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12/14/2025
Saul-Flores

Autores:

Saúl Flores
Saúl Flores

Sistematización vs. Archipiélago anárquico hídrico_3

Recuerden que les mencioné la anarquía que se vive, la abundancia de legislación y disposiciones normativas e instituciones, así como de una información anticuada con la cual se lucra

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    Estimados lectores continuamos con la temática que hace algunas semanas inicie con la finalidad de proponer un modelo que permita articular el complejo que reviste la diversidad no sólo de leyes y disposiciones normativas aplicables al agua, sino los ámbitos de competencia y participación de diversos entes gubernamentales.

    Recuerden que les mencioné la anarquía que se vive, la abundancia de legislación y disposiciones normativas e instituciones, así como de una información anticuada con la cual se lucra. Se sigue reiterando en hacer planes y programas con información deficiente, aunque parezca rimbombante, pues se topa uno con lo que parece un espejo de vanidades en donde las cifras e indicadores pululan, pero no permiten concretizar ni siquiera políticas públicas, menos acciones. Parte de ello solapado por un esquema “corrupto” que va desde la licitación y asignación para los estudios.

    Continuamos con la exposición de lo que denomino Sistema Nacional del Agua, tomando ahora el rol de uno de los elementos que suele ser despreciado y marginado, aunque siempre aparece en los discursos y documentos, no es más que letra muerta, pues parece no ser entendida, me refiero a la planeación. Así que vamos al tema.

    La planeación es imprescindible para atender las prioridades nacionales del sector con los recursos disponibles. El trabajar con el Sistema Nacional del Agua, como un proceso de transformación, permitirá disponer de mejores instrumentos en los ámbitos de acción global, sectorial, institucional, nacional, estatal y regional. Se requiere crear un sistema permanente de trabajo mediante la creación de mecanismos de participación, abriendo nuevos espacios a todos los actores del sector para que intervengan en el proceso, todas ellas en sí serán corresponsables.

    El Sistema Nacional del Agua es un conjunto de estrategias, políticas, programas, proyectos y relaciones que vinculan a las dependencias y entidades federales, estatales y municipales, trabajando en coordinación, así como con los sectores social y privado, específicamente con los consejos de usuarios de cuenca, como con los usuarios a nivel estatal, es preciso crear esta figura en cada entidad federativa. Con su constitución se identificarían responsabilidades en la toma de decisiones y se formalizarán los procedimientos para el desarrollo y consolidación de los programas, proyectos, estrategias y políticas, consolidándose los mecanismos de coordinación con las autoridades nacionales y estatales vinculadas al sector, municipios y federación, fortaleciendo los vínculos, acciones y responsabilidades, adecuando los requerimientos de información.

    Debe construirse una estructura básica para desarrollar desde el proceso de planeación y gestión del recurso hídrico. Esta estructura se conformaría por una red de vínculos entre dependencias y entidades del gobierno federal y estatal, con participación municipal, organismos operadores, sectores social y académico, que participan en actividades del sector agua, organismos operadores y organizaciones de usuarios todas ellas coordinadas por la Conagua.

    El Proceso de Planeación del Sistema Nacional del Agua, lo entenderíamos como el conjunto de actividades que en el corto y mediano plazo permitan instrumentar, controlar y evaluar los diversos productos elaborados en el marco del Sistema Nacional del Agua, con esto se pretende corregir con oportunidad las desviaciones en la ejecución de lo planeado y revisar las previsiones a mediano plazo, en el caso de cambiar las condiciones bajo las cuales fueron originalmente elaboradas.

    Por tal motivo, se deben precisar las tecnologías y metodologías a utilizar, estableciendo procedimientos básicos para cada una de las etapas del proceso como de su desarrollo y funcionamiento. Además, deben fijarse instancias y mecanismos de control y evaluación, al igual que determinar los mecanismos de toma de decisiones, así como las formas y esquemas de participación social y privada.

    Etapas.

    Al igual que en el proceso de planeación se requieren las siguientes etapas:

    a. Formulación. Entendida como el conjunto de actividades y desarrollo del sistema, consistentes en diagnósticos económicos, sociales y técnicos en el sector, definición de objetivos y prioridades, señalamiento de estrategias y políticas de carácter global, sectorial o regional (por cuencas), especificación de las áreas o apartados de los programas o planes que serán objeto de la coordinación entre los responsables de su elaboración. Así como la compatibilidad de integración de los programas de mediano plazo con el Plan Nacional de Desarrollo y Programa Nacional Hídrico. Finalmente, se requerirá la definición de metas.

    b. Instrumentación. En esta etapa las actividades realizadas traducirán lo establecido en los programas y acuerdos del Sistema Nacional del Agua, en acciones concretas a través de la elaboración de programas de trabajo anuales, los cuales deberán apegarse a las cuatro vertientes de la planeación:

    Vertiente obligatoria*.* Alude a las acciones a desarrollar por la administración pública estatal, a través de sus distintos organismos e instituciones, para alcanzar los objetivos planteados en el Plan Nacional de Desarrollo y los diversos programas vinculados al sector.

    *Vertiente de coordinación*. Establece los acuerdos y compromisos entre los tres ámbitos de gobierno: federal, estatal y municipal, sectores social y privado, con el propósito de hacer compatibles las tareas comunes derivadas de la vinculación entre los respectivos planes y programas

    *Vertiente de concertación*. Define los convenios o acuerdos entre los sectores público, social y privado, involucrados en el Sistema Nacional del Agua, para que sus acciones se orienten al logro de los objetivos fijados en el proceso.

    *Vertiente de inducción*. Ordena el manejo de todos aquellos instrumentos y acciones vinculadas con el sector hídrico, sean económicas, financieras, sociales, políticas o técnicas, que desarrolla el gobierno, que le permitan incidir sobre el comportamiento de los sectores social y privado, a fin de articular los esfuerzos nacionales y estatales en la consecución de lo planeado.

    C. Control.

    Es el conjunto de actividades a través de las cuales se identifica el grado de cumplimiento de los planes y programas, políticas y estrategias, a fin de localizar posibles desviaciones y verificar si el proceso funciona de acuerdo con las normas, técnicas y tiempos establecidos.

    D. Evaluación.

    Es una etapa del proceso que consistente en la valoración cuantitativa y cualitativa de los resultados de la planeación (plan, programas, proyectos y políticas) en un lapso determinado. La evaluación abarca también el funcionamiento del sistema en su conjunto, a fin de precisar metodologías, mejorar procedimientos y responsabilidades.

    La semana próxima les expondré lo que se podría denominar infraestructura de apoyo, es decir el diseño institucional que permita lograr una planeación hídrica pertinente, sin dejar a un lado el rostro de la planeación adaptativa.

    No olviden amables lectores la importancia de emprender políticas y acciones que permitan que en México el agua nos alcance.

    Comentarios: saalflo@yahoo.com

    24 de abril de 2025, 00:00

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