. Sin embargo, el prominente empresario ha evitado la devolución del terreno que se comprometió a realizar en octubre pasado.
En declaraciones recientes del secretario de Ayuntamiento, Jorge Jiménez Lona, expresó que “hay voluntad de hacer la devolución, tenemos el escrito del propietario donde manifiesta su conformidad”, dijo. Mientras, entre los vecinos del Mirador Campestre se escucha la versión del empresario, quien ha externado que no entregará el predio sin que el municipio le devuelva la cantidad pagada.

“Queremos tener el sustento, es una autoridad autónoma que nos da mucha certeza y que el propietario también tenga certeza de que no es un capricho o alguna situación, sino que haya conciencia de que hay una autoridad competente que va a emitir una resolución”, declaró Jorge Jiménez Lona.
Según lo referido por el funcionario municipal, el proceso en el órgano de control interno se encuentra en la etapa de alegatos, y debería concluir antes del mes de mayo. Las faltas no graves, investigadas por la Contraloría, involucran al ex director de Control Patrimonial, Carlos Pimentel Faes y a José de Jesús Álvarez Navarro, ex titular de Recursos Materiales y Servicios Generales.
El secretario de Ayuntamiento agregó que el Tribunal de Justicia Administrativa determinará “si fue mal llevado el proceso” de desafectación y subasta del terreno. Esta resolución, que fincaría responsabilidad al ex tesorero Enrique Sosa Campos, estará a cargo del magistrado Arturo Lara Martínez, titular de la sala especializada anticorrupción.

Entre los proyectos contemplados por la comunidad del Mirador Campestre y el municipio, los mil metros cuadrados que fueron recortados al kínder serían utilizados para construir otro salón o un auditorio.
Persiste inconformidad
La presencia de vigilantes empleados por Padilla Cordero, según vecinos del Mirador, obedece a la inversión económica del empresario en el plantel tras la renovación de las instalaciones en enero de este año. Antes de la intervención del comprador del predio, el preescolar fue blanco constante de robos y saqueos, de acuerdo a testimonios vertidos durante la investigación publicada en septiembre pasado por este medio.
Anel, vecina e integrante del recién renovado comité de colonos de Mirador, aseguró en entrevista para POPLab que una de las principales tareas de las representantes vecinales será “presionar” al municipio para concretar la devolución del terreno. “Hubo un beneficio, pero esa no era la forma”, dijo Anel, quien desde su infancia ha sido testigo de la evolución del preescolar.
“Ese kínder es del Mirador, los del Mirador estuvieron luchando por él, entre ellos mi papá, el señor de la tienda de más arriba, otro señor que vive más arriba y otra señora que tenía una tiendita pero ya murió.
“Al principio la maestra daba la clase en una casa, luego en otra casa, abajo de un arbolito, así comenzó. Le prestaron una finca y la mandaron después para otro lado, así estuvo varios años. Le batalló”

Aunque en octubre pasado, en medio del escándalo, Gabriel Padilla se comprometió con la alcaldesa Alejandra Gutiérrez a devolver el terreno, hasta el día de hoy continúan restos de material de construcción y escombro en el acceso de la obra, mismos que impiden a la comunidad del Mirador utilizar el salón de usos múltiples que se encuentra en el terreno contiguo al kínder.
“Da a entender que lo tiene ahí por si sí o sí no y hay veladores ahí que son empleados del señor. Nosotros no vamos a quitar el dedo del renglón aunque él no lo quite”.
Al igual que Anel, su vecina Mayte -quien formó parte del comité vecinal dos periodos atrás-, enfatizó en la necesidad de mantener la exigencia al municipio de revertir la venta del terreno y en defender el patrimonio de las generaciones de infantes venideras. “Él dijo que regresaba el terreno, se sabe que las cosas no se hicieron bien derechas y que lo compró a través de otra persona, un prestanombres que trabaja para él”, recordó.

Además, advirtió que el abuso del cual fueron víctimas tanto habitantes del Mirador como niñas y niños del preescolar, demuestra la “facilidad” con la que particulares, en complicidad con las autoridades, pueden apropiarse de áreas de donación.
“No estamos conformes, no es de que se pintó y se dejó bonito (el kínder) y entonces que ya no regrese nada, es un abuso. Si lo olvidamos al rato nos van a quitar todos los terrenos de donación que quedan”.
Gabriel Padilla, el benevolente
El pasado 2 de febrero, tras concluir las obras de remodelación del kínder Juan Aldama, el empresario Gabriel Padilla encabezó un evento inaugural, en el que incluso fue reconocido como benefactor del plantel por el comité de colonos de Lomas del Sol, colonia vecina a Mirador Campestre. Según testimonios de vecinos, las representantes de aquella colonia favorecieron la intervención del empresario en el plantel en aras de limpiar su imagen ante la comunidad afectada.
El evento organizado por Lucina Tello, ex representante del comité de Lomas del Sol, sirvió para que un equipo de producción de Grupo G100, corporación propiedad de Padilla, documentara una serie de videos en los que se muestra al empresario como el promotor de una “renovación total”, así como al dador de “recursos técnicos y económicos” para llevara a cabo.
“Estuvimos empujando para ver las necesidades del kínder y en conjunto lograr este bonito proyecto; la obra que hicimos no la hice yo, la hice en conjunto con cada una de las mamás y con cada uno de sus hijos. Mi palabra está cumplida pero sobre todo la confianza que espero siempre tengan hacia su servidor”, declama Padilla en el video que hace alusión a la entrega de la remodelación del preescolar.
De acuerdo a uno de los videos que circularon de manera interna entre la clase política y empresarial de León, el gobierno estatal fue el encargado de supervisar la ejecución de las obras “bajo los lineamientos legales necesarios”. También, se precisa la participación del Instituto Municipal de la Juventud y el proyecto MuraLeón en la decoración del muro de concreto que divide al preescolar de la propiedad de Gabriel Padilla y el terreno adquirido, donde el empresario construía una alberca privada.
Según información proporcionada por el secretario de Ayuntamiento, la barda levantada por Gabriel Padilla para separar su propiedad del kínder fue decorada al existir una posibilidad de que no sea derribada, incluso si en algún momento se concreta la reversión de la compra.
El pasado 16 de marzo, el empresario se dejó ver acompañado del ex alcalde Héctor López Santillana en la inauguración del Learning Center G100, espacio que operará como centro de capacitación empresarial dentro del Puerto Interior, dirigido por el político panista tras su salida del gobierno leonés.

En una de sus pocas apariciones públicas como director de Grupo Puerto Interior, Héctor López Santillana ha reiterado ante los medios de comunicación no estar “preocupado” por las investigaciones por supuestos actos de corrupción durante sus dos trienios como alcalde de León.
Entre los hechos investigados por la Contraloría municipal, además del caso kínder, se encuentra la condonación de impuesto predial al Club Campestre y las “reciprocidades” en efectivo cobradas por la Dirección de Desarrollo Institucional a proveedores de manera presuntamente ilícita.
17 de abril de 2022, 11:56
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