El emperador/rector Luis Felipe Guerrero Agripino desde hace años va desnudo, pero su corte de asesores, aduladores y adoradores le han creado una burbuja que le ha permitido soñar con ser gobernador de Guanajuato… sueño que se hizo trizas cuando cientos de estudiantes, con su paro, lo mostraron desnudo, incapaz y lejano.

Agripino tenía unos pocos meses cuando el escándalo Julio César Kala le explotó en la cara, la torpeza inicial y los tejes y manejes políticos y judiciales para exonerar a su amigo y asesor hoy le cobran factura: se tiene que ir el señalado, es una de las demandas estudiantiles. Es claro que sí se es acosador en la Universidad de Guanajuato y se está lejos del círculo agripinista, su suerte está echada: será sancionado. De lo contrario, contará con el manto protector del rector… pero como sabemos, va desnudo, así que no protege a nadie.

Durante meses los agripinistas gritaron a los cuatro vientos que la denuncia en contra de Kala era una vendetta personal, un caso aislado, pero la denuncia hecha por la Colectiva Alumnas UG en Sororidad hace poco más de un año, en la que señalaron a un puñado de maestros acosadores de la División de Ciencias Sociales en León, mostró que el cáncer de la impunidad y la protección ha calado en la médula de la burocracia universitaria.

Intentado actuar como el emperador, el “mirrey” Alex Caldera intentó por todos los medios proteger a su grupo de amigos y criminalizar a las estudiantes, pero la presión mediática y social, así como la intervención de Las Libres impidió que el “grupo Aguascalientes” se saliera con la suya, incluso uno de los señalados fue condenado por corrupción de menores.

En ese caso, Agripino I formó una de las tantas comisiones que le gusta crear para no atender los asuntos, pero al final, a regañadientes castigó por ocho días a los maestros acosadores. Entonces las denuncias brotaron por todos los rincones universitarios, y sus autoridades, incapaces e indiferentes al tema dijeron que no podían atender el asunto porque no había dinero, mientras el emperador estrenaba una oficina de lujo, invertía en un museo y gastaba millonadas en sus informes anuales tan ostentosos como los de gobernadores priistas del pasado.

No se atienden las denuncias de violencia, no se procura la seguridad de los estudiantes, no se les da mantenimiento a los espacios, no hay sistemas eficientes de inscripción, asignación de materias; no hay papel de baño, no hay ni curitas… es decir, no hay recursos para el bienestar del alumnado, pero sí para que el rector sea transportado en un vehículo híbrido de cerca de medio millón de pesos, para sus viajes, para promover su imagen sonriente…

Los y las estudiantes son súbditos solamente, ni los ven, ni los oyen; si tienen alguna participación destacada, entonces si son #OrgulloUG porque se convierten en datos lucidores en los informes. Pero si alguna tragedia les sucede, “no se encontraban en actividades académicas”, “este semestre no estaba inscrito” o “no fue en horario escolar”, suelen ser las respuestas de la universidad, para dejarlos a su suerte.

El asesinato de Ana Daniela fue la gota que derramó el vaso, pues la serie de agravios no podía seguir, por eso cientos de estudiantes con una sola voz mostraran la desnudez del Emperador Agripino I y dijeron basta.

Aún en estos días de paro, la corte agripinista ha hecho burdos intentos para tapar a su líder encuerado: pedirles favores a sus cuates en medios para que no narren lo que pasa o para estigmatizar estudiantes; redacción de cartas para que las firmen egresados, que hasta donde se sabe, muchos han rechazado hacerlo; reactivar las cuentas falsas en redes para criticar a los y las jóvenes, si, esas mismas que usaron en la campaña que lo llevó al trono; presiones a maestros y un larguísimo etcétera, todo para que Agripino I no vea cuan desnudo va.

Hoy el rector cambió su tono, se volvió humilde, al fin se vio desnudo y solo, frente a un grupo de universitarios que han logrado lo que nadie: mostrarles a él y a los otros emperadores (gobernador, fiscal, alcalde) que también van desnudos y que no se irán a su casa si no se les garantiza lo mínimo indispensable: seguridad al interior y exterior de la universidad.

¿Cómo hará el Emperador Agripino I para comandar su naciente segundo periodo cuando su gente de confianza lo engaña y cuando sus súbditos han dejado de serlo y ahora le dicen “este no es un rector, es un fascista macho burgués”?

¡Felicidades a los y las jóvenes que han mostrado la desnudez de las autoridades universitarias y la clase política, que han dado ejemplo de civilidad y civismo! No sólo dan #OrgulloUG llenan nuestros corazones de esperanza.